jueves, 16 de marzo de 2017

Palabras del General de División Diplomado de Estado Mayor, Ángel Prior Valencia, Director General de Educación Militar y Rector de la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea, durante la Ceremonia Conmemorativa del 100 Aniversario de la Escuela Médico Militar.


Licenciado Enrique Peña Nieto, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas.

            Almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, Secretario de Marina; licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación; doctor José Narro Robles, Secretario de Salud; maestro Aurelio Nuño Mayer, Secretario de Educación Pública; doctor José Antonio Meade Kuribreña, Secretario de Hacienda y Crédito Público; General Salvador Cienfuegos Zepeda, Secretario de la Defensa Nacional.

            Funcionarios del Gabinete Legal y Ampliado y del Gobierno de la República; integrantes de las planas mayores de la Secretaría de Marina y de la Defensa Nacional; distinguidos directores de los Institutos Mexicano del Seguro Social y de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado.

            Respetables rectores y directores de instituciones educativas y directores de facultades de medicina que hoy, nos honran con su presencia.

            Apreciables Generales, exdirectores de este plantel; honorables egresados de esta prestigiosa institución; agregadas y agregados militares de naciones amigas acreditados en nuestro país que hoy, nos acompañan.

            Estimados Generales, Jefes y Oficiales en la honrosa situación de retiro; Almirantes y Generales, Jefes, Oficiales, jóvenes cadetes, personal de tropa.

            Damas y caballeros.

           Representantes de los medios de comunicación:

            Muy buenas tardes a todos.

            Es un honor darles la más cordial bienvenida a este Centro Militar de Ciencias de la Salud, para inaugurar los festejos del Centenario de la Escuela Médico Militar, institución de gran tradición donde se conjuga la formación castrense y la preparación ético-profesional de los médicos cirujanos del Ejército y de la Fuerza Aérea.

            A lo largo de la historia de los conflictos armados, ha sido imprescindible para los ejércitos contar con el apoyo del Servicio de Sanidad, para auxiliar a los heridos en combate.
           En México, el primer antecedente de la atención médica profesional al Ejército, se remonta al año de 1770, cuando era proporcionada por médicos graduados en la Real Escuela de Cirugía de la Nueva España, responsable de mantener la salud de los cuerpos de tropa; institución educativa que, al inicio del México independiente, cambió su denominación a Escuela Nacional de Cirugía, que, posteriormente, se fusionó con la Facultad de Medicina, dando origen al establecimiento de las ciencias médicas, en 1833.

            En 1836, se impulsó un proyecto para la creación de un hospital de instrucción militar que formara médicos militares, capitalizándose, en 1846, con actividades mínimas a causa de las intervenciones extranjeras en nuestro país.

            Fue en 1880, durante el Gobierno del General Porfirio Díaz, cuando se constituye la Escuela Práctica Militar; primer plantel en su tipo en México, de la cual egresaron los médicos que brindaron atención médica a los combatientes en la Revolución Mexicana, cesando sus funciones en 1914, a consecuencia de los Tratados de Teoloyucan.

            Durante este movimiento social, célebres personajes como los doctores Guadalupe Gracia García y Enrique Cornelio Osornio, pusieron en funcionamiento, en 1912, el primer convoy sanitario del que se tiene registro en la historia militar, al diseñar y operar un tren hospital que sirvió de modelo para algunos países de Europa durante la Primera Guerra Mundial.

            La importancia de su funcionamiento fue puesta a prueba, atendiendo a los heridos en combate, destacando el servicio médico brindado al General Álvaro Obregón, al amputarle el brazo izquierdo a consecuencias de la herida causada por una esquirla de granada durante la Batalla de Celaya, en 1915.

            Estos hechos influyeron para que don Venustiano Carranza decretara la creación de la Escuela Constitucionalista Médico Militar, que se inauguró simbólicamente el 12 de octubre de 1916; iniciando sus cursos formalmente el 15 de marzo de 1917, en la Calle del Cacahuatal, en el Centro de esta ciudad; adoptando, en 1920, el nombre de Escuela Médico Militar.

            A partir de 1930, se trasladó al Parque de Ingenieros, en la Calle de Arcos de Belén; y, posteriormente, en 1945, cambia su sede a esta área de Lomas de San Isidro, en instalaciones construidas ex profeso para este plantel, adyacentes al Hospital Central Militar, conformándose, así; el concepto hospital-escuela.

            Amable concurrencia:

            Esta escuela centenaria, desde su creación, ha tenido la noble misión de preparar médicos militares de excelencia, que conjugan los conocimientos científicos y humanísticos con los valores de la formación militar, aspectos que distinguen a sus egresados, por su temple y carácter castrense, y su firme vocación por la salud.

            Este binomio indisoluble, es lo que le ha dado renombre a nuestro país, siendo, además, de las pocas instituciones con estas características a nivel mundial, orgullo de las Fuerzas Armadas y de los mexicanos.

            Es, además, el primer plantel militar de carácter mixto en el país, al permitir el ingreso de mujeres, en 1973, fomentando, desde entonces, la equidad de género en el quehacer castrense.

