● Dos Focos figuran en la segunda temporada por
aniversarios: el Foco Ligeti (100 años) y el Foco Rajmáninov (150 años)
● Foco Ligeti comprende cinco obras del compositor
húngaro, entre ellas la célebre Atmósferas popularizada en 2001:
Odisea del espacio
● Foco Rajmáninov incluye los Conciertos para
piano 2 y 3 del autor ruso, con Anna Geniushene
y Daniil Trifonov como solistas
● OFUNAM participa en la Fiesta del Libro y la
Rosa con “Shakespeare en concierto”
● Día de la Niñez se
festeja con versión escénica de El gato con botas de Montsalvatge
● Estrenos mundiales de los mexicanos Jorge Ritter
y Rodrigo Valdez Hermoso
● El programa “Sones y valses de México” ofrece un
acercamiento orquestal a nuestra música popular
Después
del Foco Francia con el que exploró el repertorio de dicho país durante los
primeros meses del año, la OFUNAM se enfoca para su segunda temporada 2023 en
dos aniversarios, mediante el Foco Ligeti y el Foco Rajmáninov. La temporada
incluye cinco obras para orquesta de Ligeti, de quien se celebran 100 años de
su nacimiento, e indaga en su relación con dos compatriotas suyos, Bartók en
particular pero también Liszt. El 150 aniversario de Rajmáninov será
conmemorado con dos de sus más célebres conciertos para piano, los números 2 y
3, con la participación de los pianistas Anna Geniushene (num. 2) y Daniil
Trifonov (núm. 3), además de las Variaciones sinfónicas. La temporada
incluye también música de Agudelo, Beethoven, Mendelssohn, Prokófiev, Rimski-Kórsakov, Saariaho, Shostakóvich,
Stravinski y Wagner, entre otros autores, así como un programa de sones y
valses mexicanos y el estreno de obras comisionadas por la OFUNAM a los
compositores mexicanos Jorge Ritter y Rodrigo Valdez Hermoso.
El húngaro György Ligeti es una de las voces más
inventivas e inclasificables de la segunda mitad del siglo XX. Ligeti se formó a la sombra del legado de
Bartók, de quien la Hungría comunista de la posguerra censuraba muchas obras
pero no se atrevía a borrarlo del todo. Su imponente compatriota era tanto el
modelo a seguir (“Bartók fue el gran genio; para mí, todavía lo es”) como la
nave que tarde o temprano debería quemar. En cuanto escapó a Austria en 1956
pudo experimentar todo aquello que apenas se alcanzaba a vislumbrar tras la
cortina de hierro: el serialismo de Boulez y Stockhausen, el laboratorio
electrónico de Colonia, Alemania, la interdisciplina y experimentación de
Fluxus. Compuso Artikulation, su única obra electrónica, y escribió su
singular Poema sinfónico para 100 metrónomos, un estudio sonoro de la entropía.
Dos referentes importantes, según el propio Ligeti advertía, fueron la música
polirrítmica de África y el encuentro con la música de Conlon Nancarrow y sus
obras para piano mecánico.
Las cinco obras que
tocará la OFUNAM en este Foco Ligeti (y que se completa con un ciclo de
conciertos de cámara) ofrecen un ponderado recorrido por su trayectoria. La más
temprana es el Concierto rumano de 1951, donde la influencia de Bartók
es evidente. Enseguida vienen dos de las grandes obras de los años 60: la
micropolifonía fulgurante de Atmósferas (tan bien aprovechada por
Kubrick) y las densidades y colores cambiantes de Lontano. Un interés
renovado en elementos menos estáticos de la música, a saber la línea melódica y
la propulsión rítmica, se advierten en las obras de los años 70, la bien
llamada Melodien así como San Francisco Polyphony.
La OFUNAM conmemora
también a Serguéi Rajmáninov a 150 años de su nacimiento. Originario de Oneg,
comenzó a aprender piano con su madre y posteriormente se trasladó a San
Petersburgo, antes de mudarse a Moscú donde se graduó con honores. Es bien
conocida la anécdota del fracaso de su Primera sinfonía que lo sumió en una
profunda depresión, pero gracias a la terapia que recibió logró recuperar la
confianza en sus poderes creativos al punto de crear su Segundo concierto para
piano, que perdura como una de las obras más populares del repertorio clásico.
