Desde su aparición hace ya dos años, la pandemia del COVID-19 ha creado
nuevos retos para los padres trabajadores y ha expuesto muchos otros que
ya existían. Esta situación ha sido la mayor crisis de nuestras vidas, y
todos teníamos claro que lo que se estaba pidiendo a los padres (que
constituyen el 73.7% de mujeres y el 67% de hombres de
la población activa) era especialmente difícil, si no prácticamente
imposible. En consecuencia, sobre todo durante las primeras etapas del
cierre, muchas organizaciones redoblaron sus esfuerzos para apoyar a
este segmento de su fuerza laboral, desde la adopción de horarios
flexibles hasta la provisión de ofertas integrales destinadas a
entretener o ayudar a los niños, entre muchos otros. La difícil
situación de los padres que trabajan se puso en la mira, y muchos
empleadores buscaron ayudarlos a través de diferentes mecanismos, como
flexibilidad y tiempo libre.
A medida que las organizaciones (y la sociedad) comienzan a volver a la
normalidad -o al menos, a una versión modificada de lo que solía ser
normal- es importante no apresurarse a eliminar las políticas y los
programas que fueron implementados por las empresas para apoyar a este
segmento clave de la fuerza laboral. Por el contrario, se deben de
revisar las grandes lecciones que dejó la experiencia de la pandemia y
seguir esforzándose para continuar impactando positivamente a las
personas.
1. Necesitamos mejores opciones para el cuidado de los niños
La pandemia subrayó el hecho de que cuidar a niños es una labor crítica
en la que se basan todos los demás trabajos: sin ella, la mayoría de los
padres se verían obligados a ser menos productivos o a ampliar sus
jornadas laborales a las primeras horas de la mañana y a las últimas de
la tarde para compensar el tiempo dedicado al cuidado de los hijos
durante el día.
Aunque ya muchas escuelas y guarderías han reabierto, todavía se está en
una etapa de readaptación debido a la pérdida o retrasos de
aprendizaje, los cuales tomarán algunos años en reponer. Debido a esto,
las situaciones difíciles se seguirán viendo con las madres y padres de
familia. Esta es una clara oportunidad para que los responsables de
Recursos Humanos y las organizaciones apoyen a los empleados con hijos.
Por ejemplo, para aquellos con niños pequeños se podría proporcionar
opciones de guardería in situ o asociándose con centros cercanos para
negociar el control de calidad y ofrecer descuentos, mientras que, para
los más grandes, lo ideal serían cursos de apoyo tanto educativos como
deportivos para que puedan seguir estudiando, para brindar mayor
tranquilidad y tiempo a madres y padres e impulsar su productividad.
2. La flexibilidad es fundamental
Un informe de FlexJobs de 2021 reveló
que el 61% de los padres declaran querer trabajar en casa por tiempo
completo siempre, y el 37% preferiría un acuerdo de trabajo híbrido.
Sólo un 2% de los padres que trabajan prefieren hacerlo de manera
presencial de tiempo completo. Es más, el 62% declaró que dejaría su
trabajo actual si no pudiera seguir trabajando a distancia, y que
estaría dispuesto a renunciar a algunos beneficios -incluyendo la
reducción del 10% del salario, vacaciones o la pérdida de las
contribuciones de jubilación - para poder hacerlo.
Está claro que dar prioridad a la flexibilidad es una estrategia clave
para apoyar a las madres y padres que trabajan, y se ha convertido en
algo tan importante -y generalizado- que las organizaciones podrían
perder talento clave si no lo hacen.
Por supuesto, muchas empresas y funciones no están diseñadas para el
trabajo remoto, y no pasa nada. En el fondo, la flexibilidad va de la
mano con la autonomía y las opciones; cuando los empleados tienen más
control sobre sus horarios, por ejemplo, son más felices, están menos
estresados y son más productivos. Las organizaciones que no pueden
apoyar el trabajo desde casa pueden encontrar alternativas para ofrecer
flexibilidad, ofreciendo a los padres un mejor equilibrio entre el
trabajo y la vida privada (que consecuentemente resultará en su
retención y compromiso). Para esto, se puede considerar opciones como
mayor flexibilidad de horarios, la posibilidad de cambiar de turno de
forma autónoma, el desarrollo de políticas flexibles de tiempo libre
remunerado y la oferta de más oportunidades de trabajo de tiempo
parcial.
3. La salud de la familia es lo primero
No
tenía que suceder una pandemia mundial para recordarnos que la salud y
la vida son frágiles, pero así fue. En un mundo en el que cada resfriado
o tos es motivo de preocupación y en el que las familias se centran
exclusivamente en mantener sanos a sus seres queridos, la atención
sanitaria -y concretamente el costo de la misma- es una preocupación
primordial.
En realidad, esta situación es altamente preocupante ya que, en
promedio, solo el 90% de la población está cubierta por un conjunto
básico de servicios de salud, siendo la más baja de la OCDE,
además de que no es suficiente para satisfacer plenamente sus
necesidades. Debido a esto, los hogares mexicanos gastan en promedio el 41% de sus ingresos en salud, limitando el acceso a servicios de salud preventivos. Adicionalmente, de acuerdo con la casa encuestadora De Las Heras Demotecnia,
solo el 35% de los mexicanos se realizan un chequeo o revisión médica
por lo menos una vez al año, mientras que 19% se hace una revisión dos
veces por año, 30% acude al médico tres o más veces, y 13% reconocieron
que nunca se realizan estudios médicos. Sus principales razones para no
realizarse chequeos son: por falta de tiempo (26%), por falta de dinero
(26%), no lo necesita (24%), no tiene ánimo (5%) o (5%) por miedo.
Pero esta situación solo hace que las enfermedades sean diagnosticadas
tarde, deteriorando la salud de los colaboradores y sus familias,
afectando a la larga la productividad de las empresas. Es por ello que
algunas compañías están considerando implementar estrategias de
prevención, aprovechando la tecnología digital con servicios de
telesalud o acercamientos a grupos de salud para negociar soluciones
sanitarias para sus equipos.
Es un hecho que hoy, más que nunca, ofrecer una asistencia en salud de
alta calidad y accesible debe ser una prioridad para todas las
organizaciones siempre que sea posible. La gente recuerda a los
empleadores que dieron un paso adelante para cuidar de ellos y de sus
familias.
Aplicar las lecciones del pasado para un mejor futuro
En definitiva, la pandemia ha servido como llamada de atención para que
muchas personas y organizaciones se replanteen qué es lo más importante
en sus vidas. Si las organizaciones no ponen mayor foco en la salud y
seguridad de sus empleados, las empresas seguirán perdiendo el talento
clave que hacen que sean tan exitosas. Es el momento de asegurar el
apoyo a los padres trabajadores en la medida de lo posible, continuando y
ampliando las políticas y programas adoptados que los ayudaron a
sobrevivir estos últimos años. Hay una razón por la que libros como
"Lean In", "Fingiendo el Balance: Aventuras en el trabajo y la vida", y
"No sé cómo lo hace" sean best-sellers: ser un padre trabajador siempre
ha sido duro y digno de admiración. Afortunadamente, hay innumerables
formas en que las empresas pueden marcar una diferencia significativa en
la vida de los padres que trabajan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario