miércoles, 27 de abril de 2022

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·        A lo largo de 27 años, ha superado campañas de desprestigios, de masacres y de genocidios; corrupción, impunidad e injusticia, así como el crimen de Estado que le arrebató la vida al talentoso magistrado penalista Abraham Polo Uscanga

·        El SUTAUR-100 fijó, a través de un pronunciamiento político, su posición en la víspera del Día Internacional del Día del Trabajo, donde “los rostros del abandono”, es una prueba fehaciente que dejó como resultado el neoliberalismo sanguinario

 

Al celebrarse este Primero de Mayo el Día Internacional del Trabajo-2022, la Comisión Liquidadora del Sindicato Único de Trabajadores de Autotransportes Urbanos de Pasajeros Ruta-100, fijó un pronunciamiento político donde “los rostros del abandono”, es una prueba fehaciente que dejó como resultado el neoliberalismo sanguinario.

Acusó que a lo largo de 27 años, esta central camionera urbana desaparecida el 8 de abril de 1995, siga enfrentando y superando campañas de desprestigio, de masacres y genocidios; corrupción, impunidad e injusticia, así como el incalificable asesinato de Estado en contra del talentoso magistrado penalista Abraham Polo Uscanga, ocurrida el 19 de junio de ese mismo año.

Tras emitir un mensaje político-jurídico, el líder moral vitalicio de la desaparecida R-100, Jorge Cuellar Valdez hizo un recuento que a nivel internacional tiene mucho que ver cómo los gobiernos del mundo, se sigan creando castas de pobres, que ante la humillación que comparativamente deja la riqueza descomunal para unos cuantos multimillonarios, el genocidio se ha centrado en aniquilar a la clase trabajara de todo el Planeta.

“Día a día, los trabajadores del mundo nos enfrentamos con invisibles ‘Jinetes del Apocalipsis’, incluso la ONU ha sido cómplice por omisión que la riqueza mundial sea repartida equitativamente, dejando entre ver que el poder político, económico y financiero, de forma insaciable, siga fabricando pobres al por mayor”, acotó.

Más de mil 300 millones de personas viven en cuadros de pobreza extrema en el mundo, y según estimaciones del Banco Mundial, los 20 países más pobres del orbe se encuentran en el continente africano, encabezados por Ruanda, Guinea, Bénin, Tanzania, Costa de Marfil, Zambia, Malawi, Angola y Chad, que comparativamente, se advierte que seres humanos al ganar decenas de miles de pesos al año, sigue abriendo la brecha en el porcentaje de la población mundial más rica.

México se encuentra en el lugar 35 de los países con mayor pobreza en el mundo, según datos de 101 naciones. A nivel Latinoamérica y el Caribe ocupa la tercera peor posición de América Latina, con 16.8 por ciento de su población que no puede pagar por varias de sus necesidades básicas, como alimento o vivienda. Sólo Honduras y Guatemala enfrentan condiciones más adversas en la región.

En su manifiesto, la Comisión Liquidadora de la extinta R-100 se sumó a la posición política generalizada de todas las organizaciones sociales, obreras, campesinas, estudiantiles y populares, para mantenerse en pie de lucha pacífica, así como lo han hecho por más de cinco quinquenios miembros del SUTAUR-100, donde se observan lastimosamente los Rostros del Olvido, en una historia repetitiva referente a la eterna lucha por la dignidad y el rescate de sus emolumentos que les fueron birlados y defraudados dejando una amarga experiencia en el mundo.

Para nosotros —aseveró Cuellar Valdez— no existe ningún cambio, para nosotros somos los traicionados, los defraudados, los despojados e ignorados como trabajadores  de ex Ruta-100.




Continuó: “Solo comprenderemos que en realidad exista un cambio de régimen que pugna la Cuarta Transformación de nuestro país, cuando los nuevos gobiernos local y federal deben de acabar con la impunidad, la injusticia y la corrupción en el conflicto de intereses y compra-venta de voluntades y conciencias en el conflicto R-100, el cual nos ha venido afectando desde hace más de 27 años; lo que exigimos a las autoridades que se nos haga justicia, resarciéndonos los que es nuestro”.

Nosotros los sutaures —subrayó— no podemos aceptar esta masacre y genocidio que han hecho con nosotros, como si fuera un hecho normal; “por ello seguiremos luchando hasta sus últimas consecuencias. ¡Ni perdón, ni olvido! ¡Si no hay justicia, no habrá paz!”, avizoró.

Asimismo, el líder moral vitalicio del SUTAUR-100, en su arenga política y social, dijo también que “ante los actuales escenarios, coyunturas y diversas etapas del proceso mundial del neoliberalismo económico y globalización y concentración del poder político y económico, siguen creando las condiciones de la mayor crisis y desigualdad entre los pueblos y trabajadores del Mundo”.

Hoy en día —remarcó— en lo económico, en lo social, en lo político, en lo tecnológico, en lo cultural y en lo ideológico, ha traído como consecuencia, la pérdida de la Soberanía de los Estados Nacionales, el destino y los proyectos de la sociedad globalizada.