Durante los tormentosos años de la Revolución rusa, aprovechó una invitación a
dar un concierto en Estocolmo para salir de su país, al que no volvería jamás.
Continuó su triple carrera de pianista, director y compositor en el extranjero
hasta su muerte en 1943 en Beverly Hills en Estados Unidos.
Para su segunda
temporada del año la orquesta universitaria ha invitado a diversos solistas.
Anna Geniushene interpretará el Segundo concierto para piano de Rajmáninov, la
soprano Jacinta Barbachano y el barítono Rodrigo Urrutia cantarán The
Tempest Songbook (El cancionero de La tempestad) de Kaija Saariaho y Rafael
Monge estará a cargo del Concierto para oboe de Richard Strauss. Además, Daniil
Trifonov tocará el Concierto para piano núm. 3 de Serguéi Rajmáninov en un
programa especial organizado por el Patronato y la Sociedad de Amigos de la
OFUNAM en beneficio de la orquesta.
Además de los
conciertos en los que Sylvain Gasançon, director titular, estará al frente de
la OFUNAM, participarán Eduardo Álvarez, Srba Dinic, Constantine Orbelian e
Iván López Reynoso como directores huéspedes.
La temporada consta de
nueve conciertos regulares, el concierto extraordinario organizado por el
Patronato y la Sociedad de Amigos de la OFUNAM y un concierto infantil con
motivo del Día de la Niñez. Los conciertos se ofrecen del 15 de abril al 25 de
junio, los sábados a las 8:00 pm (excepto el infantil que será a las 6:00 pm) y
los domingos a las 12:00 pm, en la sede de la orquesta, la Sala Nezahualcóyotl.
Los boletos de la temporada regular tendrán precios de $240 pesos en primer
piso, $160 en orquesta y coro y $100 en segundo piso, y los del concierto
extraordinario del Patronato de la OFUNAM $1500, $900 y $600: Las localidades
se podrán adquirir en la taquilla de la Sala y en línea, en la página boletoscultura.unam.mx
Para más información
consulte la Guía del público y venta de boletos:
musica.unam.mx/venta-de-boletos
Las transmisiones
dominicales podrán seguirse a través del sitio web de Música UNAM musica.unam.mx, TV UNAM tv.unam.mx y Radio UNAM.
Programas
Programa 1: sábado 15 y
domingo 16 de abril. Sylvain Gasançon, director titular; Anna Geniushene,
piano. La temporada arranca con los focos en los que centrará su atención la
OFUNAM, con dos de las obras más famosas de Ligeti y Rajmáninov: Atmosphères
y el Concierto para piano núm. 2, respectivamente. Esta obra de Ligeti se dio a
conocer de forma masiva al ser incluida en la banda sonora de la película 2001: Odisea del
espacio.
Por su parte, el concierto de Rajmáninov alcanzó cierta notoriedad masiva en
los años setenta a partir de una canción que citaba un tema del segundo
movimiento. Para concluir se interpretará el Concierto para orquesta de Béla
Bartók. El sábado 15 de abril a las 10 de mañana se ofrece un ensayo abierto,
con entrada libre y el cupo limitado al aforo de la Sala Nezahualcóyotl.
Programa 2: sábado 22 y
domingo 23 de abril. Srba Dinic, director huésped; Jacinta Barbachano, soprano;
Rodrigo Urrutia, barítono. La OFUNAM participa en la Fiesta del Libro y la Rosa
con el programa Shakespeare en concierto. Como su nombre sugiere, las
obras están inspiradas en la literatura de ese autor inglés. En primer lugar se
interpretará una fanfarria del inglés Arthur Bliss titulada Homage to
Shakespeare (Homenaje a Shakespeare), seguida del The Tempest Songbook
(El cancionero de La tempestad) de la compositora finlandesa Kaija
Saariaho; después sigue la Obertura de Otello de Gioachino Rossini, la
Obertura de Sueño de una noche de verano de Felix Mendelssohn y
finalmente la Suite núm. 2 de Romeo y Julieta de Serguéi Prokófiev.
