Ciudad
de México – 08 de mayo de 2018 – A medida que las pantallas
aumentan de dimensión, la calidad de la imagen cobra más relevancia
pues, a mayor tamaño, nos encontramos con resoluciones más altas.
En este sentido, los televisores de pantalla grande se convirtieron
en la chispa que revolucionó un mercado que se encontraba estancado.
Los
cierto es que, si la pantalla no tiene una buena calidad de imagen,
no importa el tamaño, ya que los usuarios no podrán disfrutar todo
su potencial. Por ello, inevitablemente la televisión de gran
dimensión ha generado el incremento en la demanda de Ultra High
Definition (UHD). Ésta es una calidad de imagen 4K (3.840 X 2.160),
que se aplica a televisores mayores de 65 pulgadas. Sin embargo, la
tecnología está a punto de dar otro paso con los televisores 8K
(7.680 X 4.320) casi listos para su comercialización.
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