Por: Huibert Aalbers, CTO IBM México
Se
espera que para 2022 más de 176 millones de personas en América Latina
compren bienes y servicios en línea y que las ventas minoristas en la
región alcancen 2.35 billones de dólares*.
Y la demanda se está incrementando con la crisis del COVID-19 que está
poniendo a prueba la solidez de las cadenas de suministro. ¿Es esto un
llamado a que las transformemos? Si miramos al futuro, es cada vez más
evidente que las empresas necesitan trabajar en fortalecer las cadenas
de suministro, para hacerlas cada vez más resilientes, eficientes y que
ayuden en garantizar el abastecimiento de productos.
A
nivel mundial, las cadenas de suministro están actualmente siendo
sometidas a nuevas condiciones volátiles y están siendo desafiadas más
allá de sus límites. Si bien el enfoque actual es mantener el
suministro y satisfacer las necesidades de los clientes, las
organizaciones deben considerar cómo reaccionar ante estas situaciones,
preparándose para la próxima disrupción, mientras continúan agregando
valor a sus clientes finales. Y es ahí donde la tecnología se vuelve el
aliado fundamental para ayudar a las empresas a transitar este camino,
fortaleciendo estas cadenas con información en tiempo real y permitiendo
la toma de acciones decisiva, ofreciendo una mejor capacidad de
respuesta en tres frentes:
1. Visibilidad y orientación predictiva de los acontecimientos.
Imaginemos una "torre de control", que ayuda a los profesionales de la
cadena de suministro con datos y recomendaciones basadas en
predicciones, resultado del análisis de los datos. Esto les permite
tomar decisiones más rápidas e inteligentes en la gestión de las cadenas
de suministro.
La
inteligencia artificial actuaría como esta “torre de control”. Por un
lado, daría visibilidad sobre las interrupciones potenciales que puedan
ocurrir a lo largo de toda la cadena, incluyendo el inventario, la fase
de almacenamiento y todo lo relacionado con los equipos y su
mantenimiento. Por otro lado, permitiría incidir con anticipación en
estas posibles fallas, que, en última instancia, afectarían la
experiencia y la satisfacción del cliente.
2. Digitalización de las cadenas de suministro.
El funcionamiento del comercio mundial, como otras industrias, depende
de intercambios eficientes de información, especialmente de documentos.
Si
bien, ecosistemas empresariales y gubernamentales de todo el mundo
ahora están digitalizando los procesos, y automatizando los cuellos de
botella, en el caso concreto del comercio internacional, por su
formalidad y su burocracia, vemos que ha pasado por un proceso más lento
en cuanto a digitalización.
¿Cómo
la tecnología está facilitando este proceso? Lo cierto es que el
desarrollo de la tecnología blockchain está liberando a la industria de
los procesos manuales y de los sistemas “legacy” que dificultan
la transparencia, la accesibilidad y visibilidad de los documentos. Un
liderazgo que busca la hiperconexión, para conseguir un aprendizaje
exponencial, generando eficiencias en el sistema.
Por ejemplo, la principales navieras del mundo y más de
50 puertos y terminales de América Latina hacen parte de la red de
TradeLens, contribuyendo con datos a la red y pudiendo hacer
predicciones con base en esa información.
3. Trazabilidad. Asociada
a esta digitalización, y a una mayor cooperación entre las partes,
blockchain también posibilita la trazabilidad. Esto es, que todos los
participantes del sistema puedan conocer la procedencia, la ubicación en
tiempo real y el estado de sus productos a lo largo de la cadena.
Así,
las compañías pueden desarrollar modelos de predicción de oferta y
demanda más precisos, localizar el abastecimiento de materias primas y
reestructurar contratos.
Un ejemplo es la red Food
Trust, basada en IBM blockchain, que realiza el monitoreo de alimentos y
productos desde que son producidos, hasta que el consumidor los elige
en el supermercado. Diversos retailers a nivel mundial como Carrefour o
fabricantes como Nestlé, así como productores de nuestra región hacen
parte de la red actualmente, para disminuir el desperdicio y ayudar a
que las cadenas de alimentación y distribución no se quiebren.
Si bien nadie puede prever lo que nos depara el mañana, podemos trabajar hoy para construir una cadena de suministro global más inteligente y eficiente, preparando
a las empresas para emerger más fuertes. Las organizaciones pueden
aprovechar la inteligencia artificial y blockchain, entre otras
tecnologías, para ayudar a convertir lo imprevisto en previsto y estar
más preparadas para el mañana.
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