Hoy la Fed subió su tasa de interés en 75 puntos base a un rango de 2.25% a 2.50%, tal como la mayoría de los analistas y traders esperaban.
La Fed señaló que la producción y el gasto se han debilitado, pero al mismo tiempo notó que el mercado laboral sigue fuerte. Esta es una combinación ideal para la institución, ya que su objetivo actual es desacelerar la demanda de bienes y servicios, pero idealmente sin causar recesión.
Además
vemos que la Fed se volvió más “data dependent”, es decir, va a ir
tomando las decisiones de tasa sobre la marcha. De esta forma, se espera
que siga subiendo las tasas, pero a qué velocidad es una pregunta
abierta.
Con este comunicado neutral la Fed preparó el terreno para subir las
tasas a un menor ritmo en la decisión de septiembre. Así, aunque no se
puede descartar otro aumento de 75 puntos base en dicha reunión, lo más
probable es que sea un aumento de 50 puntos base. Este escenario ya
estaba parcialmente incorporado en las expectativas del mercado, pero
hubo un impacto positivo en los activos debido a la ausencia de
sorpresas negativas.
La Fed todavía cree que su tasa de política monetaria va a cerrar este año en 3.25%-3.5%, un punto porcentual más arriba de su nivel actual. El hecho de que la Fed no haya cambiado de opinión sobre esto es buena noticia para los países emergentes, porque reduce las presiones que los bancos centrales tienen a subir sus tasas.
Priscila Robledo
Economista jefe en Fintual
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