Programa extraordinario
| Concierto infantil: sábado 29 y domingo 30 de abril. Christian Gohmer,
director huésped; César Piña, director de escena; Frida Portillo, mezzosoprano;
Andrés Carrillo, tenor; Tania Solís, soprano; Rodrigo Urrutia, barítono;
Charles Oppenheim, bajo. Para los niños y las niñas en su día, la OFUNAM
presenta una producción de la ópera El gato con botas del compositor
catalán Xavier Montsalvatge en la que se narra las andanzas de un ingenioso
gato que mediante diversas estratagemas ayuda a su amo a triunfar en el amor y
la fortuna. El libreto de Néstor Luján está basado en el cuento que publicara
Charles Perrault en el siglo XVII. En atención al joven público, la función del
sábado se llevará a cabo a las 6:00 pm en lugar del horario nocturno habitual.
Programa 3: sábado 6 y
domingo 7 de mayo. Iván López Reynoso, director huésped. Otro programa en el
que se hacen presentes el Foco Ligeti y el Foco Rajmáninov. En primera
instancia se interpreta Parajes de la memoria: La selva de Graciela
Agudelo, obra estrenada por la OFUNAM en 1994. Sigue el Concierto rumano
que György Ligeti compuso cuando todavía vivía en Hungría y que sin embargo fue
censurado por el uso de disonancias, a pesar de que estaban presentes en la música
tradicional rumana en las que está inspirada. Para terminar el programa se
interpretarán las Danzas sinfónicas de Serguéi Rajmáninov, última obra
orquestal del compositor ruso, y que incluye citas de otras obras suyas, así
como el Dies irae de la misa de difuntos medieval que solía utilizar en
muchas de sus partituras. Se ofrece un ensayo abierto con la participación de
José María Álvarez como moderador el sábado 6 de mayo a las 10 de mañana en la
Sala Nezahualcóyotl; la entrada es libre con cupo limitado al aforo del
recinto.
Programa 4: sábado 13 y domingo 14 de mayo.
Eduardo Álvarez, director huésped. La OFUNAM interpreta una selección de sones
y valses mexicanos en arreglos sinfónicos que seguramente serán emotivos para
los asistentes a la Sala Nezahualcóyotl. La OFUNAM intenta con estos conciertos
acercar la música popular mexicana al formato sinfónico, ofreciendo un homenaje
a las tradiciones tan valiosas con que cuenta México en materia musical.
Programa 5: sábado 20 y
domingo 21 de mayo. Ludwig Carrasco, director huésped. El Aleph Festival de
Arte y Ciencia de este año se realiza con el subtítulo Violencia y Cultura de
Paz y para su participación la OFUNAM abordará obras que hacen una crítica a la
guerra con referencias por demás actuales. En primer lugar se presenta Plegaria
por Ucrania que Valentín Silvestrov compuso para protestar por la anexión
de la península de Crimea por parte de Rusia en 2014. Posteriormente se
interpretará la Sinfonía núm. 7 de Dimitri Shostakóvich. Conocida como Leningrado,
fue compuesta durante el sitio de esa ciudad por parte del ejército nazi. La
obra se tocó durante el mismo sitio y se pudo escuchar en las calles a través
de altavoces; fue dada a conocer en Occidente gracias a que las partituras
fueron microfilmadas y trasladadas de manera clandestina a través de Teherán y
El Cairo hasta Nueva York donde fue interpretada por Arturo Toscanini al frente
de la Sinfónica de la NBC.
Programa 6: sábado 27 y
domingo 28 de mayo. Sylvain Gasançon, director titular. El concierto comienza
con Lontano de György Ligeti, compuesta en 1967; en ella hace uso de la
polifonía para generar un tejido complejo. La pieza fue utilizada por Stanley
Kubrick en su película El resplandor, así como por Martin Scorsese en La
isla siniestra. Continúa el concierto con la Música para cuerdas, percusión
y celesta de Béla Bartók. Cabe mencionar que una de las influencias
notables en la música de Ligeti es la obra de Bartók, quien también fue húngaro
y nació en el territorio que actualmente es Rumania, por lo que resulta
interesante escuchar juntas obras de estos dos compositores. El programa concluye
con la Sinfonía núm. 5 de Beethoven, una de las más conocidas y apreciadas por
el público.
