Existen
muchas formas de mantener seguras las cuentas de correo electrónico,
redes sociales o bancarias. Una de las más conocidas es la contraseña,
una medida de seguridad vital que puede evitar el robo de identidad, el
fraude y la intrusión no autorizada en cuentas personales.
Tal es su importancia que cuenta con su propia fecha en el calendario, y es que este 4 de mayo se celebra en todo el mundo el Día de la Contraseña.
En este contexto, los expertos recuerdan la necesidad de revisar las
claves existentes y crear nuevas mucho más seguras, ya que sigue
habiendo un 35% de usuarios latinoamericanos que siempre usan las mismas contraseñas para proteger sus cuentas, según una encuesta elaborada por Kaspersky y CORPA.
“Todo esto supone un riesgo, ya que, en los últimos años, los
ataques para obtener contraseñas se han vuelto más avanzados y variados.
Por ejemplo, los hackeos de servicios, la creación de diferentes programas maliciosos o las webs de phishing pueden utilizarse para robar contraseñas débiles o incluso atacar los servicios donde éstas se almacenan. Los datos robados pueden venderse en la darkweb, afectando tanto a la vida offline como a la digital de los usuarios”, afirma Marc Rivero, investigador de seguridad en Kaspersky.
Por ello, los analistas de la empresa de ciberseguridad señalan cinco
medidas sencillas, pero efectivas, para mejorar la defensa de los datos
personales y potenciar las contraseñas:
- Contraseñas robustas.
Ya es sabido que las contraseñas fuertes pueden mejorar el nivel de
defensa de los datos personales. Pero ¿qué debe tener una clave para que
sea robusta frente a posibles ciberataques? Los expertos de Kaspersky
recomiendan que tengan un mínimo de 10-12 caracteres y que incluya
números, alguna mayúscula y símbolos. Además, aconsejan evitar
secuencias como ‘1234’, ya que se pueden hackear en apenas unos
segundos. Los gestores de contraseñas
son muy útiles para crear combinaciones fuertes y únicas. Entre las
contraseñas más utilizadas, y cuyo uso por tanto se desaconseja,
destacan ‘qwerty’, ‘123456’ o ‘1111’.
- Usar diferentes claves.
Es habitual que los usuarios cuenten con la misma contraseña para
diferentes cuentas. Esto es un error, ya que, una vez que los
ciberdelincuentes se hayan hecho con la clave, tendrán acceso a todas
las cuentas que protege. Por este motivo, es importante contar con un
password diferente en cada perfil. En este sentido, los gestores de
contraseñas como Password Manager también son muy útiles para almacenar de forma segura todas ellas.
- Cambiar periódicamente las contraseñas.
Según los expertos, es recomendable variar las claves cada tres meses.
Con ello, los usuarios pueden evitar que, en caso de robo o pérdida, los
ciberdelincuentes puedan utilizarla por un periodo largo de tiempo, con
la consecuencia de un mayor daño para el afectado.
- Autenticación en dos fases para reforzar la protección.
Además de contraseñas fuertes y únicas, este sistema añade una capa más
de seguridad al requerir dos formas diferentes de verificación de
identidad antes de permitir el acceso a una cuenta. Al utilizar este
método, los ciberdelincuentes no podrán ingresar a las cuentas de los
usuarios sin un código de un solo uso, protegiéndolos así en caso de
filtración de la contraseña.
- Comprobar si la contraseña ha sido comprometida. Otra
idea es poner siempre a prueba la eficacia de las contraseñas, ya que
pueden existir filtraciones en alguna brecha de seguridad. Existen
múltiples opciones para comprobar si nuestra clave sigue siendo segura,
pero la más recurrente es acudir a sitios web especializados que, con
solo ingresar la dirección de correo, pueden facilitar esta información.
“Utilizar contraseñas diferentes para cada cuenta, así como que
estas sean robustas y cambiarlas de forma frecuente es clave para
mantener la seguridad de las cuentas que protegen y evitar que los
cibercriminales accedan a datos delicados, como información bancaria y
fotos o chats personales, entre otros”, concluye Rivero.
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