Por Wagner Bojlesen, director de Ventas para el segmento mayorista de Cirion Technologies
Difícilmente tendríamos un internet, tal como la conocemos actualmente, si no existieran los cables de fibra óptica
submarinos. A pesar de no preocuparnos nunca por cómo “viaja” nuestra
comunicación entre los océanos, el sistema de cableado submarino es
responsable de cerca del 95% de las comunicaciones transoceánicas en
todo el mundo. El para qué sirven los cables submarinos es sencillo: son
los encargados de mantenernos conectados.
De
acuerdo con Telegeography, en 2023 se contabilizan 529 sistemas de
cable que conforman una potente red de cables submarinos de internet,
comunicando así a países y continentes. Se estima que entre 2022 y 2024
se invertirán al menos US$10 mil millones en el sector de cables
submarinos en el mundo.
Los principales impulsores de esta demanda creciente son las empresas proveedoras de servicios en nube (Hyperscale Cloud Providers) y las grandes empresas que proveen contenido por streaming.
Este
número cambia constantemente, ya que el total varía a medida que las
nuevas empresas operadoras ingresan al mercado. Se observa, asimismo, el
remplazo de cables antiguos por otros más nuevos, por cuestiones de
inactividad, rotura u otros accidentes. Con la tecnología actual, están
diseñados para durar al menos 25 años, pero la mayoría se reemplaza
antes por razones económicas, sustituyéndolos por cables de nueva
generación con más capacidad y tecnología.
¿Qué hay dentro de los cables submarinos?
Un
cable submarino está hecho de fibra óptica y mide cerca de 3,5 cm de
diámetro. Los equipos de emisión láser en una punta emiten señales de
luz a través de los filamentos de fibra de vidrio, hasta los receptores
en el otro extremo del cable. Los cables pueden transportar hasta 224
Tbps. Estas fibras están envueltas en varias capas de plástico, metales y
otros materiales que incluyen vaselina, cobre, policarbonato, acero y
polietileno. A mayor profundidad de las aguas donde se colocarán los
cables, más resistente deberá ser el revestimiento.
Y,
por supuesto, probablemente se esté preguntando si son a prueba de
tiburones y demás peligros de las profundidades marinas. Sí, son muy
resistentes. Entre 2007 y 2014, por ejemplo, no se registraron fallas a
causa de estos animales; sin embargo, la pesca y el fondeo son las
principales causantes de defectos en estos equipos, además de los
terremotos.
Dentro
de los cables existen filamentos extremadamente delgados, similares al
grosor de un cabello humano y también hay un cable especial que
transmite energía eléctrica para alimentar los amplificadores que están
en el lecho del mar. Para componer esta tecnología, existe un equipo
fundamental que garantiza que la información se transmita con la
velocidad necesaria: el amplificador/regenerador, que se instala cada
100 km, y amplifica la señal pasándola al tramo siguiente. En general,
es uno de los diferenciales para este tipo de servicio, ya que la
tecnología de los cables en sí es bastante similar.
¿Cómo se realiza la instalación de un cable submarino en el fondo del mar?
Se
lanzan mediante barcos especializados y específicos para realizar este
trabajo, que además cuentan con la capacidad para reparar los equipos
dañados. Son embarcaciones de aproximadamente 145 metros de eslora, 8,5
metros de calado y pueden transportar 8,500 toneladas de cables, además
de barcos auxiliares más pequeñas y robots. Durante la instalación, los
navíos pueden permanecer en alta mar durante 40 días seguidos
aproximadamente.
Pero
no crea que solo se trata de llegar a un punto determinado y tirar el
cable. Antes de esto, por supuesto, las empresas trabajan en extensos
estudios de las rutas de los barcos, donde fondean, examinan la
topografía del fondo marino y consideran un sinfín de atributos más para
garantizar la seguridad de la inversión. Sin pasar por alto las
aprobaciones de los respectivos países.
Además,
en líneas generales, las redes de estos cables se construyen en anillo,
circundando países o continentes, con el fin de garantizar la
redundancia para la protección y autorrecuperación del tráfico en caso
de falla.
Un poco de historia
Los
cables submarinos se inventaron en 1870, después de la creación del
telégrafo en 1837 y conectaron a América del Norte con Europa. Pero no
piense que el trabajo fue sencillo y que funcionó enseguida luego del
primer intento. Se hicieron dos intentos para instalarlos, ya que los
cables se rompían fácilmente.
Al
principio, solo se usaban para la red de telégrafos. El sistema era
bastante lento, transportaba pocas palabras por minuto y presentaba
muchas fallas. Unos 90 años después, la invención del cable coaxial, en
1956, hizo posible la comunicación entre varias personas
simultáneamente. Fue en la década de los 70 cuando aparecieron los
primeros cables ópticos, que actualmente están en uso, pero mucho menos
modernos que los actuales. Y en 1988 se lanzó comercialmente el TAT-8,
primer cable óptico transatlántico con 280 Mb. Operó durante 14 años, y
en el 2001 el TAT-14 ya contaba con 3,2Tb. Cuatro veces más capacidad en
12 años.
A
modo informativo, cabe recordar que en 1995, la transmisión de datos de
comunicaciones se realizaba, en un 50%, a través de cables submarinos, y
el otro 50%, utilizando satélites. Actualmente, esto cambió
completamente: los cables representan el 95%. Los satélites son
excelentes para otros fines, como conectar aquellos lugares a donde la
fibra aún no ha llegado o para la distribución de contenido de uno a
varios puntos. Además, los cables de fibra son capaces de transmitir más
datos a un costo menor.
En tierra firme
Al
llegar a los continentes, los cables se conectan a las estaciones, que
regeneran la señal óptica, la separan en canales y luego la distribuyen a
los consumidores finales.
Y
es ahora cuando entran a jugar los grandes diferenciales para realizar
la transmisión de datos y el momento en que la especialización y la tecnología de Cirion marcan la diferencia.
Para que este servicio sea rápido, seguro y estable, se garantiza una
red de cables submarinos con más de 36 mil km en la región de América
Latina, que se suman a la red de socios, que conectan al mundo.
Además,
contar con data centers ampliamente conectados es fundamental, ya que
se les considera el cerebro capaz de analizar y procesar la información.
En ese sentido, contamos con 18 data centers y más de 4.300 cross-connects
que nos permiten conectarnos con todos los equipos de este tipo en el
mundo. O sea, con nuestros servicios, su empresa adquiere visibilidad en
todo el planeta, con una transmisión confiable y extremadamente veloz,
ya que nuestra estructura interconectada evita que los datos viajen en
redes de terceros.
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