Programa extraordinario
Patronato y Sociedad de Amigos de la OFUNAM: sábado 3 y domingo 4 de junio.
Constantine Orbelian, director huésped; Daniil Trifonov, piano. En el concierto
organizado por el Patronato y la Sociedad de Amigos de la Orquesta Filarmónica
de la UNAM se ofrece Scheherezade, probablemente la obra más conocida y
popular de Nikolai Rimski-Kórsakov; compuesta por cuatro movimientos a manera
de cuadros sinfónicos evocativos de cuentos incluidos en Las mil y una
noches en los que se inspiró el compositor ruso. Enseguida, la OFUNAM
interpretará el Concierto para piano núm. 3 de Serguéi Rajmáninov, con la
participación del reconocido pianista Daniil Trifonov, ganador del Concurso
Chaikovski de Moscú, entre otros galardones. Después de su uso en la película Shine
(Claroscuro) de Scott Hicks, el Tercer concierto de Rajmáninov ha ido
aumentando su popularidad, casi hasta alcanzar la del Segundo.
Programa 7: sábado 10 y
domingo 11 de junio. Iván López Reynoso, director huésped. Nuevamente se hace
presente la música de Ligeti, ahora con Melodien (Melodías). También se
podrá escuchar el poema sinfónico Los preludios de Franz Liszt,
inspirada en el poema homónimo de Alphonse de Lamartine; Metanoia de
Jorge Ritter, obra comisionada por la OFUNAM para conmemorar los 250 años del
nacimiento de Beethoven y cuyo estreno mundial debió posponerse hasta ahora. El
programa cierra con la Suite de El pájaro de fuego de Ígor Stravinski.
Programa 8: sábado 17 y
domingo 18 de junio. Sylvain Gasançon, director titular; Rafael Monge, oboe.
Este programa comienza con el estreno mundial de otra obra comisionada por la
OFUNAM en conmemoración de los 250 años de Beethoven que debió suspenderse por
el confinamiento, se trata de Anti-Heroica de Rodrigo Valdez Hermoso.
Enseguida se ofrece el Concierto para oboe de Richard Strauss con Rafael Monge
como solista, quien es integrante de la OFUNAM. Concluye el concierto con la
Sinfonía núm. 3, Heroica, de Ludwig van Beethoven, una de las más
influyentes no sólo de su catálogo sino en la historia de la música occidental.
Se realizará un ensayo abierto el sábado 17 de junio a las 10 de la mañana en
la Sala Nezahualcóyotl, entrada libre y con cupo limitado a la capacidad de la
sala.
Programa 9: sábado 24 y
domingo 25 de junio. Sylvain Gasançon, director titular. La temporada concluye
con una obra de György Ligeti: San Francisco Polyphony, compuesta para
la Sinfónica de San Francisco. Ligeti consideraba esta pieza como el punto
final del desarrollo estilístico que produjo obras como Atmosphères y Lontano,
también incluidas en esta temporada y que permitirán al público apreciar dicho
desarrollo. Para terminar el programa se ofrece un compendio musical del ciclo
de cuatro óperas conocido como El anillo del nibelungo de Richard
Wagner. El director de orquesta Lorin Maazel preparó El anillo sin palabras
para permitir al público tener un acercamiento a esta música que en su forma
original (ciclo de cuatro óperas) tiene una duración de 15 horas.
SEMBLANZAS
Sylvain Gasançon
Nacido en Metz, Francia,
estudió violín en su país natal y ofreció sus primeros conciertos a una edad
muy temprana. Posteriormente se graduó del Conservatorio Real de Bruselas con
Endre Kleve. Estudió dirección orquestal con Jean-Sébastien Béreau, Gerhard Markson,
Gianluigi Gelmetti, Pinchas Zukerman y Jorma Panula. Comenzó su relación con la
OFUNAM al ganar el Premio Internacional Eduardo Mata de Dirección de Orquesta
en 2005.
