Muy
buenas tardes.
Me voy a subir aquí, porque ya ven
que pusieron aquí un templete.
Pero
quiero saludar, en primer lugar, a todas las mujeres hoy aquí presentes, que
representan a distintos ámbitos del quehacer social de nuestro país, tanto en
la vida pública, como en la vida privada.
Les quiero saludar con enorme
respeto y con reconocimiento en este Día Internacional de la Mujer por la labor
incansable y por ser pilar, así lo subrayo y lo digo: pilar del desarrollo
nacional.
En todo el trabajo que realizan ustedes
y las millones de mujeres de nuestro país está, sin duda, una tarea, un trabajo
entregado a contribuir al desarrollo de sus familias, de sus comunidades y, en
consecuencia, al desarrollo nacional.
Como Presidente de la República, en
este Día Internacional de la Mujer, instituido por Naciones Unidas hace 40
años, hoy sólo puedo, en primer lugar, expresar reconocimiento, felicitación a
todas las mujeres de México por su importante y primordial contribución al
desarrollo de nuestra Nación.
Muchísimas felicidades.
Pero quiero agradecer a mi esposa,
Angélica, que esté hoy aquí presente. Platicaba con ella hoy por la mañana.
Y
después de haber escuchado los mensajes, déjenme decirles que yo le agradezco,
y lo quiero hoy en este día significar, a Angélica, el que a lo largo de estos
años me haya venido acompañando en una tarea que ha asumido con enorme entrega,
con pasión; dedicándose a este rostro tan noble que tiene la institución para
el Desarrollo Integral de la Familia, en lo que, además, no propiamente la
tarea, ni la actividad a la que ella estaba entregada. Y lo ha asumido con
absoluta entrega y con el único afán, y yo le quiero hoy aquí testimoniar
gratitud y reconocimiento, de apoyar a su esposo, el Presidente de la
República.
Angélica, muchas gracias. Gracias,
amor, por estar aquí siempre pendiente, con tu orientación, tu consejo. Y
siempre me da consejo. Sabe que no siempre, a lo mejor, termino por escucharlo
o atenderlo, pero siempre está presente el consejo, como seguro estoy lo está
en el trabajo y en la labor que realizan todos los hombres de México. Ahí está
atrás el consejo de la mujer, o al lado, el consejo de la mujer. Ya que lo
atiendan o no, es otra cosa, pero ahí está, seguro estoy que ahí está.
Déjenme decirles que, en este día,
primero, quiero saludar a todas las mujeres. La verdad. Los hay de distintos
ámbitos, mujeres muy importantes de la vida pública, desde ministras de la
Corte, Magistrada Presidenta del Tribunal Federal Electoral.
A la Vicepresidenta de la Mesa
Directiva de la Cámara de Senadores; Diputadas, legisladoras, titulares de
organismos autónomos.
También están quienes no son
mujeres que son titulares de organismos autónomos, que están aquí, acompañando
esta celebración del Día Internacional de la Mujer.
Hay mujeres que representan a
distintas comunidades de nuestro país, vienen de Yucatán, de San Felipe del
Progreso, de Oaxaca, del Istmo, de distintas partes. Oaxaca, Ixtepec.
Aquí
hay de muchas partes. Juchitán, no quiero omitir a ninguna. De Tabasco, de
muchas partes; de Chiapas, de varias partes de la geografía nacional.
Hay mujeres que participan en la
vida pública y política y que no lo hacen, y que están hoy aquí presentes; y
las hay quienes tienen un importante papel dentro de la vida política del país
y a quienes saludo con enorme respeto, afecto y reconocimiento en este Día
Internacional de la Mujer.
Después de haber escuchado los
mensajes que aquí han tenido o me han antecedido ya en la participación, la
verdad es que me dejaron poco qué decir y, más bien, poco qué decir en términos
de las cifras y estadísticas, porque varios de ustedes hicieron referencias a
los mismos números que yo traía. Y creo que éste no es un día para hablar de
números.
Sabemos que más de la mitad de
nuestra población son mujeres. Sabemos que hoy hay una creciente participación
de la mujer en la vida pública de México.
Sabemos, también, y lo saben las
mujeres, particularmente, Legisladoras, que en estos cuatro años hemos
realmente asumido un compromiso por apoyar la paridad de género, por apoyar la
igualdad y respeto a la mujer y por eliminar toda clase de discriminación.
