RESUMEN EJECUTIVO
Hace 4 meses que la OMS
hizo la declaratoria de pandemia de Covid-19, y el número contagios
continúa creciendo de manera acelerada. Al 7 de julio, el número de
contagios a nivel mundial alcanzó los 11.7 millones, mientras que
los nuevos casos diarios se ubican por arriba de los 170 mil en días
recientes. A su vez, el total de fallecimientos en el mundo se ubica
en 540 mil.
En México, más de 100
días después de la implementación de medidas de restricción a
las actividades y la movilidad, aun no se vislumbra el fin de la
pandemia: el crecimiento diario tanto de casos como de fallecimientos
se mantiene desproporcionadamente alto en comparación con la mayoría
de los países en momentos similares durante la pandemia.
La evolución de la
pandemia y las respuestas de los gobiernos para contenerla han sido
muy dinámicas, y los primeros datos relacionados con la actividad
apuntan a que ésta se ha frenado abruptamente.
Como se anticipaba, a
medida que las restricciones a las actividades han ido disminuyendo
en los países, ha iniciado un proceso de reactivación paulatino. En
este sentido, se estima que el punto más bajo del ciclo económico
mundial se registró en el segundo trimestre.
En el caso de la economía
global, nuestra estimación de crecimiento del PIB para 2020 pasó de
-3.1% en abril a -3.5% a la fecha, mientras que para 2021 se
mantiene en 5.5%. Se estima un mejor desempeño relativo de las
economías emergentes respecto a las economías avanzadas.
Aun cuando el cierre de
actividades comenzó en la segunda mitad de marzo, durante el primer
trimestre de 2020 el PIB de México disminuyó en 1.2% trimestral con
cifras desestacionalizadas, la mayor caída desde 2009. Los
indicadores oportunos de mayo y junio apuntan a que la actividad
permaneció débil durante esos meses, si bien ésta mejoró
ligeramente respecto a abril, por lo que el punto más bajo del ciclo
sería éste último mes.
Como resultado de
decisiones de política inadecuadas respecto a la gestión de la
pandemia y sus consecuencias económicas en México, revisamos
nuestra estimación de crecimiento para el PIB en 2020 a -11.2% desde
el -9.0% anterior.
El principal factor que
explica la revisión a nuestra expectativa de crecimiento es la falta
de recursos fiscales destinados tanto para atender la emergencia
sanitaria en el país como para amortiguar el daño económico que ha
ocasionado la pandemia. Esto implica, además, que la recuperación
esperada para 2021 sea más débil que lo anticipado previamente, con
un crecimiento de 4.1% desde la estimación previa de 4.8%. Además,
la pandemia ha sido más prolongada de lo que estimamos en un inicio,
lo que también esperamos tenga un impacto sobre la actividad
económica hacia delante.
Estimamos que la demanda
externa será el principal motor de la recuperación. En contraste,
el deterioro del mercado laboral implica que el consumo permanecerá
débil.
Lo más preocupante para
las perspectivas económicas es el colapso de la inversión debido,
en parte, a que el gobierno ha hecho anuncios e implementado medidas
de forma recurrente que disminuyen la confianza empresarial. La caída
sistemática de la inversión está vulnerando el potencial de
crecimiento económico del país, por lo que ahora estimamos que el
crecimiento promedio del PIB en 2022-24 será de 2.0%.
Anticipamos que la
inflación general disminuirá en la segunda mitad de 2020, debido,
principalmente, a los efectos de la recesión económica, por lo que
cerraría el año en 3.1%. Con la recuperación de la actividad en
2021, prevemos un ligero aumento de la inflación a 3.4%.
Las mayores condiciones de
holgura otorgan espacio para que Banxico realice recortes adicionales
por 100pb en el resto del año, lo que llevaría la tasa de política
a 4.00%.
Respecto a las finanzas
públicas, la información a mayo de 2020 muestra una caída en los
ingresos del sector público, mientras que el gasto continúa por
debajo de lo programado. Para el resto del año estimamos una mayor
reducción de los ingresos debido a la caída de la actividad
económica, lo que sumado a la depreciación del tipo de cambio
implicará un crecimiento significativo de la deuda pública como
porcentaje del PIB.
En los próximos meses, el
gobierno seguirá lidiando con los riesgos de reabrir la economía,
al tiempo que trata de mantener la crisis de la salud bajo control. A
estas alturas dentro de un año, todo será cuestión de evitar una
degradación de la calificación soberana.
+++
No hay comentarios:
Publicar un comentario