Ø La inseguridad crece;
la recomendación del CNB es buscar la mejor forma de autoprotegernos
Ø En blindaje tanto personal, de
autos o arquitectónico lo primero en realizar es un análisis de riesgo
Reducir los índices delictivos es un reto que, en vista de los resultados, ha sido insalvable hasta ahora en nuestro país. Tan solo en marzo de este año, 62.1 por ciento de la población de 18 años y más, residente en 75 ciudades, consideró que es inseguro vivir en su localidad[1]. Ante tal panorama, el Consejo Nacional de Industria de la Balística se ha propuesto difundir mayor información acerca de qué factores se deben conocer para decidir qué tipo de protección se puede adquirir para aumentar nuestros niveles de seguridad personal.
Según lo que ha observado el CNB, un mayor
número de personas están buscando protección ante las amenazas que detectan en
su vida diaria, y ante ello, la primera recomendación es realizar un análisis
de riesgo para determinar las necesidades reales del usuario potencial. “Es lo
más importante para determinar qué tipo de protección necesita adquirir para reducir
los efectos de una agresión”, explicó Ignacio Baca Torres presidente de la
Comisión Ejecutiva del organismo.
Cabe señalar que hay tres tipos de protección
que se le pueden proporcionar a los usuarios: la personal, tanto para el
cliente como para sus acompañantes, familia, escoltas y cercanos que pudieran
estar en riesgo; la automotriz, que aplica en los vehículos de traslado; y la
arquitectónica, que protege inmuebles y a las personas que estén dentro de
ellos.
Para el resguardo personal
Es el tipo de protección que necesita un
individuo para cuidarse de algún ataque; generalmente se usan chalecos, aunque
hay otro tipo de prendas. Desde luego, no es el mismo riesgo el que corre un particular
ante un posible asalto, para lo cual puede usar un chaleco nivel NIJ II o III-A,
que el riesgo que corre el personal de las fuerzas del orden, que requiere de
un nivel NIJ III ó IV, para más protección.
Los chalecos de nivel NIJ III-A son útiles para
detener municiones de plomo, las más usadas en México. Los niveles NIJ III y IV
son contra proyectiles de mayor poder de penetración; ambos incluyen placas de cerámica
y polietileno, con peso de entre 3 y 3.8 kg., además de los 3 kg que pesa el
chaleco, “si se considera el uniforme completo, equipos y armamento, se puede convertir
en un problema para los usuarios, por el desgaste físico después de muchas
horas de portarlo. Por cierto, en la CDMX no es tan necesario este nivel, pero en
otros lugares sí, por el mayor riesgo”, explicó Ignacio.
En se sentido, el análisis de riesgo sirve para
elegir la prenda más adecuada, ya que ayuda a determinar cuál es la protección más
apropiada, de acuerdo con el tipo de arma que represente la amenaza potencial,
e incluso según la región del país. Además, se debe diferenciar si el riesgo se
representa por arma de fuego o un arma punzocortante, ya que el chaleco en cada
caso es diferente.
Para la protección automotriz
Por su parte, Omar Lara, delegado de la
Comisión de Blindaje Automotriz del CNB, comentó que para decidir el tipo de blindaje
que se requiere en un vehículo, se deben conocer las necesidades del usuario,
sus inquietudes, o hasta amenazas, para determinar si se requiere un blindaje
anti asalto, contra secuestro, o incluso contra atentado.
“Hay varios niveles de blindaje, cuya elección
depende del nivel de riesgo. Desde luego, existen variaciones de costo y peso final,
y además se tienen que analizar bien las especificaciones del vehículo para realizar
las moficiaciones correspondientes”.
