Fernando
González Mejía
En
el mes de abril en todos los estados de nuestra República, miles de
familias comenzaron a demandar auxilio por falta de alimentos, porque
las medidas del famoso “Quédate en casa” los dejaron sin empleo
y sin ingresos económicos para comprar alimento; colocaron trapos
blancos en puertas y ventanas para provocar que el Gobierno Federal
los dotara de alimento y poder seguir resguardando su vida en casa,
en redes sociales bautizaron el movimiento como Trapos Blancos MX.
Al
paso de los días, en mayo y junio, además de alimentos las familias
rogaban por un “bono por desempleo”, pues habían perdido o
disminuido su ingreso para alimentarse. Pero el gobierno mexicano, en
particular el Presidente Andrés Manuel López Obrador, permaneció
indiferente a las miles de peticiones de auxilio, negó rotundamente
establecer un plan de distribución de alimentos de manera masiva
para más de 90 millones de mexicanos.
AMLO
pregonó que no haría rescate económico de los empresarios ni de la
Banca Comercial, porque, según él, eso quedo atrás y solo se hacía
en el “periodo neoliberal”. Sin embargo, varios países de
América Latina implementaron algunas acciones gubernamentales, por
ejemplo: El Salvador, Panamá, Ecuador, Perú, aplazaron los pagos de
servicios de comunicación, de impuestos, de deudas por hipotecas o
préstamos bancarios; Venezuela, Chile, Brasil y EUA (tan criticados
a nivel mundial por su pésimo manejo de la crisis), entre otros,
dieron bonos por desempleo o bonos a las familias en pobreza extrema.
México
anunció microcréditos de 25 mil pesos, por cierto, el Gobierno
federal no ha podido entregar el total del recurso por errores en la
operación del programa. Varios países hablaron claramente la
cantidad de dinero público o créditos que invirtieron para acciones
concretas contra la crisis sanitaria y económica, por ejemplo: EUA
2.2 billones de dólares para rescates económicos, Reino Unido 14.5
mil millones de euros de un nuevo paquete económico, España 200 mil
millones de euros, Francia 45 mil millones de euros para apoyo a
empresas y 300 mil millones para préstamos corporativos, Alemania
optó por contraer una nueva deuda de 156 mil millones de euros para
ayuda masivamente a empresas.
Ante
la tozuda postura de AMLO, millones de mexicanos le pedimos que
aplazara sus proyectos faraónicos de construcción del aeropuerto en
Santa Lucía, la refinería en Dos Bocas, el Tren Maya y, que el
recurso que durante este año pretende desviar, cerca de 100 mil
millones de pesos, lo destinara para salvar la vida de más de 90
millones de mexicanos en alto riesgo de hambruna por no poder cubrir
sus necesidades de manutención, o por desempleo o por diminución de
su ingreso.
Especialistas
en economía y la iniciativa privada demandan a AMLO que destine el
1.2% del PIB nacional para mitigar verdaderamente la crisis
económica, pero el obstinado Presidente se niega a escuchar a los
especialistas, no entiende el grave daño al que condena a los
mexicanos en pobreza, más de 90 millones de afectados.
El
auxilio que se pide con los Trapos Blancos en México está
totalmente justificado. La falta de empleo condena a la miseria a más
mexicanos. Necesita que el pueblo se sume a un proyecto político que
verdaderamente los represente, los involucre y les tome en cuenta
para resolver sus necesidades.
Luchemos
por un frente Nacional popular que equilibre las fuerzas políticas
en la Cámara de Diputados y Senadores para el proceso electoral en
el año 2021. México no puede seguir en contrasentido del mundo.
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