Ciudad de México,
15 de diciembre de 2018
• El día de hoy
se entregó al H. Congreso de la Unión el Paquete Económico 2019,
conformado por los
Criterios Generales de Política Económica (CGPE), la Iniciativa de
Ley de Ingresos de
la Federación (ILIF) y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la
Federación (PPEF).
• El Paquete
Económico 2019 refleja, en primer término, el compromiso absoluto
con la
disciplina fiscal y
financiera, de manera que se garanticen la estabilidad
macroeconómica y el
fortalecimiento de las finanzas públicas. En este sentido, se
propone un superávit
primario de 1.0% del PIB para 2019.
• Asimismo,
descansa en la observación escrupulosa del principio de austeridad,
base de
la reorientación
del gasto hacia programas con un alto impacto en el bienestar de los
mexicanos y hacia la
infraestructura para el desarrollo de largo plazo.
• La prudencia, la
transparencia, la responsabilidad y la objetividad son las premisas
bajo
las que se construyó
el Paquete Económico.
• Se preserva en
lo fundamental el marco tributario. No se proponen aumentos en las
tasas de los
impuestos existentes ni la creación de impuestos nuevos. Los
ingresos
presupuestales
totales para 2019 se estiman en 5,274.4 miles de millones de pesos
(mmp), de los cuales
1,045 mmp (19.8%) corresponden a ingresos petroleros, 3,287.6
mmp (62.3%) a
ingresos tributarios, 120.3 mmp (2.3%) a ingresos no tributarios, y
821.5 mmp (15.6%) a
ingresos de organismos y empresas.
• Se prevé que
los ingresos presupuestarios muestren un crecimiento real en 2019 de
6.3% respecto a la
cifra aprobada en 2018. Este crecimiento de los ingresos se explica
por dos elementos.
En primer lugar, por los tiempos de elaboración del Paquete
Económico en este
año de inicio de Administración, se cuenta con información más
precisa sobre el
cierre de 2018. En segundo lugar, se ha realizado un esfuerzo
importante por
mejorar la precisión de las estimaciones de ingresos, en línea con
el
marco en materia de
transparencia fiscal recomendado por organismos financieros
1internacionales. En
términos de la evolución reciente de las finanzas públicas, los
ingresos
presupuestarios en 2019 exhibirán una reducción de 0.5% real
respecto del
cierre esperado para
2018.
• Por su parte, el
gasto neto total del sector público tendrá un crecimiento real en
2019
de 6.1% respecto a
la cifra aprobada en 2018, es decir exhibe un incremento de 330.8
mmp constantes de
2019 y alcanzará un nivel de 5,778.3 mmp en 2019. No obstante,
respecto del cierre
de 2018, el presupuesto de 2019 muestra una reducción real de
0.2%.
• El Paquete
Económico considera recursos por cerca de 252 mmp para Proyectos
Prioritarios del
Sector Central. Destacan la Pensión para el Bienestar de las
Personas
Adultas Mayores, que
con un presupuesto planteado de 100 mmp permitirá duplicar
los recursos que
reciben nuestros adultos mayores, a fin de tener una vida digna; el
programa Jóvenes
Construyendo el Futuro, para el que se proponen 44.3 mmp para
brindar
oportunidades de trabajo y estudio a 2.6 millones de jóvenes; y
diversos
proyectos de
infraestructura ferroviaria, carretera y aeroportuaria por un monto
de
30.4 mmp, que
potenciarán la conectividad interna y con el exterior de nuestro
país.
• Las
transferencias federales a los estados (participaciones, aportaciones
y otros
conceptos) en 2019
alcanzarán un monto de aproximadamente 1.9 billones de pesos.
En particular, las
participaciones federales tendrán un incremento real de 8.4% con
respecto a lo
aprobado en 2018.
• El esfuerzo
fiscal delineado en el Paquete Económico 2019 permitirá que los
Requerimientos
Financieros del Sector Público (RFSP) se ubiquen en 2.5% del PIB, de
manera que el Saldo
Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público
(SHRFSP), la medida
más amplia de la deuda del país, no aumente con respecto al
estimado de cierre
para 2018.