Graciela Agudelo
Originaria de la Ciudad de México, Graciela
Agudelo (1945-2018) estudió piano en la Escuela Nacional de Música de la UNAM y
composición en el Taller de Creación Musical del INBA y el Conservatorio
Nacional de Música. Su catálogo incluye piezas para instrumentos solistas,
orquesta, para voz y de cámara. Es creadora del Método GAM (por las siglas de
su nombre y apellidos), para enseñar música a niños. Sobre la obra que se
interpreta en esta temporada, la propia Agudelo expresó: “[mi padre] fue
oriundo de la Colombia amazónica, y cuando yo era niña me contaba sus viajes,
la exuberancia de la selva, el color de los animales. Eso quedó en mi mente y
escribí una pieza de algo que no conocí, pero que fue una especie de memoria
compartida.”
Béla Bartók
El compositor húngaro Béla
Bartók (1881-1945) es conocido por el uso que hizo del piano como instrumento
de percusión, además de su labor de investigación y difusión de la música
folclórica húngara, rumana y eslovaca, misma que ejerció una profunda
influencia en su catálogo. Originario de Nagyszentmiklós en Hungría (actualmente
Sînnicolau Mare en Rumania), su interés en la música popular se despertó desde
su infancia, y para cuando tenía 4 años, ya tocaba alrededor de 40 canciones
populares al piano. Además de compositor, desarrolló una carrera como pianista,
que continuó después de mudarse a Estados Unidos en 1940.
Ludwig van Beethoven
Originario de Bonn, Ludwig van
Beethoven (1770-1827) es uno de los compositores más influyentes en la música
occidental. Su obra redefinió la sonata, el concierto, el cuarteto de cuerdas y
la sinfonía. A los 22 años de edad se mudó a Viena donde vivió y trabajó el
resto de su vida, aunque también viajó a Londres y otras ciudades de Europa. Su
catálogo, no tan extenso como el de su maestro Joseph Haydn, marca la
transición del Clasicismo vienés al Romanticismo.
Arthur Bliss
El compositor Arthur Bliss (1891-1975) nació en
Londres y estudió en Cambridge, donde conoció a Edward Elgar, cuya música
generó una profunda y duradera impresión en él. En los años veinte del siglo
pasado, se expresaba en contra de la tradición musical heredada,
particularmente la influencia germánica, y veía un ejemplo a seguir en la obra
de Stravinski, Schönberg y algunos compositores franceses. Sin embargo, más
adelante redescubrió la música de compositores ingleses como Elgar y otros
autores románticos de los siglos XIX y XX, lo que marcó una influencia decisiva
en su obra.
György Ligeti
Aunque nació en territorio que actualmente
pertenece a Rumania, György Ligeti (1923-2006) es un compositor húngaro.
Durante su juventud sus estudios se vieron interrumpidos por la Segunda Guerra
Mundial. El régimen húngaro de la época, como los demás países del bloque
soviético, esperaba que la música expresara la cultura del pueblo y para ello
se esperaba de Ligeti arreglos corales de música tradicional, lo que le
permitió perfeccionar su técnica. Después vino un periodo en el que cualquier
innovación era vista como disenso político, por lo que muchas sus obras fueron
confinadas a sus cajones en espera de tiempos más permisivos. En 1956 huyó de
Hungría tras una violenta represión por parte de la URSS. Eso le permitió
entrar en contacto con otras técnicas de composición, aunque pronto comenzó a
alejarse del serialismo y otros formalismos para desarrollar su propio estilo.
Con el tiempo adoptó la nacionalidad austríaca y murió en Viena en 2006.
Franz Liszt
El compositor húngaro Franz Liszt (1811-1886)
fue, junto con Fryderyk Chopin, uno de los grandes innovadores del piano.
Además de componer, era el mayor exponente en la ejecución de su instrumento de
su generación. Con una personalidad sumamente extrovertida, fue uno de los
grandes virtuosos románticos cuya influencia se sigue sintiendo en la forma de
organizar conciertos para intérpretes solistas, incluso hay quien lo considera
un precursor del rockstar del siglo XX. Además del piano, también ejerció
una profunda influencia en la música orquestal como uno de los primeros
compositores en crear poemas sinfónicos como se entienden hoy en día. A través
de numerosas transcripciones para piano buscó darle difusión a la música de
otros compositores.
