· En 23 años de TLC han desaparecido 600
mil productores
· Las importaciones en ese lapso han
aumentado en 170 por ciento
Ante
la inminente revisión del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y
Canadá, las secretarias de Economía, Agricultura y Salud, deberán comprometerse
con el sector productivo mexicano de leche para devolverle lo que escatimó el
gobierno federal al convertirlo en “moneda de cambio” para beneficio de otros
sectores en el TLCAN, afirmó el presidente del Frente Nacional de Productores y
Consumidores de Leche, Álvaro González Muñoz.
Después
de 23 años de sufrimiento económico para más de 600 mil pequeños y medianos
productores de leche que se vieron obligados a desaparecer del padrón de
productores y dedicarse a actividades nada parecidas al sector lácteo –“aún quedamos 150 mil”-- este acuerdo ha
sido adverso para la economía del segmento de ganaderos lecheros.
“Somos
los primeros en negarnos a que México ocupe los primeros lugares como
importador de lo que llaman leche en polvo --“en realidad es polvo de
leche”—porque tenemos la capacidad para lograr que nuestro país deje de
importar todo tipo de mezclas, de fórmulas lácteas, que son un engaño para los
consumidores, mientras que las autoridades federales solapan estas
irregularidades sin chistar”, dijo Álvaro González.
El
dirigente de esta organización, dijo convencido que, los resultados a la
distancia de 23 años, indican claramente que el gobierno de la época de Carlos
Salinas, firmante originario del TLCAN, no tomó en cuenta a los pequeños y
medianos productores, “lo cual interpretamos como una traición y omisión,
porque no previó que una gran cantidad de lecheros saldrían de la actividad por
incosteabilidad y competencia desleal.
Desde
hace varios años, añadió, la producción nacional y sus beneficios están siendo
sustituidos por productos de imitación, al grado que las importaciones en ese
lapso han aumentado en 170 por ciento (cifras del SIAP - SAGARPA) al pasar de
un consumo al año por persona de 16.5 litros, a 45 litros, lo que representa
importaciones equivalentes a 15 millones de litros diarios.
Lo
que debería llamar la atención de la Secretaría de Salud y de otras
instituciones relacionadas con la alimentación y nutrición, es que, de esos 15
millones de litros de importación, sólo 4 millones 200 mil son aparentemente de
derivados lácteos, como los quesos que se importan o la leche entera en polvo,
el resto, más de 10 millones de litros diarios que se importan, para las Normas
Oficiales de México son subproductos, como sueros.
Estos
derivados lácteos son sobrantes o subproductos de la elaboración de quesos o
“polvos de leche sin grasa” que aquí en el país les dan su ‘arregladita’ y
muchos se comercializan como si fueran leche genuina.
Es
de señalar que en el proceso de comercialización cuentan con la complacencia de
la Secretaria de Salud en el aspecto sanitario, y de Economía, para meter esas
mezclas al esquema generalizado del mercado.
“Estamos
convencidos de que el gobierno de México está en deuda con los productores y en
particular con los consumidores, por permitir el engaño. A esta práctica, dijo
González Muñoz, la consideramos desleal, porque se favorece una competencia
desigual a los productores, y a los consumidores los expone a sufrir riesgos
sanitarios.
“No
es aventurado señalar que miles de compatriotas que ahora se encuentran en una
situación de riesgo y de desempleo en Estados Unidos, sean ganaderos y sus
hijos quienes salieron de nuestro país en busca de oportunidades que aquí se
les negaron.
“Hasta
hoy seguimos esperando una señal del Presidente de la República, Enrique Peña
Nieto, que nos indique un cambio de dirección. Creemos que pudiera ser un
primer paso pudiera ser a través de la paraestatal LICONSA.
Esta
empresa comercializa más de 3 millones de litros diarios y ya avisó que las
compras de leche a pequeños y medianos productores va a disminuir a los niveles
del año que la empresa paraestatal compraba en el 2008.
También
informó que se mantiene el precio de 6.20 por litro, que también es similar al
precio de hace 4 años, a pesar de que el aumento en 2015, de un peso por litro,
representa aproximadamente 800 millones de pesos.
Esto
representa para la empresa, en términos económicos, el valor de la crema que le
quita a cada litro de los productores mexicanos, lo que representa 4 pesos por
litro.
Si
hacemos cuentas, dijo finalmente, si a cada litro le extraen 4 pesos por
concepto de crema, tiene un valor de 2.20 el litro y la vende a 5.50.
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