Colágeno hidrolizado, un nutracéutico para mejorar la salud

—Que la alimentación sea tu única medicina y que la medicina sea tu alimentación— Hipócrates.

La alimentación balanceada, el buen descanso, la búsqueda de espacios de esparcimiento y de actividad física son la mezcla que se requiere para estar saludables. Parecería que hoy hay una tendencia por la vuelta a los básicos, a lo natural y es aquí en donde han encontrado lugar los llamados nutracéuticos.

Existen varias definiciones para explicar el término, pero una forma fácil de entender qué es un nutracéutico es que son ciertos componentes o partes de un alimento que aportan cierto beneficio “demostrado y añadido para la salud, capaz de proporcionar mejoras médicas en la prevención y tratamiento de enfermedades”. Otra de las características importantes de un nutracéutico es que su presentación es en lo que se llama una matriz no alimenticia, es decir, que su presnetación es a través de píldoras, cápsulas, polvos, etc.

No es un medicamento, si no un agente que puede integrarse dentro de la alimentación balanceada y que está comprobado que ayuda en la prevención de padecimientos crónico degenerativos.

El colágeno hidrolizado puede considerarse como un nutracéutico con efectos antioxidantes, es decir, que ayuda a retrasar los efectos del envejecimiento celular. Algunos de los signos son los dolores articulares, la pérdida de elasticidad en la piel y de fortaleza en cabello y uñas, hasta malestares gástricos o síntomas de cansancio crónico.

Nutracéuticos y estrés

Existe una relación directa entre el estrés (una respuesta natural del organismo ante estímulos externos) y la enfermedad. En realidad, el estrés no es el malo de la historia, porque es esta reacción la que permite protegernos ante un peligro; sin embargo, el estrés continuado, la desregulación de ciertas sustancias del cuerpo que están encargadas de las emociones y reacciones al ambiente cuando se presenta el estrés (catecolaminas) es lo que puede provocar diversos padecimientos físicos.

Estudios recientes han demostrado que las mujeres que han sufrido eventos de violencia presentan, como consecuencia un aumento en catecolaminas y, por ende, enfermedades crónico—degenerativas, tales como osteoporosis, hipertensión, cáncer, diabetes y obesidad.

El estrés crónico tanto psicológico como celular reduce drásticamente el tamaño de los extremos de los cromosomas (telómeros), lo que da como resultado que las células envejezcan y mueran. Por eso el estrés puede dejar marcas en el ADN.

Una de las proteínas más abundantes en nuestro cuerpo, el colágeno, sufre una disminución importante en su producción al someter al organismo a situaciones de estrés. La pérdida de colágeno provoca distintos padecimientos como:

• Molestias y dolor articular (artrosis).
• Pérdida de densidad ósea (osteoporosis).
• Arrugas y flacidez dérmicas.
• En mujeres, descenso de órganos pélvicos por falta de fuerza en los tejidos que los sostienen (prolapso).

Los expertos sugieren que para tratar los efectos del estrés es necesario modificar los hábitos de vida, empezando por los alimenticios. Incluir en la dieta alimentos funcionales y nutracéuticos antioxidantes puede ayudar a controlar los efectos del envejecimiento prematuro y la posible aparición de enfermedades relacionadas.

En Duché desarrollamos diversas formulaciones nutracéuticas que permiten retrasar los efectos de la pérdida de colágeno para ofrecer una posibilidad de mejorar la calidad de vida.
La mezclas de colágeno con té verde, con espirulina, con gin-seng, valeriana o linaza ofrecen al consumidor ventajas de tener los beneficios terapéuticos de cada componente de estos alimentos y, al incuirlos en la dieta diaria, funcionar como aliados en la mejora de la salud.

No se trata de estar a la moda, se trata de encontrar nuevos caminos para el bienestar y ahí, están nuestros productos con colágeno hidrolizado.

Te recomendamos también equilibrar periodos de actividad física con momentos de relajación, así como dormir bien y, en su caso, buscar apoyo de especialistas para el manejo de trastornos mentales (depresión o ansiedad).