            Este centro de estudios, desde su creación hasta la fecha, ha formado a tres mil 755 médicos militares; de los cuales 555 han sido mujeres, incluyendo 70 becarios extranjeros de países como Belice, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos de América, Etiopía, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú, República Dominicana y Venezuela.

            También, de 1995 al año 2000, contribuyó en la formación de 194 médicos de la Secretaría de la Marina, en tanto se consolidaba su proyecto de conformar la Escuela Médico Naval. Todos ellos, profesionales de la salud con amplia vocación de servicio y plenamente identificados con su nación y sus objetivos.

            Nuestros médicos militares son mujeres y hombres cuya probada capacidad se ha visto reflejada en las actividades de labor social, en la aplicación del Plan DN-III en auxilio a la población civil en casos de desastre, y durante la ayuda humanitaria prestada a países amigos, trascendiendo, además, al ámbito de la salud pública, permitiéndoles contribuir en diversas instalaciones educativas y hospitalarias del Sistema Nacional de Salud.

            Es importante resaltar que, con el decidido apoyo de nuestro Comandante Supremo, el Presidente de la República, y el impulso de mi General Secretario de la Defensa Nacional, se edificaron estas magníficas instalaciones donde nos encontramos, que alojan, entre otros planteles del Servicio de Sanidad, a la Escuela Médico Militar.

            Infraestructura de vanguardia, dotada con los mejores equipos médicos y laboratorios científicos con tecnología de punta, que permiten alcanzar altos estándares de calidad en la formación médica de sus discentes. Prueba de ello, es la certificación otorgada por el Consejo Mexicano para la Acreditación de la Educación Médica.

            Señoras y señores:

            Para celebrar los primeros 100 años de trayectoria de este plantel, se han programado diversos eventos conmemorativos, como: conciertos musicales y concursos literarios y de artes plásticas, eventos académicos nacionales e internacionales, reuniones de aniversario para las antigüedades que cumplen 25 y 50 años de egresados, la emisión de un timbre postal y un billete de la Lotería Nacional.

           La edición de un libro conmemorativo y eventos deportivos, como el realizado el pasado 12 de marzo en diversas partes del país, con la carrera de cinco y 10 kilómetros, donde se tuvo una afluencia de más de 46 mil asistentes, entre participantes y público en general.

            Señor Presidente:

            Las mujeres y hombres que integramos las Fuerzas Armadas y, en especial, quienes se formaron y siguen formándose en este importante centro de altos estudios, agradecemos su voluntad para apoyar y fortalecer la preparación integral del personal militar, para un mejor servicio a la Patria.

            Bajo su liderazgo, nos incorporamos decididamente a la dinámica de la Reforma Educativa que se ha impulsado en todo el país, lo que nos ha permitido elevar la calidad de la enseñanza y ofrecer nuevas opciones para el desarrollo profesional del personal académico y docente del Sistema Educativo Militar.

            Su determinación para consolidar este proyecto de infraestructura educativa en el que nos encontramos, representa un beneficio, no sólo para el Ejército, la Armada y la Fuera Aérea, sino, también, para México y su gente.
          
            Su presencia en esta ceremonia nos motiva y enorgullece, constituyéndose en un reconocimiento a la incansable labor que realizan nuestros médicos militares.

            Mi General Secretario:

            Valoramos su amplia visión para fortalecer la ruta profesional de médicos, enfermeras, especialistas y técnicos del Sistema de Salud Militar.

            Tenemos la certeza que la vasta infraestructura hospitalaria que se ha construido, ampliado y remodelado en los últimos cuatro años permitirá al personal que integran las áreas del servicio médico ser más eficientes en el desempeño de sus funciones, beneficiando directamente a nuestros soldados y a sus derechohabientes.

            Todas estas acciones representan un gran avance para nuestra institución, y reflejan su liderazgo como alto mando del Ejército y Fuerza Aérea, además, de su preocupación constante por procurar el bienestar de la gran familia militar.
          
           Respetable auditorio:

            A un centenario de vida de esta institución, reconocemos la importante y trascendental labor de quienes han sido parte de ella: directivos, académicos, del cuerpo de cadetes, docentes, administrativos y de apoyo a la educación, que se ha visto reflejada en el egreso de médicos entregados a su profesión. Ellos, han dejado un legado invaluable para las nuevas generaciones.

            Es justo reconocer, también, a todos los egresados presentes y ausentes que, con su actuar, han sabido dignificar la profesión y el renombre de este plantel. Y, para ellos, nuestro sincero agradecimiento.

            Con ese ímpetu de servicio, este plantel militar seguirá incorporando a las Fuerzas Armadas, profesionales de la salud, responsables, dignos y eficientes.

            Con esa herencia histórica, continuará formando médicos con profundo sentido humano, que les permita crear empatía con sus pacientes. Médicos y militares con gran disposición y entrega, acorde a los valores éticos que se les inculcaron, conscientes de que la práctica de su profesión conlleva a la gran responsabilidad de realizar todos los actos de su vida militar con honor, lealtad y disciplina.

            En el marco de esta celebración, por mi conducto, los médicos militares ratifican a la sociedad su firme compromiso institucional, su entrega y dedicación por la salud, pero, sobre todo, su vocación de servir a México; honrando siempre el lema de esta noble institución educativa: La salud, como meta, y el honor, como guía.

            Muchas gracias.

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