+ Detecta construcciones
rústicas (elaboradas con madera, lámina y tela) y un atracadero de
embarcaciones menores, en siete predios dentro de más de 1,100 m2 de manglar
en el Estero de Urías, en Mazatlán, Sinaloa.
+ Encuentra rellenos para ganar terrenos al mar que afectan la población de mangle existente en la zona, utilizando
en algunos de ellos material de escombro.
+ Presentará denuncia ante la Procuraduría General de la República por daños al humedal.
La
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) detectó
invasiones, rellenos “hormiga”
y afectación de más de 1,100 metros cuadrados de manglar en el Estero
de Urías, localizado en Mazatlán, Sinaloa, en siete predios donde se
encontró construcciones rústicas (elaboradas con madera, lámina y tela) y
un atracadero de embarcaciones menores.
La
PROFEPA presentará denuncia penal ante el Ministerio Público de la
Federación (MPF) por la
comisión de delitos ambientales, en contra de quien resulte
responsable, ya que no se encontró habitantes ni personas en esos
predios.
Personal
de inspección de PROFEPA en la entidad se constituyó en dos predios
localizados en las
colonias Casa Redonda y Quinta Chapalita, en la ciudad y municipio de
Mazatlán, Sinaloa, para atender una denuncia publicada en un medio de
comunicación, relativa a la invasión de terrenos en esa zona.
En
visita técnica en el sitio ubicado en Callejón Rosarito, en la colonia
Casa Redonda, en el
Parque Alfredo V. Bonfil, se constató la ampliación de un relleno sobre
el humedal de manglar, con material de escombro, principalmente basura
(cartón, madera y plástico), ocupando una superficie de 300.24 metros
cuadrados; asimismo, dentro del polígono se
encontró la ocupación irregular de tres lotes, los cuales cuentan con
construcciones rústicas elaboradas a base de madera y lámina.
Además, se observó que continúa el avance de los rellenos para ganar terrenos al mar, lo cual
afecta a la población de manglar existente en la zona visitada, representada principalmente por mangle negro o cenizo (Avicennia germinans), al realizar cortes de ejemplares de esta especie.
Posteriormente,
en la calle Rosarito del mismo asentamiento humano, se detectó un
polígono en
el cual se lleva a cabo un relleno tipo “hormiga”, con material de
escombro en una zona de manglar, sobre una superficie de 816.82 metros
cuadrados.
De
la misma forma, con el propósito de ganar terreno al mar, se observó
que en cuatro lotes, hay
construcciones rústicas elaboradas con madera, lámina y tela; en uno de
estos lotes, también se construyó un atracadero de embarcaciones
menores, el cual está conformado por material terroso y escombro; en
otro lote, se observó únicamente el relleno con escombro.
Es
de señalar que conforme avanza el relleno, se han ido levantando
construcciones de cartón,
lámina y madera; obras que contribuyen a la desecación del humedal y a
la pérdida de cobertura de la vegetación de manglar, con la consecuente
eliminación paulatina del ecosistema de humedal y de especies
protegidas por la legislación ambiental como lo son
el mangle negro o cenizo (Avicennia germinans) y el mangle blanco (Laguncularia racemosa), especies listadas en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, con categoría de Amenazadas.
Reviste
de importancia biológica dicho humedal por las funciones y servicios
ambientales que provee,
tales como ser filtrador natural del agua, lo cual ayuda al
recargamiento de los mantos freáticos (funciones hídricas); además, de
ser refugio de gran variedad de fauna silvestre endémica y migratoria, y
portador de gran cantidad de nutrientes para las aves,
peces, reptiles y mamíferos.
También,
el humedal actúa como barrera natural ante posibles inundaciones en
temporada de lluvias,
función que se ve afectada por los rellenos detectados, ya que
provocan la disminución del flujo y reflujo (función hidrológica) del
ecosistema, la disminución del vaso regulador de las aguas pluviales que
ahí se depositan, además de poner en riesgo a la
población que se encuentra en las áreas adyacentes, en época de
ciclones y huracanes.
Derivado de lo anterior, la PROFEPA presentará denuncia ante la Procuraduría General de la República
(PGR), por los daños ocasionados por los rellenos y la afectación de manglar en el humedal del Estero de Urías.
La
denuncia penal se interpondrá con base en los artículos 418, fracción
I, y 420, fracción V,
del Código Penal Federal (CPF), en los que se establece la imposición
de seis meses a nueve años de prisión a quien desmonte o destruya la
vegetación natural, y por el equivalente a uno a nueve años de prisión
al que dañe algún ejemplar de las especies de
flora o fauna silvestres; respectivamente, además de la pena económica
prevista en dichos artículos, con la agravante de que el mangle está
protegido por la normatividad ambiental federal.
Asimismo,
la denuncia penal se fundamentará en el artículo 420 Bis, fracción I,
del Código Penal
Federal, donde se señala que se impondrá pena de dos a 10 años de
prisión y de 300 a tres mil días de multa, a quien ilícitamente dañe,
deseque o rellene humedales, manglares, lagunas o esteros, y el artículo
60 TER de la Ley General de Vida Silvestre (LGVS),
que establece “queda prohibida la remoción, relleno, transplante, poda,
o cualquier obra o actividad que afecte la integralidad del flujo
hidrológico del manglar…”.
Existe el antecedente de que en 2014 y 2016, la PROFEPA presentó denuncias penales ante la PGR
por hechos similares y en la misma zona denunciada.
La PROFEPA se mantendrá alerta en caso de nuevos hechos que contravengan la legislación ambiental
y coadyuvará con el Agente del MPF en las indagatorias que se realicen dentro de la carpeta de investigación que se inicie.
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