- El melanoma es el responsable del 80 por ciento de muertes de este tipo de cáncer en nuestro país.
- Se han disparado los casos de este cáncer de 300 a 500 por ciento en los dos últimos años en nuestro país.
- Antecedentes familiares de cáncer en piel o de páncreas, exposición solar intermitente o quemaduras solares, son factores potenciales para desarrollar el melanoma.
México
registra un grave aumento en las defunciones por cáncer de piel, “por
lo que esta anomalía debe ser considerada por las autoridades del
gobierno federal como un problema de salud pública de manera urgente”,
así alertó la Fundación No Más Negligencias Médicas.
Su
presidente, Fernando Aviléz Tostado, explicó que el melanoma —el tipo
más grave de cáncer de piel— se forma en las células que producen
melanina, el pigmento que le da color a la piel; y, es el responsable
del 80 por ciento de muertes de este tipo de cáncer en nuestro país.
El
doctor, especialista en derecho sanitario, recordó que el Instituto
Nacional de Cancerología (INCan) registró un aumento en el número de
casos con este tipo de cáncer, de 300 a 500 por ciento en los dos
últimos años.
“Los
mexicanos pensamos que nuestra piel morena, pelo y ojos oscuros nos
eximen de esta patología, pero genéticamente albergamos genes que nos
proporcionan alta susceptibilidad debido al mestizaje”, resaltó.
Aviléz
Tostado alertó que, características como la piel y ojos claros, el
cabello pelirrojo o rubio, más de 50 lunares en el cuerpo, antecedentes
familiares de cáncer de piel o de páncreas, exposición solar
intermitente o quemaduras solares, son factores potenciales para
desarrollar el melanoma.
Expuso
que la fundación --que él preside-- ubicó que los más altos números de
incidencia del melanoma maligno cutáneo (CMM) se han registrado en
Australia y Nueva Zelanda, seguidos de América del Norte y Europa del
Norte.
Recordó
que el lunar —proliferación benigna de células (melanocitos) que
producen melanina, es decir, el pigmento que le da color a la piel—
aparecen por genética o por la exposición a la radiación solar.
“Es
raro tener un lunar de nacimiento, pero tampoco es normal que surjan
nuevos después de los 30 o 35 años. Durante la infancia y adolescencia
los también llamados “nevos” aparecen y desaparecen, y dejan de hacerlo
después de la tercera década de vida”, dijo.
Sostuvo
que un lunar —o mancha nueva a partir de esa edad— puede ser
potencialmente maligno. En un adulto mayor (> 60 años) un lunar nuevo
representa cáncer de piel, hasta demostrar lo contrario”, alertó.
Los
lunares son estables, se quedan siempre del mismo tamaño y color, no
así el melanoma, que es considerado el más agresivo por su capacidad de
moverse: si crece más de un milímetro de profundidad, seguramente ya
tuvo acceso al torrente sanguíneo y puede diseminarse con rapidez a otra
zona, advirtió.
La
exposición, particularmente en esta pandemia de Covid-19, a la
radiación de rayos ultravioleta (UV) emitida por el sol o de lámparas y
camas de bronceado aumenta el riesgo, por lo que es recomendable el uso
de un bloqueador solar diario dos veces al día, pues las sustancias que
protegen la piel sólo están activas cuatro horas.
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