Ciudad de México, julio de 2022.- El
metaverso ganó el centro del escenario: este nuevo universo virtual e
inmersivo que redefine la manera en que las personas interactúan, se
entretienen y trabajan, implica también nuevos desafíos para las
organizaciones. El llamado “metaverso industrial” o “metaverso de
negocios” promueve nuevos espacios para lanzar productos, realizar
eventos con clientes, hacer demostraciones a distancia, exponer nuevas
experiencias para los consumidores o impulsar la colaboración entre los
miembros del equipo, entre otros numerosos casos de uso.
No existen límites: la combinación de tecnologías 3D, realidad virtual y realidad aumentada, big data,
computación de alto rendimiento e inteligencia artificial permite
simular cualquier situación o construir gemelos digitales, es decir,
reproducciones de elementos de la realidad (desde una máquina hasta una
fábrica, desde una red eléctrica hasta un recorrido de ferrocarril y
desde un edificio hasta una ciudad entera) para hacer pruebas o cambios
de situaciones hipotéticas con muy bajo costo, sin demoras y sin riesgos
de disrupción. Así, aquellos elementos que tienen éxito luego se pueden
implementar en la realidad. Por ejemplo, un equipo técnico que debe
probar el motor de un automóvil ante diferentes circunstancias puede
sentir la aceleración, la velocidad, los ruidos y muchas otras
variables.
La columna vertebral para el funcionamiento del metaverso, desde el punto de vista de la tecnología, es internet: puede estar hosteado tanto
en la nube como en el borde. Para entregar la mejor experiencia, la
conectividad debe proveer altos niveles de ancho de banda y la mínima
latencia.
Es
que el procesamiento y la transferencia de una enorme cantidad de datos
en tiempo real, la velocidad de respuesta y el extremo a extremo en
redes son claves: se trata de entornos multiusuario en los cuales todos
los avatares (o usuarios) deben ver la misma realidad. Las acciones de
cada uno de ellos -un movimiento, algo que dice, un elemento que muestra
o comparte- impactan sobre todos los demás. Una demora de apenas un
segundo puede “romper” la sensación de realidad de este universo
alternativo.
“El servicio de infraestructura de redes que respalde a los metaversos debe estar altamente interconectado
para minimizar la latencia, proveer propuestas de borde para acercar el
procesamiento al lugar en que se producen los hechos y brindar el
máximo ancho de banda para soportar experiencias inmersivas y complejas
con la máxima calidad”, sostiene Alejandro Girardotti, Director Regional de Conectividad y Contenido de Lumen LATAM.
La Plataforma Lumen combina una red de fibra óptica para vincular diferentes nubes -tanto públicas como privadas, el edge y
los extremos-, servicios gestionados de extremo a extremo y una
capacidad de procesamiento de baja latencia para cualquier tipo de
aplicación que, en conjunto, garantizan los niveles de desempeño,
flexibilidad, agilidad y seguridad que requiere el metaverso.
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