martes, 6 de junio de 2023

Palabras del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, durante la Reunión Nacional de Consejeros Regionales de BBVA México

Muchas gracias, es un honor, saludo al Consejo de Administración de BBVA México y agradezco la oportunidad para conversar con ustedes sobre nuestra perspectiva económica y de finanzas públicas en México. Quizás estarán de acuerdo en que los últimos tres años, han traído retos económicos y geopolíticos internacionales un tanto inusuales, por decir lo menos; traen incertidumbre, hay choques en economías muy importantes en el mundo. Estos eventos y sus efectos se han venido acumulando, plantean retos a todos los gobiernos del mundo. Aún así, durante los primeros meses de 2023 hay algunos signos positivos en el panorama internacional: hay solidez en la demanda de economías avanzadas, incluido Estados Unidos, mercados laborales muy sólidos; menores presiones por falta de insumos o cuellos de botella y apertura en China. Hay una normalización en las cadenas de suministro y menores presiones en los precios de energía como el petróleo y gas. Con todo hay elementos que añaden volatilidad a los mercados financieros y riesgos de una desaceleración económica global. A inicios de mayo, observamos la quiebra de otro banco regional en Estados Unidos, lo que avivó la incertidumbre sobre las vulnerabilidades en segmentos del sistema bancario regional en ese país que podría generar más episodios de aversión al riesgo y un endurecimiento de las condiciones de acceso al crédito. Sumado a lo anterior, a la política monetaria restrictiva, podría contraer aún más la demanda agregada. Apenas la semana pasada se alcanzó el acuerdo para incrementar el techo de la deuda en Estados Unidos, lo que llegó como un alivio, aunque el mismo aún está en discusión, probablemente la solución va a ser un cambio en el presupuesto de 2024 y gradualmente, cuando menos, en la política fiscal de Estados Unidos. En este entorno, la economía mexicana ha sorteado los choques mencionados con gran estabilidad, gracias a sus equilibrios fiscales y macroeconómicos, la fortaleza de la demanda interna y la menor dependencia del ciclo económico de EU, como el solo impulsor de nuestro ciclo económico. Menciono lo anterior por el papel que han tenido el consumo y la inversión como los principales motores de la recuperación desde la última caída por la pandemia en 2020. El papel de estos dos agregados, consumo e inversión, en la más reciente recuperación fue preponderante, lo cual contrasta con la dinámica observada en las recuperaciones posteriores de 1994 y 2009 a cuyo patrón ya nos habíamos acostumbrado, donde la exportación neta fue el impulso más importante, así como la depreciación del tipo de cambio. Aquí nos desviamos de ese patrón, estamos entrando en un nuevo patrón de recuperación y por eso es que el consumo y la inversión tienen este papel. Hoy no vemos un riesgo de contagio importante en México ante los acontecimientos de algunos bancos regionales en EU. Si bien la banca nacional tiene una participación extranjera importante, las principales fuentes de financiamiento de los bancos provienen de los depósitos y cuentas de ahorro de hogares y de empresas locales, lo cual reduce los riesgos de liquidez para la economía en su conjunto. Además, nuestro país tiene altos niveles de capitalización en la Banca, baja morosidad y un bajo nivel de apalancamiento en las instituciones financieras, empresas y hogares. México destaca, además, por la consistencia y la solidez de su economía. Las primeras cifras del PIB en 2023 apuntan a que la economía no sólo sigue creciendo por arriba de su promedio histórico, sino que además se aceleró con respecto al cierre del año pasado. Con un crecimiento trimestral de 1.0%, es una cifra que la economía mexicana acumula seis trimestres de crecimientos positivos consecutivos. El PIB ha crecido y alcanzó un piso de crecimiento para lo que resta del año, si creciéramos cero lo que resta del año, el piso de crecimiento es 2.2% para todo el año, el cual consideramos seguirá aumentando con el buen desempeño del consumo, el empleo y la inversión. Me detengo en el principal motor que es el mercado interno. La fortaleza del consumo privado refleja de cerca los beneficios de la política salarial y las reformas laborales emprendidas en esta administración. Entre otros, los aumentos al salario mínimo, la reforma al esquema de subcontratación laboral, la reforma al sistema de pensiones y la reforma laboral. Estas políticas y reformas han aumentado la participación laboral y mejorado las condiciones de los obreros, de los trabajadores para millones de ellos que ahora tienen acceso a mejores prestaciones sociales, a un mayor salario, a mejores condiciones de negociación colectiva y consecuentemente a un consumo con mayor confianza. Hay otros indicadores que reflejan los resultados de estas reformas. El desempleo en los primeros cuatro meses del año tocó mínimos desde que se tiene registro, promediando a penas 2.7%. La tasa de participación laboral se encuentra en máximos históricos superiores al 60% y contrarío a lo que se observó en otras economías