El pasado 11 de abril se cumplieron cuatro años desde que el gobierno federal reconoció la existencia del desplazamiento interno en México y se comprometió a atender el fenómeno. Este reconocimiento, a pesar de tardío, tuvo implicaciones simbólicas y prácticas importantes, y es innegable que abril de 2019 representó un parteaguas en materia de desplazamiento interno en el país. Para destacar algunos ejemplos de estas implicaciones: se publicaron diversos estudios, se conformó un grupo de trabajo al interior de la Secretaría de Gobernación, se firmaron convenios y se realizaron colaboraciones con agencias de Naciones Unidas y otros organismos internacionales, se incluyó el tema en el Programa Nacional de Derechos Humanos, se realizaron eventos y espacios de capacitación para personas funcionarias públicas, entre otras iniciativas que valoramos y celebramos. Por otro lado, es importante reconocer también que para las personas desplazadas internas que enfrentan y sobreviven diariamente los impactos del fenómeno, muy poco ha cambiado. Mientras el reconocimiento, la voluntad política y los demás avances existentes no se materialicen en responsabilidades, normas, recursos y políticas concretas, coordinadas y de aplicación amplia, poco cambiará. Es por esto, por ejemplo, que actores como la anterior Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos de las personas desplazadas internas y colectivos organizados de personas desplazadas internas en México han promovido la aprobación de una ley federal en la materia, ya que ésta generaría obligaciones para las autoridades. Al mismo tiempo, la falta de una ley especializada no exime al Estado y sus instituciones de cumplir las obligaciones ya existentes en materia de seguridad, nivel de vida adecuado, derechos humanos, atención a víctimas, entre otras que son de suma relevancia para las personas desplazadas internas. El desplazamiento interno es un fenómeno complejo y que en México ha alcanzado una gran magnitud, de modo que son muchos los retos para lograr una respuesta adecuada y alcanzar soluciones duraderas. A cuatro años del reconocimiento del desplazamiento interno en México, hacemos un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno a seguir avanzando y a demostrar celeridad en la construcción e implementación de la respuesta gubernamental a la situación de desplazamiento interno en el país. |
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