Que hemos modernizado y quizá era
una tarea no agotada, sí hemos actualizado el marco normativo que tenemos.
Aquellas normas que estaban en distintos ordenamientos que no tenían una
previsión, precisamente, para generar condiciones de igualdad para la mujer.
Y, hoy, tenemos distintas
modificaciones, se ha actualizado y, repito, a lo mejor, no en una tarea
agotada, pero sí ha habido avances significativos.
Quizá al que se ha hecho aquí
especial mención es a uno de especial trascendencia, de esos que estoy seguro
no van a cambiar, no se van a modificar, pero que tienen o que dejan huella
importante del avance que como Nación estamos teniendo en favor de la igualdad
entre mujeres y hombres.
Es increíble que apenas muy pocos
años, poco más de 50 años hubiésemos tenido en México por primera vez este
cambio que dio espacio para que la mujer pudiera votar y ser votada.
Hoy yo creo que las nuevas
generaciones, y especialmente las mujeres, pensarían que es inconcebible e
impensable que México hubiese estado así hace poco más de 50 años; 1953 se
decide finalmente hacer una reforma para reconocer, porque no fue darle, más
bien fue un reconocimiento a un derecho que ya tenían, pero que no tenían
oportunidad de ejercer las mujeres: el derecho a votar y a ser votadas.
Y creo que la otra reforma
trascendental que se ha logrado en estos últimos años es impulsar la paridad de
género, particularmente, en la incorporación de espacios de decisión pública y
política.
Y ahí está esta reforma
político-electoral, que siempre estarán sujetas a cambios y modificaciones,
porque los partidos son muy intensos en este afán de siempre perfeccionar el
marco para la competencia democrática, pero algo que, estoy seguro, no van a
poder modificar y que es un paso irreversible, es el haber dado espacio e
imponer a los partidos políticos la obligación de que la mitad de las
candidaturas a la integración de los congresos locales y del Congreso Federal
sean para las mujeres.
Éste es un paso decisivo en favor
del empoderamiento de las mujeres de nuestro país.
Ahí está, ahí hay un marco, sin
duda, que marca un hito muy importante en el desarrollo político del país y en
favor, precisamente, de impulsar y favorecer la participación de la mujer en la
toma de decisiones políticas en México.
Pero yo quiero hacer referencia
porque esto ha sido, prácticamente, la constante en quienes me han antecedido,
y aquí no dejaré de hacer reconocimiento a esta plataforma que hoy se está
lanzando a propósito de celebrar el Día Internacional de la Mujer, en este
acuerdo, en esta participación de entidades distintas de la academia, como es
el CIDE; del INMUJERES, que con mucha atingencia dirige Lorena Cruz, y con
mucha dedicación y pasión; y del Tribunal Federal Electoral, Magistrada
Presidenta, en esta plataforma, que hemos observado en el video, que se llama:
Políticas, que es este espacio, esta plataforma digital que da participación o
abre un espacio de capacitación, preparación y formación a las mujeres, y que
es una plataforma abierta, pública y gratuita, que han lanzado estas tres
instituciones.
Y que yo hoy reconozco porque creo
que es un paso más, precisamente, en favor de apoyar el empoderamiento de la
mujer, particularmente en la participación de la vida pública.
Pero hay algo a lo que hemos hecho
poca referencia en este espacio, y es justamente a lo que me quiero referir.
La
verdad es que seguimos. Vemos un país que, hay que decirlo, sí hemos avanzando
y de manera positiva en abrir espacios de participación a la mujer en la vida
política, en la toma de decisiones de la vida pública. Pero no todo está ahí.
Creo que me parece no es el único objetivo que debemos perseguir en este
empoderamiento a la mujer. Ahí hay una ruta y hay caminos que se vienen
abriendo.
Pero lo que tenemos que pensar son
en las millones de mujeres que, a lo mejor no están en el afán o el interés de
la vida política, pero que lamentablemente pesa sobre ellas o son víctimas de
discriminación, de violencia y de una cultura machista, que aún no hemos podido
erradicar de nuestro país.
Lo que el Gobierno de la República
ha venido impulsando a través del trabajo de INMUJERES y de todas las
dependencias gubernamentales, porque además asumimos desde el inicio de esta
Administración una política de género con sentido transversal, en el propósito
de que en todas las dependencias del Gobierno hubiese recursos dedicados,
precisamente, a acciones o programas que tienen las dependencias, que tuvieran
por orientación, muy centrada y particular, en atención de las mujeres. Todas
las dependencias gubernamentales así lo tienen establecido, porque así está
plasmado, además, en el Plan Nacional de Desarrollo.
Y en este esfuerzo por lo que
tenemos que seguir trabajando y luchando es por erradicar, repito, esta
cultura, arraigada todavía más en algunos lugares que en otros, pero todavía
muy arraigada de violencia contra las mujeres.
Y hoy en este Día Internacional de
la Mujer si he de convocar o hacer un llamado a la sociedad mexicana, a las
distintas expresiones y organizaciones políticas, y háblese partidos políticos
y no políticas, cualesquiera otras que participan en distintos afanes y
propósitos, es realmente ocuparnos de, en el esfuerzo que realizan, buscar
formas de erradicar y de combatir, de dar una lucha frontal contra toda
expresión de machismo.
No podemos ser cómplices. Nadie
puede ser cómplice por ignorancia, por prejuicios heredados de una cultura
machista; una cultura que al final de cuentas, de verdad, auténticamente,
genera violencia contra las mujeres.
Hay
millones de mujeres, todos los días, en alguna parte de la geografía nacional,
que auténticamente están siendo sometidas a la violencia psicológica o a
maltrato, o incluso, a veces, y ha habido casos donde lamentablemente la
violencia intrafamiliar ha derivado en la muerte de alguna mujer, y que a veces
esas mujeres no encuentran un asidero, la fuerza suficiente para decidirse a
abandonar esos espacios de violencia.
Hemos hecho esfuerzos varios,
todavía insuficientes. Se han creado casas, precisamente, albergues para apoyar
a las mujeres que son víctimas de violencia y orientarles jurídicamente. Pero
todavía el machismo, hay que decirlo, está arraigado y, particularmente, de
manera muy acentuada en distintas regiones de nuestro país.
Creo que este día, en una forma de
celebrar a las mujeres, de reconocer el aporte de las mujeres al mundo, y
particularmente de nuestro país, estamos convocados realmente a seguir dando un
esfuerzo desde distintos espacios, para combatir el machismo tan arraigado en
nuestra sociedad.
Segundo. Tenemos que combatir toda
clase de violencia contra las mujeres. Tenemos que combatirla de manera muy
puntual.
Y
creo que, tanto los legisladores en lo que hace al marco legal, a la
actualización de las normas, Diva, como legisladora y todas las legisladoras
que están aquí presentes, tenemos que ir actualizando normas que, te repito, no
es un esfuerzo agotado todavía, y lo mismo en las políticas públicas que sigue
el Gobierno para salvar a la mujer de la violencia de la que es víctima.
Es
el machismo, es combatir la violencia. Y la violencia se vive en distintos
espacios, en espacios laborales.
El
Gobierno impulsó, hace un par de años, o hace un año, una norma por la igualdad
y la no discriminación o en contra de la discriminación. Y es una norma
laboral, adoptada por ya varias dependencias gubernamentales, precisamente que
define protocolos para asegurar espacios de igualdad y de oportunidad para las
mujeres que participan en espacios laborales dentro de la Administración
Pública Federal.
Pero
no todo está en el ámbito de la Administración Pública Federal, está en
distintos ámbitos.
No
todo es el Gobierno Federal. Hay entidades autónomas, hay organismos
descentralizados, hay otros órdenes de Gobierno, donde debemos trabajar por
abrir espacios de participación igualitaria para las mujeres y para los
hombres.
Y
para que, además, el trabajo de la mujer sea reconocido por igual, a como hoy
se les reconoce a los hombres, en cuanto al ingreso, en cuanto al
reconocimiento y en cuanto al pago que se da por el trabajo que desempeñan.
Y
tercer elemento. Tenemos que seguir trabajando para el empoderamiento de la
mujer.
Y
creo que aquí lo que han referido quienes me antecedieron en el uso de la
palabra son acciones, no son buenos propósitos, son auténticamente acciones que
se están tomando para abrir mayores espacios de participación a la mujer en la
toma de decisiones. Y, sobre todo, para abrir espacios de una competencia igual
a como la tienen los hombres.
Basta
ya de que sea el hombre el que ocupe a veces lugares de preminencia o quienes
vayan por delante.
Creo
que lo que debe permitirnos el marco legal o los marcos o la actualización de
distintos ordenamientos jurídicos es el reconocimiento a la mujer, a su derecho
a participar y a vivir condiciones de igualdad en la participación que tengan
mujeres y hombres.
