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Se prevé que la desaceleración de la actividad económica conduzca a un aumento de la pobreza monetaria en 2020 y que, el empleo disminuya en el sector formal.i
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Más de la mitad de los consumidores han declarado que dejarán de comprarle a una compañía que haya manejado mal la crisis del Covid-19.ii
CDMX
a 6 de julio de 2020.
Además de la industria del entretenimiento y el turismo un sector
que ha sufrido el duro estrago de la aparición del COVID-19 es el
ámbito de las relaciones públicas que enfrenta desafíos, pero
también oportunidades antes este ritmo vertiginoso de cambios. En
los recientes días, agencias tanto nacionales como de presencia
trasnacional con una fuerte de cartera de clientes, han anunciado la
aplicación de medidas financieras que culminaron en recortes de
personal y reducción de salarios, como una respuesta ante la pérdida
de clientes, el entorno complejo y la contracción del sector debido
a la incertidumbre.
Al
respecto, según el Banco Mundial, se prevé que la desaceleración
de la actividad económica conduzca a un aumento de la pobreza
monetaria en 2020 y que, el empleo disminuya en el sector formal.iii
Si
bien la necesidad de una comunicación activa de las marcas con sus
audiencias en tiempos de contingencia parecería una actividad
esencial, la realidad dista mucho de ello. La responsabilidad de esto
tiene dos factores claros, por un lado, la decisión ajena por parte
de las compañías con una resistencia a la adaptación y al cambio,
lo que complica el descubrimiento de nuevas áreas de oportunidad y
crecimiento en materia comunicativa y por otra parte, la incapacidad
de las agencias de relaciones públicas por no romper los paradigmas
establecidos en la industria y atreverse a proponer, aprender y
renovarse a transitar a diferentes plataformas, discursos, medios y
dinámicas que le permitieran no sólo reaccionar sino mantenerse con
un espíritu propositivo.
“Hoy
existe un virus que además de afectar nuestra salud también está
transformando realidades y percepciones. Más allá de responder a un
consumidor con nuevos comportamientos y necesidades enfrentamos un
aspecto humano y emocional susceptible, por ello, como agencias natas
en relaciones públicas debemos aplicar la experiencia
adquirida de escenarios anteriores y ser disruptivos, no sólo en el
discurso sino a nivel estratégico, a fin de actuar de manera
consistente puesto que no comunicar no es una opción”, mencionó
al respecto Edgar Muñoz, director de asuntos corporativos de Emaly.
De
acuerdo con el estudio “How companies can enhance their reputation
during the rebuilding phase of COVID-19 communications”, más
de la mitad de los consumidores han declarado que dejarán de
comprarle a una compañía que haya manejado mal la crisis del
Covid-19.iv
La
evidencia que la contingencia por Covid trajo al sector, fue la
exposición de una carencia generalizada de propuestas que rompieran
las barreras de la cultura presencial y al mismo tiempo, involucrará
la empatía sin perder de vista el impacto que las estrategias de
comunicación integrales pueden lograr, sobre todo cuando las
plataformas digitales ya eran fundamentales y mostraban un
crecimiento exponencial.
“La
curva de aprendizaje y el periodo de adaptación ahora son una
constante, una vez que debemos responder y actualizarnos en todo
momento para cumplir con las expectativas y necesidades cambiantes de
las compañías quienes tienen la prioridad de dar a conocer su
funcionamiento en la nueva realidad y fortalecer su reputación”,
concluyó Edgar Muñoz.
Sobre
Emaly
Somos
una agencia creativa de comunicación y relaciones públicas formada
por un grupo multidisciplinario de #DESIGNTHINKERS dedicados a la
escucha y el análisis del entorno social, implementamos estrategias
alineadas a las necesidades del cliente y medimos nuestros resultados
bajo un ojo crítico, oportuno y optimista.
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