Ante ello —alertó— el Movimiento Social al cual pertenecemos y que ha impulsado durante años las legítimas luchas obreras y demandas populares pacíficas, basadas en la realidad objetiva y las necesidades  de amplios sectores sociales, bajo los impulsos de sus propuestas y sus diversas formas de lucha y con los instrumentos de la resistencia activa y de firmeza en sus objetivos, hoy más que nunca hay que reforzar un frente de unidad mundial.

Porque —añadió— frente a las políticas de destrucción social que instrumenta el capital financiero internacional utilizando para su aplicación a los gobiernos federal, estatal o municipal, o ante la patronal y junto a los principios de la solidaridad y justicia social fundamentada por la clase trabajadora en su lucha de clases, nos encontramos en la continuidad de la defensa de nuestros intereses comunes.

Reafirmó los procesos de la respuesta social de la clase trabajadora del mundo, “por lo tanto nos encontramos en una etapa de reposicionamiento,  reorganización y acumulación de fuerzas en las demandas sociales, en razón de la crisis de identidad del Estado y de los gobiernos contemporáneos que se reflejan en las democracias participativas”.  

Hizo suyas las acciones a vencer bajo el entendimiento razonable, las que repercuten en la presencia y actuación de los sujetos y actores sociales, entre otros, los partidos políticos y sus programas de gobierno.

Pero también —dijo— el privilegiar las pretensiones y demandas de los grandes organismos financieros internacionales y corporaciones transnacionales, con proyectos geopolíticos y económicos privatizadores a nivel mundial y por  el control de los energéticos, de los recursos, de las materias primas, de la tecnología, de la educación, del comercio, del campo, del trabajo, de la seguridad social, de la vivienda y el desarrollo del transporte

Urge —afirmó— profundizar para abatir el desempleo, la migración, la prostitución, el trabajo informal y el ambulantaje, la desintegración familiar, la exclusión, la marginación, la pobreza, la desigualdad y desesperanza, y la desnutrición en los millones de seres humanos de todos los sectores de la estructura social en todos los países y continentes.

Ante estos invisibles “Jinetes del Apocalipsis”, trae aparejada la desintegración del tejido social y humano más grave que jamás se haya visto en la historia de la humanidad, donde el proyecto neoliberal y globalizador solo han servido a muy particulares intereses, por lo que bajo ninguna circunstancia pudiera seguir siendo un proyecto para la humanidad que ya se traduce en un rechazo global.

Es por estas razones —detalló— los trabajadores de la desaparecida R-100, quienes somos un ejemplo vivo de lo que representa el genocidio, la masacre y la potencia letal, destructiva y criminal del Estado en contra de la clase trabajadora, solo obedecen a la instrucción para la aplicación de estas políticas depredadoras.

“Estamos en contra de las políticas antisemitas que manipula sin restricción alguna y en conjunto, la Organización Mundial de Comercio, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el imperio norteamericano, han ocasionado la muerte de millones de seres humanos inocentes, así como la destrucción de los servicios públicos y los derechos laborales y sociales de los trabajadores de todos los pueblos del mundo.

Sin dudarlo, Jorge Cuellar Valdez se pronunció plenamente por la defensa de la Soberanía Nacional: no al pago de la deuda externa (porque los mexicanos no hemos contraído); por la ruptura con el Tratado de Libre Comercio (TMEC), que ha traído como consecuencia  la venta de la Soberanía Nacional.

Asimismo, se pronunció por poner un alto a la desreglamentación laboral y social, por la defensa de la industria eléctrica, petrolera y minera nacionales; no a la privatización de las empresas y servicios públicos; por la defensa de la Educación Pública; por la defensa de la Seguridad Social; por la defensa del Campo Mexicano; por la reestatización de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, así como el restablecimiento de sus derechos de los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).

Por la municipalización del transporte público de pasajeros en la Ciudad de México, pero sobre todo, por el pago de sus derechos conculcados a los ex trabajadores de la R-100.

En su pliego de protesta pacífica, se pronunció estar en contra de las políticas terroristas del imperio norteamericano en contra del pueblo mexicano y del mundo entero, surtiendo armas por conducto del narcotráfico que han ocasionado la muerte de cientos de miles de seres humanos, sobre todo mexicanos.

“Entendemos como obligación y labor fundamental de los gobiernos locales y federal, el velar por los bienes e intereses de la nación mexicana, entre ellos está la Defensa de la Soberanía Nacional, la de sus recursos estratégicos, así como la defensa y el fortalecimiento de los servicios públicos y el propio desarrollo de la clase trabajadora mexicana”, sustentó.

Y remató: “Es por ello que la clase trabajadora de todo el país, en estos difíciles tiempos de pandemia que ha enlutado a miles de hogares, la ex Ruta 100 fija su posición para seguir en esta lucha de unidad nacional, en el contexto de la lucha de clases. En esta fecha histórica de posicionamiento del proletariado, el SUTAUR-100, se dice estar presente”.

El líder moral y vitalicio de ex Ruta 100, Jorge Cuellar Valdez, finalmente arengó: “¡Que viva la lucha de la clase trabajadora en todas partes del mundo! ¡SUTAUR vive, la lucha sigue! ¡Si no hay justicia, no habrá paz! “¡Por el rescate de la dignidad, los derechos y justicia en el fraude del patrimonio de la clase trabajadora de la R-100”.

 

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