* * * * *
El día de hoy, la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público entregó al H. Congreso
de la
Unión la Iniciativa
de Ley de Ingresos de la Federación (ILIF), el Proyecto de
Presupuesto
de Egresos de la
Federación (PPEF) y los Criterios Generales de Política Económica
(CGPE)
para el ejercicio
fiscal 2019. Estos documentos integran el Paquete Económico 2019, en
el
que destacan los
siguientes aspectos:
I. Evolución de la
economía
Durante 2018, el
desempeño de la actividad económica mundial ha sido positivo a
pesar
de un entorno global
caracterizado por una marcada incertidumbre y un elevado nivel de
volatilidad
financiera. Actualmente, se perciben señales de una moderación en
el ritmo de
crecimiento y las
perspectivas de crecimiento global han sido revisadas a la baja para
el
cierre de 2018 y
2019. El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta que el
crecimiento mundial
alcance una tasa real anual de 3.7% en 2018 y en 2019, lo cual
implica una revisión
a la baja de 0.2 puntos porcentuales con respecto a la perspectiva de
crecimiento para
ambos años que se tenía a mediados de 2018.
Con excepción de la
economía de Estados Unidos de América, cuyo ritmo de crecimiento
se ha mantenido
elevado, la actividad económica para 2018 en las principales
economías
avanzadas muestra
signos de cierta desaceleración. Para la mayoría de las economías
emergentes, los
niveles de actividad económica durante 2018 se ubicaron en terreno
positivo.
Por otro lado, el
proceso de normalización de la política monetaria estadounidense ha
generado condiciones
más astringentes en los mercados financieros a nivel mundial. Este
proceso ha
fortalecido el dólar estadounidense, presionando a las monedas de
las
economías
emergentes y provocando una reducción en los flujos de capital hacia
ellas. En
consecuencia, se han
observado aumentos en las tasas de referencia en un número
importante de países
emergentes e incrementos en los indicadores de riesgo país,
principalmente en
las economías emergentes con fundamentos macroeconómicos menos
sólidos.
Asimismo, este
entorno adverso se ha visto exacerbado por el escalamiento de las
tensiones
comerciales y geopolíticas a nivel mundial, factores que podrían
generar
distorsiones en las
cadenas globales de valor y una reducción en la capacidad e
incentivos
para la inversión a
nivel mundial. Algunos de estos riesgos ya han comenzado a
materializarse y
podrían retroalimentarse teniendo efectos adversos sobre el
desempeño
económico global en
el corto y mediano plazos. Por lo anterior, el balance de riesgos
para
el crecimiento de la
economía mundial se ha inclinado a la baja.
4En este entorno
complejo, la actividad económica en México se mostró resiliente,
creciendo a un ritmo
anual de 2.1% en el periodo enero-septiembre de 2018. Las
exportaciones
registraron un gran dinamismo derivado del crecimiento de la economía
de
Estados Unidos de
América; por su parte, el consumo privado continuó expandiéndose
impulsado por un
crecimiento del empleo y las fuentes de ingreso. No obstante, el
gasto
en inversión
continuó registrando un desempeño débil.
Por el lado de la
producción, la actividad estuvo impulsada por el crecimiento de los
servicios y las
manufacturas. En contraste, esta se vio afectada negativamente por la
reducción en la
plataforma de producción de petróleo. Por su parte, el mercado
laboral
continuó exhibiendo
un sólido desempeño, lo cual se reflejó en una tasa de
desocupación
en niveles
históricamente bajos y en niveles de empleo formal en máximos
históricos.
De enero a noviembre
de 2018, la inflación general anual registró una disminución
respecto de los
niveles observados a finales de 2017, que refleja reducciones tanto
de la
inflación
subyacente como de la no subyacente. Así, la inflación general
anual pasó de
6.77% en diciembre
de 2017 a 4.72% en noviembre de 2018. En relación con la evolución
del tipo de cambio
del peso frente al dólar, entre el cierre de 2017 y el 30 de
noviembre
de 2018, este
registró una depreciación de 4.0%, mostrando a lo largo del año
diversos
episodios de
volatilidad. Ante los riesgos de un repunte de la inflación, el
Banco de México
realizó ajustes al
alza en la tasa de referencia de 25 puntos base en febrero, junio y
noviembre, por lo
que la tasa objetivo pasó de 7.25% al cierre de 2017 a 8.00% en
noviembre de 2018.
En 2018, diversos
eventos generaron volatilidad en los mercados financieros del país,
entre los que se
encuentran: el incremento de las tensiones comerciales y las medidas
arancelarias
impuestas por Estados Unidos de América a diversas economías, el
proceso
de negociación del
nuevo acuerdo comercial trilateral entre México, Estados Unidos de
América y Canadá,
y la incertidumbre asociada al proceso electoral. Con la finalidad de
contribuir a una
mayor certidumbre, el compromiso de la presente administración es
informar de manera
continua y transparente sobre las decisiones de políticas públicas
y
sus implicaciones
fiscales y financieras.
