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El 8% de los gases de efecto invernadero proviene de la
producción de ropa y calzado
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La industria de la moda es la segunda más contaminante del
mundo, por encima de la manufacturera, la de energía, la de transporte e
incluso la alimentaria.
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Confeccionar unos jeans requiere unos 7.500 litros de agua,
el equivalente a la cantidad que bebe una persona promedio en siete años.
Ciudad
de México, México, febrero de 2022. Renovar
constantemente el guardarropa ayuda a sumar al problema de contaminación creado
por la industria de la moda. Un estudio de la Conferencia de la ONU sobre
Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), señala que “estar a
la moda” tiene un altísimo impacto ambiental y que el costo de la moda es mucho
más caro del precio que pagamos por ella.
Al
consumir y renovar temporada a temporada la ropa que utilizamos somos parte del
problema y no lo sabemos o no queremos verlo. Especialmente el “fast fashion”
suma a este tipo de contaminación; esas prendas que duran sólo un par de
semanas en las tiendas y son renovadas según la temporada, y que atraen a los
compradores con precios muy competitivos, con ofertas que resultan atractivas e
imposibles de rechazar.
De acuerdo
a la UNCTAD, el rubro del vestido utiliza al año 93.000 millones de metros
cúbicos de agua, “un volumen suficiente para satisfacer las necesidades de
cinco millones de personas”, o el medio millón de toneladas de microfibra que
cada año se arrojan al mar, “lo que equivale a 3 millones de barriles de
petróleo”. Así como confeccionar unos jeans requiere unos 7,500 litros de agua,
el equivalente a la cantidad que bebe una persona promedio en siete años.
De hecho,
el 8% de los gases de efecto invernadero proviene de la producción de ropa y
calzado, y cada segundo se entierra o quema una cantidad de textiles
equivalente a un camión de basura.
Los constantes
cambios de colecciones a bajos precios impulsan a los clientes a comprar y
desechar ropa; por esta razón los consumidores están tomando mayor conciencia
sobre esta industria. De esta necesidad de impulsar a consumidores
responsables, Vestuá México busca hacer un cambio de mentalidad en la industria
de moda al introducir su modelo de ropa “pre amada”, es decir, prendas amadas
por otras personas antes de ponerlas a la venta para que otros consumidores
puedan amarlas y vivir nuevas experiencias con ellas, apoyando de esta forma al
medio ambiente y disminuyendo el impacto de la industria textil.
En Vestuá
México creemos que ayudar a disminuir el impacto de la industria también
necesita de consumidores responsables. Por eso es fundamental hacer compras conscientes.
La próxima vez que
compremos una prenda, debemos preguntarnos antes:
- ¿Realmente lo necesito?
- ¿Tengo algo similar en mi clóset?
- ¿Podría comprarlo en una tienda de segunda mano?
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