Luis Fernando González Díaz
En el país estamos viviendo una de las
contiendas políticas más polémicas y controversiales de los últimos años. El
priismo pasa por una de las etapas más difícil en su historia, la izquierda y
la derecha se “unieron” como el agua y el aceite, y los más de 20 años de
campaña política del mesías de Morena parecen haber llegado a su punto
culminante.
En ese panorama nada alentador, es el
pueblo quien debe tomar una decisión crítica, consciente y sobre todo
organizada, pues a final de este proceso electoral los únicos que sufrirán los
estragos o satisfacciones de su decisión serán, nuevamente y como siempre, los
desprotegidos, las comunidades marginadas, el pueblo que sufre la embestida del
injusto modelo económico.
Lo ideal sería que las propuestas estén encaminadas
a cambiar el modelo económico del país, que haya empleos bien remunerados para
todos los mexicanos, que el gasto social se reoriente a donde más se necesite y
que la política fiscal no abuse de la gente. Estos cambios estructurales
únicamente los podrá lograr una fuerza social bien organizada y consciente como
la que está formando Antorcha.
Pero por ahora el pueblo debe valorar su
decisión. El enojo, coraje y rencor con el Revolucionario Institucional no
debería ser factor para arriesgar el futuro del país con la varita mágica del
mesías de Morena, y mucho menos con el autoritarismo y la represión de la ultra
derecha mexicana representada por Acción Nacional.
El tricolor debe valorar la última
oportunidad que la gente le está dando para escuchar sus propuestas; tiene la
obligación de hacer compromisos contundentes que cambien el rumbo de este país;
de lo contrario la justificada desconfianza de la gente seguirá poniendo en
riesgo el futuro del país.
El Movimiento Antorchista Nacional también
participará en estos comicios pues no podemos abstraernos de la política
mexicana. Antorcha tiene autoridad moral para decirle a la gente que no los
hemos traicionado, que somos los verdaderos representantes de sus intereses, y
que los candidatos extraídos de nuestra organización no saben traicionar al
pueblo.
Hemos visto lo mal que gobierna Morena
en Texcoco, prefirió perder recursos públicos antes que aplicarlos en obras y
servicios de beneficio para las familias, solo porque Antorcha lo gestionó. En
general, igual que al PAN, a Morena le enfurece que el pueblo se organice para
defender sus derechos, aunque en sus ocurrencias dice lo contrario. En el
Distrito Federal fuimos testigo del maltrato cuando Andrés Manuel López Obrador
era jefe de gobierno.
Por esa razón consideramos que Pepe
Meade es la opción mejor preparada para dirigir México. El PRI debe aprender de
sus errores y a no fallarle a los mexicanos. La última palabra la tiene el
pueblo trabajador, y será quien tome la decisión más crítica. Antorcha ya la
tiene porque sabemos que sí hay algo peor que el PRI.
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