recuperó rápidamente sus niveles previos a la pandemia. Destaca la participación laboral de las mujeres que se ubica también en máximos históricos y en con tendencia creciente. Durante los primeros cinco meses de 2023, se observaron niveles récord de generación de empleo formal con el registro de 490 mil nuevos puestos en el IMSS, lo cual es el aumento más alto desde que se tiene registro. Los salarios también han venido incrementando. El salario promedio real incrementó 2.3% anual durante los primeros cuatro meses de 2023. Aunado al aumento del empleo ha resultado en aumentos significativos de la masa salarial que junto con el aumento del salario mínimo permite reducciones en el porcentaje de la población en pobreza laboral que se ubicó al cierre de 2022 en su nivel más bajo para un mismo trimestre desde 2008. Hay que mencionar un componente externo en el buen desempeño del consumo que se asocia a los niveles récord de remesas que hemos estado observando desde el año pasado. Cabe añadir, que el ingreso de turistas se encuentra también en máximos históricos y que tan sólo en los primeros tres meses del año creció 23%. Por otro lado, las presiones inflacionarias se han moderado. La evolución más favorable ha sido en el componente no subyacente, aunque la subyacente se ha ajustado más gradualmente a la baja continúa en una tendencia decreciente. Debido al contexto global y la apreciación del peso, hemos observado menores presiones inflacionarias provenientes del exterior, que se han reflejado en una disminución acelerada de los precios al productor. Esperamos que esta desaceleración se traslade paulatinamente a los precios generales. En la parte de la inflación subyacente, y en línea con lo que sucede en el resto del mundo, seguimos viendo presiones asociadas principalmente al precio de algunos alimentos procesados. Esto se ha trasladado incluso a la inflación de servicios, en donde la mayor parte se explica por aquellos relacionados con alimentos y no es por presiones internas de demanda. Un elemento más para el desempeño económico de mediano y largo plazo, está en el marco de los acuerdos del Diálogo Económico de Alto Nivel entre México y Estados Unidos. Aquí trabajamos en la facilitación de comercio, inversión en infraestructura, proyectos conjuntos de conectividad, seguridad y fuentes de energía sustentable, así como en la formación de profesionistas y técnicos que puedan desempeñarse en industrias de alto valor agregado. Este canal de comunicación y grupos de trabajo con nuestros principales socios comerciales nos permitirán seguir aprovechando las oportunidades comerciales y de inversión donde México es el principal beneficiario del actual contexto global de relocalización de las cadenas globales. Hay muchas razones por las que México es el candidato natural para aprovechar esta coyuntura de relocalización, primero es la geográfica. Contamos con una red, además de tratados comerciales que nos dan acceso preferencial a 50 países que representan poco más del 50% del PIB mundial. En comparación, Estados Unidos tiene únicamente tratados con 20 países. Contamos también con una población joven y bien calificada, y un amplio territorio con recursos naturales y una frontera de 3 mil kilómetros con el mercado estadounidense. Desde el año pasado, pero sobre todo este año, hemos estado observando muestras de interés en nuestro país para relocalizar empresas en lo que se conoce como nearshoring. Tan sólo en lo que va de 2023, hemos registrado anuncios de inversión de 20 empresas por un monto total de 13 mil millones de dólares, de los cuales 54% corresponden al sector automotriz y autopartes en donde destacan Tesla y BMW. Destaco que los anuncios subestiman el potencial, ya sea porque muchos planes no se anuncian y están en marcha, y porque los anuncios preliminares no incluyen todo el potencial que consideran las empresas. La demanda de espacios industriales en el norte del país se encuentra en niveles récord, con una tasa de ocupación mayor al 97% y con un incremento en el área bajo construcción de espacios industriales mayor al 100% en ciudades como Guadalajara y Ciudad Juárez. Ello se ha traducido en incrementos del empleo y mejoras salariales en la construcción. En este mismo sentido, hemos visto incrementos importantes en la importación de bienes de capital, sobre todo de aquellos relacionados a la construcción. En la medida en que los beneficios se sigan materializando y se logre vincular a las empresas extranjeras con la cadena de valor nacional y aumentar el contenido doméstico de las exportaciones, se verán mayores impactos positivos sobre el crecimiento potencial de la economía. Para ello será indispensable movilizar recursos y desarrollar mecanismos que amplíen el financiamiento para las empresas, a fin de contribuir a la atracción de inversiones y al desarrollo de enclaves industriales logísticos y de suministro para fortalecer la participación de las empresas nacionales y su integración a la cadena de valor en Norteamérica. En este sentido, la banca comercial tiene el mayor reto para responder de forma ágil a necesidades de financiamiento de la industria y de las nuevas