- Módulo de ingreso que permite identificación de rostro y toma de temperatura a distancia, sin necesidad de contacto físico entre personas.
- La tasa de reconocimiento facial 1:1 es mayor a 99.7%.
- La velocidad de reconocimiento facial es de menos de 1 segundo, agilizando los procesos de registro, evitando aglomeraciones y potenciales contagios.
Ciudad de México, 1 de julio de 2020.
La contingencia sanitaria ha presentado retos que antes no existían.
Mientras no se erradique
el virus, la población mundial se prepara para retomar las actividades
productivas, al mismo tiempo que busca alternativas que protejan la
salud y contribuyan a reducir la probabilidad de contagio. A lo largo de
la cuarentena y de cara a la nueva normalidad,
la tecnología ha tenido un papel determinante al ofrecer alternativas
que promuevan la higiene, la salud y la distancia.
En este sentido, las aplicaciones de
reconocimiento facial podrían representar grandes beneficios,
atendiendo las medidas de seguridad recomendadas por los expertos. El
reconocimiento facial sirve para verificar la identidad. Se toman varios
puntos en la cara mediante dos cámaras instaladas
en el lector, se crea una| plantilla que se almacena ligada a la
información de la persona.
“El reconocimiento
facial es una tecnología que comienza a utilizarse en industrias de
seguridad e identificación, no debe sorprendernos si en algunos años
encontramos algoritmos de reconocimiento facial
certificados para pagos y que nuestro nuevo NIP pueda ser una sonrisa.
Sin embargo, la base de esa tecnología tiene muchas otras aplicaciones.
Por ejemplo, en el contexto de la nueva normalidad, el reconocimiento
facial en conjunto con sensores infrarrojos,
pueden utilizarse en equipos que además permiten tomar la temperatura a
distancia, todo a través de un dispositivo y sin necesidad de
interacción humana. Es una solución segura y eficiente para agilizar el
acceso a una escuela o a una oficina, y al mismo tiempo
garantizar que la temperatura está dentro de los parámetros normales y
no representa un riesgo”, explicó Aldo Peguero, fundador y director de
Lorso Technologies.
El SW-1081D es un módulo
vertical de control de acceso con medición de temperatura y
reconocimiento facial que utiliza plataformas de hardware de alto
desempeño. Está equipado con una cámara binocular
de clase industrial, tecnología de reconocimiento facial y módulo de
imagen térmica infrarroja para soportar identificación de caras con
cubreboca. Emite una alarma automáticamente si existe una temperatura
corporal anormal. También soporta la expansión
de varios periféricos como lectores de tarjetas de identificación,
lectores de huellas dactilares, etc., que pueden montarse en puertas de
entrada y checadores para lograr un control de acceso de personal seguro
y eficiente.
“Son equipos accesibles y
que pueden hacer una diferencia en lugares de gran afluencia. Además,
su versatilidad permite una fácil integración con otros softwares o
periféricos que ya tengan las empresas.
Es un complemento que puede ayudar a incrementar las medidas de
seguridad necesarias para proteger a todos los que comparten el mismo
espacio. Además, este módulo genera reportes a tiempo real e historial
de mediciones”, concluyó Aldo Peguero.
La reapertura de
espacios públicos requiere un compromiso comunitario de que todos elevan
las precauciones para prevenir el contagio. Los protocolos de higiene y
seguridad en espacios concurridos son
fundamentales para agilizar la reactivación económica sin que esto
implique riesgos para la población.
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