Considerando el
entorno externo y la evolución reciente de la actividad económica
nacional, se prevé
que en 2018 el PIB de México crezca 2.3% real. La estimación de
crecimiento
económico se realizó con base en la expectativa de que en el último
bimestre
del año las
exportaciones no petroleras de México continuarán creciendo
impulsadas por
la economía
estadounidense. Asimismo, se anticipa que en el cuarto trimestre de
2018 el
5consumo privado
continúe creciendo dado el fortalecimiento que han registrado sus
principales
determinantes.
El pasado 30 de
noviembre, los mandatarios de México, Estados Unidos de América y
Canadá firmaron el
nuevo tratado comercial (T-MEC), en el marco de la cumbre del Grupo
de los 20 (G20) que
se celebró en Buenos Aires, Argentina. Este nuevo acuerdo aún debe
ser ratificado por
los congresos de los tres países para su posterior entrada en vigor
y se
prevé que dé mayor
certidumbre a los intercambios comerciales de la región. En
particular, es muy
favorable que México haya alcanzado este acuerdo en el contexto de
escalamiento de las
tensiones comerciales entre las principales economías del mundo. Lo
anterior fortalece
la confianza e incentiva la recuperación gradual de la inversión en
el
país.
Para el cierre de
2018 se prevé una inflación anual de 4.7%, que corresponde al
pronóstico
de inflación del
Banco de México para el cuarto trimestre del año publicado en su
Informe
Trimestral de
julio-septiembre. El precio promedio de la mezcla mexicana de
petróleo se
estima en 62 dólares
por barril (dpb) y un tipo de cambio promedio de 19.2 pesos por
dólar.
El programa
económico para 2019 está diseñado sobre supuestos prudentes de la
evolución del marco
macroeconómico, ello con la finalidad de que el presupuesto refleje
el balance de
riesgos que enfrenta la economía en la actualidad. Con respecto al
entorno
externo, se estima
que en 2019 la economía estadounidense continúe creciendo, si bien
a
un ritmo menor que
en 2018 debido, principalmente, a la disipación paulatina de los
efectos de la
reforma fiscal implementada este año y que se reflejaría en
crecimientos
más moderados del
consumo y la inversión. En particular, la encuesta Blue Chip
Economic
Indicators estima
que en 2019 el crecimiento real del PIB de Estados Unidos de América
se
sitúe en 2.6%,
menor que la expansión esperada para 2018 de 2.9%.
Por su parte, para
la economía mexicana se prevé un crecimiento real del PIB en 2019
de
entre 1.5 y 2.5%
anual. En particular, para las estimaciones de finanzas públicas se
considera un
crecimiento puntual de 2.0% real anual. Se estima un menor
crecimiento de
las exportaciones y
el consumo en 2018 y un mayor incentivo a la inversión por el
acuerdo
comercial alcanzado.
Para el cierre de
2019, se considera la inflación de 3.4% proyectada por el Banco de
México para el
cuarto trimestre del año en su Informe Trimestral de
julio-septiembre de
2018, un tipo de
cambio nominal promedio de 20.0 pesos por dólar y una tasa de
interés
nominal promedio de
CETES a 28 días de 8.3%. Dada la volatilidad que ha mostrado el
precio de la mezcla
mexicana de crudo de exportación se considera un precio de 55.0 dpb
6y una plataforma de
producción de 1,847 miles de barriles de petróleo diarios. Si bien
las
variables
consideradas están en línea con las expectativas de los analistas
de los
mercados, el marco
macroeconómico podría verse afectado si llegaran a exacerbarse
algunos riesgos que
han venido materializándose, entre los cuales destacan, las
condiciones
financieras más astringentes por la normalización de la política
monetaria de
Estados Unidos de
América, un aumento en las tensiones comerciales y geopolíticas a
nivel mundial, y
mayor volatilidad en los mercados financieros globales por el riesgo
de
contagio.
II. Finanzas
públicas
Para 2018 se
anticipa que los ingresos presupuestarios sean superiores en 1.4% del
PIB
respecto a lo que se
había previsto en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) de este
ejercicio. En su
interior, destacan mayores ingresos petroleros en 0.5% del PIB
reflejo de
un mayor precio del
petróleo y mayores ingresos tributarios no petroleros en 0.4% del
PIB,
resultado de la
dinámica favorable que han mostrado.
