(12 de mayo, 2020)
Para
enfrentar los impactos socioeconómicos de la crisis producida por la
enfermedad del coronavirus (COVID-19), la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL) propone que los gobiernos garanticen
transferencias monetarias temporales inmediatas para satisfacer
necesidades básicas y sostener el consumo de los hogares, lo que será
crucial para lograr una reactivación sólida y relativamente
rápida. Además, en el largo plazo, el organismo reitera que el alcance
de esas transferencias debe ser permanente, ir más allá de las personas
en situación de pobreza y llegar a amplios estratos de la población muy
vulnerables a caer en ella, lo que permitiría
avanzar hacia un ingreso básico universal, para asegurar el derecho
básico a la sobrevivencia, señaló en un nuevo informe dado a conocer hoy
por su Secretaria Ejecutiva, Alicia Bárcena.
La alta funcionaria de las Naciones Unidas presentó este martes 12 de mayo el Informe Especial COVID-19 N⁰ 3, titulado
El desafío social en tiempos del COVID-19,
que entrega una estimación del impacto social y los desafíos
relacionados que tendría la actual crisis para los países de América
Latina y el Caribe en el corto, mediano y largo plazo. En una
conferencia de prensa virtual transmitida en vivo desde Santiago
de Chile, Bárcena entregó también los detalles de la propuesta de la
CEPAL sobre un ingreso básico de emergencia (IBE) que se debe
implementar inmediatamente, con perspectivas de permanecer en el tiempo
de acuerdo con la situación de cada país. Esto es especialmente
relevante dado que la superación de la pandemia tomará su tiempo y las
sociedades deberán coexistir con el coronavirus, lo que dificultará la
reactivación económica y productiva.
“La
pandemia ha hecho visibles problemas estructurales del modelo económico
y las carencias de los sistemas de protección social y los regímenes de
bienestar
que hoy nos está resultando muy caro. Por ello, debemos avanzar hacia
la creación de un Estado de bienestar con base en un nuevo pacto social
que considere lo fiscal, lo social y lo productivo”, señaló Alicia
Bárcena.
La
CEPAL propone la entrega de un ingreso básico de emergencia (IBE)
equivalente a una línea de pobreza (costo per cápita de adquirir una
canasta básica
de alimentos y otras necesidades básicas) durante seis meses a toda la
población en situación de pobreza en 2020 (es decir, 215 millones de
personas o el 34,7% de la población regional). Esto implicaría un gasto
adicional del 2,1% del PIB para abarcar a todas
las personas que se encontrarán en situación de pobreza este año.
El
informe realiza un balance de los efectos sociales que traería la
pandemia del COVID-19. Provocará en el corto plazo un aumento de la
pobreza, la
pobreza extrema y la desigualdad en la región, debido al contexto de
bajo crecimiento económico. Ante la caída del -5,3% del PIB y el aumento
del desempleo de 3,4 puntos porcentuales proyectados por la CEPAL en el
Informe Especial COVID-19 N° 2 (ver
comunicado de prensa del 21 de abril pasado),
en 2020 la pobreza en América Latina aumentaría al menos 4,4 puntos
porcentuales (28,7 millones
de personas adicionales) con respecto al año previo, por lo que
alcanzaría a un total de 214,7 millones de personas (el 34,7% de la
población de la región). Entre estas personas, la pobreza extrema
aumentaría 2,6 puntos porcentuales (15,9 millones de personas
adicionales) y llegaría a afectar a un total de 83,4 millones de
personas.
Asimismo,
en línea con el aumento de la pobreza y la pobreza extrema, también
crecerá la desigualdad en todos los países de la región. La CEPAL
proyecta
incrementos del índice de Gini de entre el 0,5% y el 6,0%. Una vez más,
los peores resultados se esperan en las economías más grandes de la
región.
El
informe agrega que en este escenario de mayor pobreza y desigualdad,
amplios estratos de la población de la región viven en condiciones
crónicas de
inseguridad económica y son muy vulnerables ante las pérdidas de
ingresos laborales. De esta forma, la CEPAL estima que alrededor del 10%
de las personas que se encontraban en situación de pobreza no extrema
en 2019 (11,8 millones de personas) vería deteriorada
su situación económica y caería en una situación de pobreza extrema.