Felix Mendelssohn
Considerado un niño prodigio, Felix Mendelssohn
(1809-1847) ya había alcanzado una notable madurez musical para cuando cumplió
20 años, tras aprender el contrapunto de Bach, la claridad y elegancia de
Mozart y el dramatismo de Beethoven. Como un joven de las clases más acomodadas
de su época, en su juventud viajó por Italia, Francia e Inglaterra,
experiencias que se reflejan en varias de sus obras. En 1835 se estableció en
Leipzig donde asumió la dirección de la Orquesta de la Gewandhaus, una de las
orquestas más antiguas de Alemania; mantuvo ese puesto hasta su muerte en 1847.
Xavier Montsalvatge
Originario de Gerona en Cataluña, Xavier
Montsalvatge (1912-2002) realizó sus estudios en el Conservatorio de Barcelona.
A semejanza de su coterráneo Frederic Mompou, su música combina cierta
simplicidad melódica con una sofisticada armonía cromática. Manifestó interés
en música infantil con obras como El gato con botas —presente en esta
temporada—, Canciones para niños, basadas en poemas de Federico García Lorca, y
Viaje a la Luna. Montsalvatge murió en Barcelona en 2002.
Serguéi Prokófiev
Si bien nació en Ucrania, Serguéi Prokófiev
(1891-1953) es considerado ruso. Su madre le dio sus primeras lecciones de
piano a los 4 años y desde que era estudiante, comenzó su carrera como
compositor. En 1902 la familia se mudó a San Petersburgo, donde Prokófiev
continuó su formación en el conservatorio, y donde tuvo contacto con los más
importantes compositores de la época, como Taneyev, Glazunov y Rimski-Kórsakov.
Si bien a lo largo de su vida viajó y vivió en varios países de Europa y hasta
en Estados Unidos, volvió a establecerse de nuevo en Rusia, ya convertida en la
Unión Soviética, donde sufrió el mismo ambiente de temor e intolerancia que
afectaba la vida cultural bajo el régimen de Stalin.
Serguéi Rajmáninov
Con una triple carrera como pianista, director y
compositor, Serguéi Rajmáninov (1873-1943) es considerado como el último de los
grandes representantes del Romanticismo ruso. Cuando un año antes de terminar
sus estudios de piano su maestro renunció a su puesto en el conservatorio, en
lugar de buscar uno nuevo, solicitó hacer su examen final para titularse con
honores. Si bien era un virtuoso del piano, no compuso música para su
lucimiento personal, sino que exploró las diversas posibilidades expresivas del
instrumento. En su catálogo figuran cuatro conciertos para piano, música
sinfónica, coral y por supuesto numerosas obras para piano solo.
Nikolai Rimski-Kórsakov
Aunque desde niño mostró dotes para la música,
por decisión de su hermano, 22 años mayor que él, Nikolai Rimski-Kórsakov
(1844-1908) adoptó una carrera naval y su educación musical formal terminó de
manera abrupta. Sin embargo, comenzó a aprender bajo la guía de Mili Balákirev,
Modest Mussorgski y César Cui, reconocidos compositores contemporáneos suyos
que junto con Alexander Borodin y el propio Rimski-Kórsakov serían conocidos
como Los Cinco y sentarían las bases del nacionalismo ruso en la música.
Jorge Ritter
Jorge Ritter (1957) nació en la Ciudad de México
y estudió en el Conservatorio Nacional de Música. Aprendió piano con Aurora
Serratos y composición con Mario Lavista y Daniel Catán. Ha compuesto música
para orquesta, ensambles de piano y para instrumentos solos. Sus obras han sido
interpretadas en Estados Unidos, Rusia, Japón y otros países de Europa, África
y América.
Gioachino Rossini
Sin duda uno de los compositores de óperas más
prolíficos y celebrados, Gioachino Rossini (1792-1868) es especialmente
reconocido por sus comedias, aunque también compuso algunas obras más serias,
como Otello o Guillermo Tell. Sin embargo, toda su producción
operística tuvo lugar entre 1810 y 1829. En casi 40 años más que vivió no
volvería a componer ópera alguna, aunque sí algunas canciones, música sacra y
de cámara.
Kaija Saariaho
Kaija Saariaho (1952) es originaria de Helsinki
en Finlandia, donde comenzó su formación musical. En 1982 se trasladó a París
para trabajar en el Instituto de Investigación y Coordinación Acústica/Música
(IRCAM, por sus siglas en francés), donde ha desarrollado técnicas de
composición asistida por computadora. Su catálogo incluye música para orquesta,
ensambles de cámara, coros, solistas y cuatro óperas, entre otras.