empresas vinculadas a estas oportunidades. Comparto ahora nuestras reflexiones sobre las finanzas públicas, las prioridades que ha tenido esta administración en el uso de los recursos públicos y las previsiones para el cierre de la administración. En primer lugar, durante esta administración se rompió con la tendencia decreciente de la inversión pública, logrando que en estos cuatro años la inversión física crezca 24% en términos reales. Uno de los elementos clave es que se ha modificado la dinámica regional del gasto de inversión para apoyar en el Presupuesto Federal a los estados del sur y del sureste más rezagados y que en años anteriores habían estado recibiendo un gasto de inversión menor. Así, entre 2018 y 2022 el valor real de la construcción pública en el sur creció 120%. Esta cifra contrasta con lo observado entre 2012 y 2018 cuando la construcción pública en estos estados se contrajo 64%. Estamos invirtiendo en proyectos específicamente para reducir desigualdades regionales, económicas y sociales. Estos proyectos permitirán ampliar el mercado interno, mejorar la integración regional y expandir la frontera productiva de México, para que en el mediano plazo se comparta el desarrollo y logremos un país mayormente integrado y equitativo. Se están dedicando también recursos para invertir en energías renovables. En este ámbito destaca el Plan Sonora, que se nombró así porque estamos ligándolo con una nueva cadena de proveeduría para la industria automotriz eléctrica en Arizona, y estamos trabajándolo en conjunto con el gobierno de EU en donde destacan la participación del señor John Kerry, enviado especial para el clima. Este plan permitirá el desarrollo de parques solares y polos industriales basados en energías limpias. Al respecto, se inauguró a principios de este año la primera etapa de la Central Fotovoltaica de Puerto Peñasco, que se convertirá en la planta fotovoltaica más grande de América Latina. En los estados del norte se está invirtiendo también en infraestructura carretera y modernización de las aduanas para facilitar la conectividad de la región con Estados Unidos y el resto del país. Otro de los pilares de la actual administración es fortalecer y ampliar la red de protección social para garantizar derechos fundamentales y en apoyo de la población más vulnerable. Prueba de lo anterior es que, en los primeros cuatro años de la administración, el gasto en protección social per cápita incrementó en un 34% real. Es decir, mientras en 2018 se gastaban 8,700 pesos por persona, en 2022 se gastan 11,700 pesos. Estos recursos inciden de forma directa en el bienestar de las familias y son un sustento también para la fortaleza del mercado interno y de la confianza de sectores vulnerables. Asimismo, en esta administración se lograron subir a rango constitucional programas sociales como la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, lo cual ha fortalecido el ingreso de los hogares y asegura que los adultos mayores no caigan en pobreza al término de su vida laboral. En lo que respecta a los ingresos del sector público, seguiremos buscando mejoras en la eficiencia tributaria para mantener el buen desempeño de la recaudación sin necesidad de crear nuevos impuestos o incrementar los existentes. Con estos ingresos el Gobierno Federal ha podido hacer frente a sus compromisos, por lo que no se ha recurrido a mayor deuda para financiar el gasto social. La política económica de la administración nos ha permitido mantener una posición fiscal sólida para afrontar choques. Quiero enfatizar que las finanzas públicas están sanas y están en línea con el cumplimiento de las metas planteadas en el Paquete Económico de 2023 aprobado en el Congreso. El nivel de deuda, como porcentaje del PIB, se mantendrá estable, como hasta ahora lo ha hecho, en 49.9% del PIB y proyectamos cerrar la administración en este mismo o un nivel muy parecido. Esta estabilidad en la evolución de la deuda pública es otro de los cambios notables que ha ocurrido durante la actual administración. Durante los primeros cuatro años, el crecimiento de la deuda fue solamente 9% en términos reales, mientras que el promedio de las tres administraciones previas había sido de 27%. La solidez fiscal y financiera ha sido corroborada por organismos internacionales, así como por las 8 agencias calificadoras con quienes mantenemos el grado de inversión y la perspectiva de calificación estable. Otro indicador de esta situación de confianza está en la fortaleza del peso. Esta variable ha sido un reflejo de las condiciones económicas de México, así como de la estabilidad política y estabilidad social. Cabe destacar, que este comportamiento no tiene precedentes en muchas décadas, pues en la presente administración hemos observado una apreciación de alrededor del 15%. Concluyo mi participación agradeciendo nuevamente al Consejo del banco BBVA por su invitación y hospitalidad. Reitero nuestro apoyo desde la Secretaría de Hacienda para continuar colaborando con la solidez y profundizar el papel de la banca como promotor del desarrollo económico de nuestro país. Muchas gracias

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