El Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN) pasa por momentos de incertidumbre derivados de la falta de
acuerdos en temas controvertidos entre las tres economías que lo
integran, por lo que es posible prever que se firme hasta 2019. Como
señala Arnulfo Rodríguez Hernández, economista principal de BBVA Bancomer,
para contar con la nueva versión del Tratado en este año, los equipos
negociadores de Canadá, Estados Unidos y México tienen como plazo hasta
finales de mayo.
Rodríguez destaca que los temas polémicos que podrían estar impactando la renegociación son: primero, la propuesta estadounidense de que trabajadores automotrices con salarios de por lo menos 16 dólares por hora contribuyan con 40% del valor contenido en automóviles y 45% en camiones ligeros; segundo, la estacionalidad con la que EE.UU. quiere regular sus importaciones agrícolas, que le permitiría reducir dichas importaciones en tiempos de mayores cosechas; tercero, la demanda estadounidense para establecer una cláusula de expiración automática del acuerdo comercial cada cinco años, a menos de que los tres países decidan continuarlo; y cuarto, la intención de Estados Unidos de eliminar los mecanismos para la resolución de controversias comerciales o de inversión.“Es imperativo alcanzar un acuerdo comercial a favor de las familias mexicanas, así como de las empresas establecidas en el país”
Canadá, Estados Unidos y México
se preparan para llevar a cabo la sexta ronda de renegociaciones del
Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) la siguiente
semana. El economista jefe de BBVA Bancomer, Carlos Serrano Herrera,
advierte en el artículo titulado “Ruptura del TLCAN traería riesgos al comercio global” publicado en El Financiero,
sobre los obstáculos a los que se podrían enfrentar durante este
periodo de acuerdos y con ello dejar a su paso importantes implicaciones
a escala global, aun cuando algunas voces en EUA se han pronunciado a
favor de la continuidad del tratado.
Discusiones
que, comenta el analista, se han centrado más en el primer punto,
derivado principalmente del objetivo de Estados Unidos de reducir su
déficit comercial con México.
En ese sentido, Rodríguez resalta que automóviles y camiones
contribuyen con alrededor de 70% al déficit comercial en equipo de
transporte de Estados Unidos con México y que el comercio de autopartes
ocupa el segundo lugar en contribución a dicho déficit con 30%. El
desacuerdo entre los dos países se debe a que la mitad de los 38 modelos
ensamblados en México y vendidos en Estados Unidos no alcanzarían los
porcentajes mencionados, lo cual representa una amenaza a la
competitividad de la industria automotriz establecida en México. Cabe
mencionar que el impacto sería mucho mayor en las exportaciones de
camiones ligeros por la aplicación de un arancel de 25%.
“La falta de acuerdos en temas controvertidos entre las tres economías que lo integran, hace posible prever que se firme hasta 2019”
El economista de BBVA Bancomer indica que el TLCAN aún podría enfrentar meses inciertos antes de conocer su desenlace
y que resulta imperativo que los negociadores de México trabajen en
alcanzar un acuerdo comercial a favor de las familias mexicanas, así
como de las empresas establecidas en el país.
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