Es importante considerar hasta dónde puede
penetrar una munición. Por ejemplo, los niveles comerciales de blindaje 2 y 3
son básicamente de protección anti asalto y resisten hasta Magnum .44; su
objetivo es evitar que el vehículo y/o las pertenencias sean robadas durante un
asalto a mano armada. Los niveles 4 y 4+ son para prevenir secuestros y pueden
detener proyectiles de armas hasta AK-47 o AR-15 con munición S-109 o M855 en
el caso del 4+. “Aquí se busca proteger a los ocupantes y evitar que sean extraídos
del vehículo y secuestrados”.
Por último, los niveles 5, 5+ y superiores son
contra atentados, y detienen proyectiles de armas con municiones 7.62x51. “La
diferencia entre un asalto y un atentado, es que en el primero se busca solo
sustraer pertenencias de valor, mientras que en el atentado se busca quitar la
vida a la persona, por lo que el vehículo debe protegerlo completamente; aquí
se requieren vehículos muy potentes, que no se detengan ante un obstáculo”. agregó
Omar
Para la protección arquitectónica
Incrementar la seguridad de un bien inmueble o
una instalación de cualquier tipo, independientemente del uso que tenga,
también se requiere llevar a cabo previamente un análisis de riesgo, ya que se
deben considerar las necesidades y los riesgos de los clientes, o bien del
entorno donde se ubica el inmueble o instalación, este análisis de riesgo debe
ser muy preciso, por los costos de los materiales a emplear en el reforzamiento
de la seguridad, los cuales se relacionan directamente con el volumen de la
construcción que se hará.
De acuerdo con René F. Rivera Arózqueta,
presidente de la Comisión de Blindaje Arquitectónico y enlace con Autoridades y
Asociaciones del CNB, existen diferentes alternativas para proteger una
construcción. “Por ejemplo, puede usarse acero balístico para paredes y
puertas, o bien en el caso de las puertas para aligerarlas puede usarse
polietileno unidireccional de alta densidad.
“La decisión tiene que ver con la necesidad del
cliente e incluso con el presupuesto. “La protección antivandálica puede ser
adecuada para algunos tipos de tiendas y joyerías, en donde se pueden usar
policarbonatos antivandalicas de 12.7 mm para sustituir los cristales o bien
colocarlos por la parte de atras y evitar que se rompan, lo que los convierten
en un elemento disuasivo, aunque también existen cristales blindados con
respaldo de policarbonato, asi como cristales blindados sin policarbonato que
igualmente pueden cumplir con la función”.
Pero en cualquier caso, ya sea blindaje
personal, de vehículos o arquitectónico, la recomendación del CNB es la misma:
buscar asesoría de expertos. Es más seguro adquirir un producto blindado,
contando con un análisis de riesgos previo, a adquirir un producto por internet
o contratar un servicio de blindaje ofrecido por alguna empresa que no tenga
registro ni certificaciones que las validen. “La tendencia es el crecimiento
del blindaje por el aumento de la inseguridad, la gente busca proteger su
patrimonio y sus negocios. Sin embargo, cada vez hay menos denuncias por el
temor que la gente tiene a las autoridades al darles datos personales, por eso
buscan protección por su cuenta; en cualquier caso, el CNB está para ayudar y
orientar”, finalizó René.
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Acerca del CNB: El Consejo Nacional de
la Industria de la Balística es el órgano representativo de la industria del blindaje
en México. Agrupa a las empresas más importantes de este sector en áreas como: Blindaje
arquitectónico, blindaje corporal (chalecos, ropa y placas balísticas), blindaje
de vehículos de uso civil y táctico, fabricantes de vidrios blindados, así como
también a los principales fabricantes y comercializadores de materiales balísticos.
Representa una industria que genera empleos
directos e indirectos con mano de obra mexicana altamente capacitada y
especializada; ofrece a sus clientes productos de la más alta calidad y
constante desarrollo de efectivas e innovadoras tecnologías balísticas en un
entorno de total ética profesional y estricto apego a las leyes vigentes que
regulan su sector, contribuyendo a mejorar los niveles de seguridad de nuestro
país buscando siempre poner el nombre de México en el más alto nivel internacional.
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