Dimitri Shostakóvich
Nacido en San Petersburgo, Dimitri Shostakóvich
(1906-1975) fue uno de los compositores rusos más reconocidos del siglo XX.
Creó numerosas partituras para cine, música de cámara entre la que destacan sus
cuartetos de cuerdas, algunas óperas, pero lo más importante de su producción
son sus sinfonías. Muchas de sus obras están relacionadas con eventos
históricos relevantes de su época y como el compositor más prominente de su
generación, su relación con el poder siempre estuvo cargada del riesgo que se
cernía sobre los artistas, científicos e intelectuales de la Unión Soviética,
particularmente durante el régimen de Stalin.
Valentín Silvestrov
Nacido en Kyiv, capital de Ucrania, Valentín
Silvestrov (1937) adquirió una reputación como compositor de avanzada en la
Unión Soviética de los años sesenta. Su catálogo incluye nueve sinfonías y
otras piezas orquestales, música de cámara, para piano solo y música vocal.
Desde la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 ha compuesto varias obras
a favor de su país, como la que se incluye en esta temporada: Plegaria por
Ucrania. Después de la invasión rusa en 2022, salió de su país y se
estableció en Berlín, donde actualmente reside.
Richard Strauss
Aunque se suele asociar al nombre Strauss con
las más ilustres familias musicales de Viena, no es el caso de Richard Strauss
(1864-1949), de profunda raigambre alemana, particularmente bávara. Desde sus
primeras obras, escritas a los 6 años, hasta las últimas a los 85, Strauss
abarcó prácticamente todos los géneros musicales, aunque es particularmente
conocido por sus poemas sinfónicos; sería imposible destacar uno sobre los
demás, pero sin duda alguna, el más famoso es Así hablaba Zaratustra,
inspirado en la obra homónima de Friedrich Nietzsche, pero inmortalizado por
Stanley Kubrick en su película 2001: Odisea del espacio. También es
notable Una vida de héroe en la que se representa musicalmente a sí
mismo.
Ígor Stravinski
Si hubiera que nombrar al compositor más
importante del siglo XX, Ígor Stravinski (1882-1971) sería uno de los posibles
candidatos. En algunas de sus primeras obras se puede identificar la influencia
de románticos nacionalistas como Rimski-Kórsakov o Mussorgski, hasta que
revolucionó completamente la música con su ballet La consagración de la
primavera, en la que el ritmo toma preeminencia sobre la melodía y la
armonía. Con el tiempo, su música exploraría otros estilos, como un retorno a
la elegancia clásica presente en Pulcinella o Apollon musagette.
Rodrigo Valdez Hermoso
El compositor mexicano Rodrigo Valdez Hermoso
(1978) estudió composición con Víctor Rasgado y María Antonieta Lozano en el
Centro de Investigación y Estudios de la Música en la Ciudad de México. Cursó
una maestría en Colegio de Música y Drama Victoria de Londres y otra en el
Colegio de Música de Londres. Ha tomado cursos de perfeccionamiento con Marlos
Nobre, Theo Loevendie, Mario Davidovsky, Irvine Arditti, Stefano Scodanibbio,
Harry Sparnaay y Andrés Lewin-Richter. Su música ha sido interpretada por la Orquesta
Sinfónica Nacional de Colombia, la Filarmónica Nacional de Venezuela, la
Filarmónica de la UNAM y otros conjuntos en México, Estados Unidos, Países
Bajos, Francia, Reino Unido y España.
Richard Wagner
Sin duda uno de los compositores de óperas más importantes
en la historia, Richard Wagner (1813-1883) revolucionó la ópera con
innovaciones como el uso de temas que representan personajes o ideas que se
repiten a lo largo de una obra, o incluso varias, conocidos como Leitmotiv,
concepto que sigue en uso. Asimismo, abogaba por el concepto de Gesamtkunstwerk
en el que una obra artística debería cubrir la mayor cantidad posible de
aspectos, desde literarios y musicales, a pictóricos y hasta arquitectónicos.
Si bien compuso música sinfónica, de cámara y canciones, lo más importante de
su producción está en la ópera.
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