Y eso es lo que hemos venido
buscando, lo que se ha venido trabajando y lo que aún estamos convocados a
seguir realizando.
No es una tarea agotada. Creo que
hay mucho todavía por hacer.
A
mí me da mucho gusto, déjenme decirles con toda apertura. Aquí hoy, en este
espacio, veo a muchas mujeres que, un espacio como este quizá en el pasado y
muy reciente, difícilmente lo hubiésemos podido observar.
Hoy aquí hay muchas mujeres que
ocupan espacios de representación política y de actuación política muy
relevante y trascendental para la vida nacional.
Aquí hay mujeres que están en el
ámbito de la justicia, en el ámbito del Poder Legislativo, en el ámbito de
Ejecutivo, en distintos espacios.
Aquí
hoy hay mujeres que ya son hoy realidad y que tienen presencia en la toma de
decisiones de la vida política y pública de nuestro país.
A todas las mujeres que asumen con
enorme dignidad, con enorme compromiso, con talento y entrega a la tarea que
realizan, mi felicitación y mi reconocimiento, porque lo que realizan en esos
espacios y lo que influyen desde esos espacios, sin duda, nos permite hoy
reconocer, si bien es cierto que hemos avanzado, que aún tenemos tarea por
hacer, mucha tarea por hacer, precisamente, para que las mujeres ocupen mayores
espacios de participación y de decisión para la vida pública y política de
nuestro país.
Felicidades a todas las mujeres que
ya hoy forman parte de la representación y la participación política de nuestro
país.
Concluyo mi intervención reiterando
mi felicitación.
Miren que yo he leído varias estos
días, notas varias, diversas en redes, que además hoy es común, y me sorprendía
que viniera además de mujeres, que no era una buena, que hoy no era una buena
fecha para felicitar a la mujer. Me dijo, no hay que reconocer, no hay que
felicitar a la mujer. Dije, bueno, si no la felicitamos en el Día Internacional
de la Mujer me parecería un contrasentido.
Claro que hay que felicitar a las
mujeres, claro que hay que reconocerles.
Naciones Unidas por algún motivo
estableció hace 40 años el Día Internacional de la Mujer, y estoy seguro que lo
hizo a partir de reconocer una condición de injusticia que había para las
mujeres del mundo, donde no tenían los mismos espacios, ni reconocimiento a los
mismos derechos que tenían los hombres.
México ha avanzado desde entonces.
Ha avanzado y creo que, a paso muy firme y a paso muy decidido, gracias al
empuje y a la valentía de las mujeres que ya tienen hoy espacios de
participación; y porque siempre están al lado de los hombres, empujándoles a
que se presten, precisamente, a apoyar y respaldar a las mujeres.
Yo les quiero decir, nuevamente,
hoy a las mujeres de México, a las aquí presentes, pero a todas las mujeres de
México: felicidades en éste su día.
Felicidades porque hoy, el
Presidente de la República quiere de verdad dejar aquí constancia y testimonio
de mi mayor reconocimiento, de mi felicitación por la importantísima
contribución que las mujeres de México hacen al desarrollo de nuestra Nación.
En
distintos espacios, sea por su participación en la vida política, sea por su
participación en la vida privada, en cualquier espacio contribuya a que hoy
tengamos el México que ha venido avanzando, sobre todo, de manera muy acelerada
en los últimos años.
Que no se olvide que yo vivo en un
hogar donde predominan las mujeres. Ahí si no hay equidad de género.
Vivo
en un hogar donde tenemos, está mi esposa y cinco mujeres, y que, además, eso
me permite entender muy bien que piensan distinto, tienen diferentes gustos,
preferencias, etcétera. Y, es más, ahí, en el hogar, vivo una representación de
lo diverso que somos como sociedad, y lo diverso que son las mujeres entre sí,
también.
Entonces, mi felicitación a todas
las mujeres. Gracias por ser parte de este homenaje y de esta celebración que
hacemos de reconocimiento a las mujeres de México.
Gracias al CIDE, gracias al
INMUJERES, gracias al Tribunal Federal Electoral, porque en esta fecha,
precisamente, hoy lanzan esta plataforma que, estoy seguro, contribuirá, es una
contribución más a generar mecanismos y herramientas para el empoderamiento de
la mujer en la toma de decisiones de nuestro país.
Felicidades, mujeres de México.
Muchas gracias.
+++
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