lunes, 13 de julio de 2020

Examen de la situación económica de México SEGUNDO TRIMESTRE 2020 •NÚMERO 1077• VOLUMEN XCV


RESUMEN EJECUTIVO
Hace 4 meses que la OMS hizo la declaratoria de pandemia de Covid-19, y el número contagios continúa creciendo de manera acelerada. Al 7 de julio, el número de contagios a nivel mundial alcanzó los 11.7 millones, mientras que los nuevos casos diarios se ubican por arriba de los 170 mil en días recientes. A su vez, el total de fallecimientos en el mundo se ubica en 540 mil.
En México, más de 100 días después de la implementación de medidas de restricción a las actividades y la movilidad, aun no se vislumbra el fin de la pandemia: el crecimiento diario tanto de casos como de fallecimientos se mantiene desproporcionadamente alto en comparación con la mayoría de los países en momentos similares durante la pandemia.
La evolución de la pandemia y las respuestas de los gobiernos para contenerla han sido muy dinámicas, y los primeros datos relacionados con la actividad apuntan a que ésta se ha frenado abruptamente.
Como se anticipaba, a medida que las restricciones a las actividades han ido disminuyendo en los países, ha iniciado un proceso de reactivación paulatino. En este sentido, se estima que el punto más bajo del ciclo económico mundial se registró en el segundo trimestre.
En el caso de la economía global, nuestra estimación de crecimiento del PIB para 2020 pasó de -3.1% en abril a -3.5% a la fecha, mientras que para 2021 se mantiene en 5.5%. Se estima un mejor desempeño relativo de las economías emergentes respecto a las economías avanzadas.
Aun cuando el cierre de actividades comenzó en la segunda mitad de marzo, durante el primer trimestre de 2020 el PIB de México disminuyó en 1.2% trimestral con cifras desestacionalizadas, la mayor caída desde 2009. Los indicadores oportunos de mayo y junio apuntan a que la actividad permaneció débil durante esos meses, si bien ésta mejoró ligeramente respecto a abril, por lo que el punto más bajo del ciclo sería éste último mes.
Como resultado de decisiones de política inadecuadas respecto a la gestión de la pandemia y sus consecuencias económicas en México, revisamos nuestra estimación de crecimiento para el PIB en 2020 a -11.2% desde el -9.0% anterior.
El principal factor que explica la revisión a nuestra expectativa de crecimiento es la falta de recursos fiscales destinados tanto para atender la emergencia sanitaria en el país como para amortiguar el daño económico que ha ocasionado la pandemia. Esto implica, además, que la recuperación esperada para 2021 sea más débil que lo anticipado previamente, con un crecimiento de 4.1% desde la estimación previa de 4.8%. Además, la pandemia ha sido más prolongada de lo que estimamos en un inicio, lo que también esperamos tenga un impacto sobre la actividad económica hacia delante.
Estimamos que la demanda externa será el principal motor de la recuperación. En contraste, el deterioro del mercado laboral implica que el consumo permanecerá débil.
Lo más preocupante para las perspectivas económicas es el colapso de la inversión debido, en parte, a que el gobierno ha hecho anuncios e implementado medidas de forma recurrente que disminuyen la confianza empresarial. La caída sistemática de la inversión está vulnerando el potencial de crecimiento económico del país, por lo que ahora estimamos que el crecimiento promedio del PIB en 2022-24 será de 2.0%.
Anticipamos que la inflación general disminuirá en la segunda mitad de 2020, debido, principalmente, a los efectos de la recesión económica, por lo que cerraría el año en 3.1%. Con la recuperación de la actividad en 2021, prevemos un ligero aumento de la inflación a 3.4%.
Las mayores condiciones de holgura otorgan espacio para que Banxico realice recortes adicionales por 100pb en el resto del año, lo que llevaría la tasa de política a 4.00%.
Respecto a las finanzas públicas, la información a mayo de 2020 muestra una caída en los ingresos del sector público, mientras que el gasto continúa por debajo de lo programado. Para el resto del año estimamos una mayor reducción de los ingresos debido a la caída de la actividad económica, lo que sumado a la depreciación del tipo de cambio implicará un crecimiento significativo de la deuda pública como porcentaje del PIB.
En los próximos meses, el gobierno seguirá lidiando con los riesgos de reabrir la economía, al tiempo que trata de mantener la crisis de la salud bajo control. A estas alturas dentro de un año, todo será cuestión de evitar una degradación de la calificación soberana.
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