También habría un fuerte deterioro de la posición de las personas que
pertenecían a los estratos medios.
Según
el reporte, los grupos especialmente vulnerables a la crisis
socioeconómica serían las mujeres, las personas de estratos de ingresos
bajos y medios-bajos,
los trabajadores informales, las trabajadoras domésticas remuneradas,
los niños, niñas y adolescentes, los jóvenes, las personas mayores, la
población rural, los pueblos indígenas, los afrodescendientes, las
personas con discapacidad, los migrantes, y las
personas en situación de calle.
El
estudio explica que a partir del 13 de marzo los gobiernos de la región
comenzaron a anunciar medidas de protección social como reacción ante
la caída
abrupta de los ingresos de los trabajadores y de los hogares. Estas han
incluido transferencias monetarias, transferencias de especies (como
alimentos, mascarillas y medicamentos), suspensión o exoneración en el
pago de los suministros de servicios básicos
(agua, luz, gas, teléfono, internet, etc.), medidas de protección
social para trabajadores formales, y otros apoyos directos a personas y
familias (como alivios tributarios y control de precios, entre otros).
A
la fecha, en total se han aplicado 126 medidas de protección social en
29 países para la población pobre y vulnerable. Entre ellas, las
transferencias
monetarias y de alimentos alcanzan a 90,5 millones de hogares, es
decir, alrededor del 58% de la población regional.
“La
pandemia ha agudizado las dificultades de la población —especialmente
la más pobre y vulnerable— para satisfacer sus necesidades básicas. Por
ello,
es preciso garantizar los ingresos, la seguridad alimentaria y los
servicios básicos a un amplio grupo de personas cuya situación se ha
vuelto extremadamente vulnerable y que no necesariamente estaban
incluidas en los programas sociales existentes antes de
la pandemia”, recalcó la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL.
Para
articular la protección social en el corto, mediano y largo plazo, la
CEPAL señala que además de implementar medidas inmediatas para atender
la
emergencia, es necesario superar desafíos operacionales, como la
bancarización de la población, completar los registros sociales,
actualizarlos e interconectarlos. En el mediano y largo plazo se debe
garantizar el ejercicio de los derechos mediante el fortalecimiento
del Estado de bienestar y la provisión universal de protección social,
introducir un sistema de cuidado, y la implementación gradual y búsqueda
de mecanismos innovadores de financiamiento sostenibles.
“Ante
las grandes brechas históricas que la pandemia ha agravado, la CEPAL
reitera que es el momento de implementar políticas universales,
redistributivas
y solidarias con enfoque de derechos”, remarcó Alicia Bárcena. “Generar
respuestas de emergencia desde la protección social para evitar un
grave deterioro en las condiciones de vida es ineludible desde una
perspectiva de derechos y bienestar”, agregó.
“Construir
el Estado de bienestar y sistemas de protección social universales es
clave para evitar otra década perdida”, enfatizó. ”Un elemento central
en la construcción de un Estado de bienestar es el derecho a la salud.
Superar la actual fragmentación, jerarquización y mercantilización de
los sistemas de salud será una de las enseñanzas que dejará la
pandemia”, declaró.
“Para
salir de la crisis es necesario repensar el modelo de desarrollo y
consolidar las dimensiones económicas, sociales y ambientales del
desarrollo
sostenible, sin dejar a nadie atrás, como se plantea en la Agenda 2030
para el Desarrollo Sostenible y a través de un nuevo pacto social/fiscal
”, dijo finalmente la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL.
Más información:
- Presentación de la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL (video en YouTube).
- Observatorio COVID-19 en América Latina y el Caribe (con acceso a la presentación en PDF de la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena).
- Informe Especial COVID-19 N⁰ 3: El desafío social en tiempos del COVID-19.
- Material audiovisual en HD (video) y alta resolución (fotografías) para libre uso de los medios de comunicación.
Para consultas y la concertación de entrevistas, contactar a la Unidad de Información Pública de la CEPAL.
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