Por otro lado, se
estima que el gasto neto presupuestario sea superior en 1.4% del PIB
respecto a lo
aprobado en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF),
congruente
con los mayores
ingresos esperados. En su interior, destaca un mayor gasto
programable
en 1.1% del PIB, lo
cual se explica principalmente por el aumento en los precios de los
combustibles que
afectaron el gasto operativo de la CFE. Asimismo, se anticipa que el
gasto no programable
sea mayor en 0.3% del PIB al previsto originalmente como resultado
de un mayor pago de
adeudos de ejercicios fiscales anteriores (Adefas) por las
aportaciones a los
fondos de estabilización derivadas de los ingresos excedentes
generados en 2017, y
por un mayor pago de participaciones por la evolución favorable de
la recaudación.
De esta manera, se
cumplirán las metas fiscales aprobadas por el H. Congreso de la
Unión
para 2018. Al cierre
del año, los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP),
la
medida más robusta
de balance, alcanzarán 2.5% del PIB. Este nivel es compatible con
una
trayectoria
descendente de la deuda neta en su versión más amplia, el Saldo
Histórico de
los Requerimientos
Financieros del Sector Público (SHRFSP), para así lograr un nivel
de
45.3% del PIB al
cierre de 2018. Asimismo, se prevé un equilibrio presupuestario en
el
balance público si
se descuenta hasta el 2.0% del PIB por concepto de inversión física
del
Gobierno Federal y
las empresas productivas del Estado. Considerando estos resultados
del balance y la
estimación del costo financiero, el superávit primario se estima en
0.7%
del PIB, nivel
inferior al superávit primario previsto en los Pre-Criterios 2019 de
0.8% del
PIB.
7Para 2019, con la
finalidad de mantener finanzas públicas sanas y continuar con el
fortalecimiento del
marco macroeconómico del país, se propone como meta un déficit
para los RFSP de
2.5% del PIB, lo cual permitirá que el endeudamiento neto del SHRFSP
se
mantenga constante
como proporción del PIB. Dada esta meta de RFSP y considerando
unas necesidades de
financiamiento fuera del presupuesto 1 por 0.5% del PIB, el balance
público será de un
déficit de 2.0% del PIB. Por lo tanto, se propone mantener el
equilibrio
presupuestario en el
balance público sin considerar el gasto en inversión del Gobierno
Federal y las
empresas productivas del Estado hasta por 2.0% del PIB. Estos niveles
de
balance y la
estimación del costo financiero para 2019 permitirán obtener un
superávit en
el balance primario
de 1.0% del PIB.
En materia de
política de ingresos para 2019 se preserva la estructura tributaria,
enfocando los
esfuerzos de recaudación en la administración tributaria. Por su
parte, en
materia de gasto
público, el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación
tiene
como eje central una
política de ahorro y austeridad que permita canalizar los recursos
públicos a las
necesidades prioritarias de la sociedad e impulsar el gasto en
inversión
productiva.
En 2019 también se
propone implementar un paquete de estímulos para los municipios de
la frontera norte
con el fin de reactivar la economía en una región del país que
durante la
última década ha
sido afectada por la violencia, el crimen organizado y que ha servido
como amortiguador de
flujos migratorios.
Para el ejercicio
2019 se prevé que los ingresos presupuestarios totales asciendan a
5,274.4 mmp, 6.3%
superior en términos reales a lo que se consignó en la LIF 2018, lo
que
representa una
reducción de 0.5% si se compara con el cierre estimado para 2018. Es
importante señalar
que las estimaciones para 2019 toman en cuenta la evolución
observada a lo largo
del año, que con datos al cierre de noviembre 2018, indican que
habrán sido
superiores en 327.7 mmp a lo que consignó dicha Ley. Tomando en
cuenta
este último punto,
se estima para 2019 un crecimiento de los ingresos petroleros
respecto
de lo aprobado en
2018 de 14.3% real, pero un incremento respecto al cierre esperado de
tan solo 1.0%. Los
mayores ingresos petroleros son el resultado de un mayor precio del
petróleo y un mayor
tipo de cambio promedio. Por su parte, se espera un incremento de
7.0% real en los
ingresos tributarios con respecto a lo aprobado para 2018 y de 3.8%
respecto al cierre
esperado en 2018, resultado de la buena dinámica observada durante
2018, que se espera
continúe durante 2019. Para los ingresos tributarios sin el Impuesto
1 Los ajustes de
rubros fuera de presupuesto incluyen las necesidades de
financiamiento por PIDIREGAS, IPAB, FONADIN, Banca de
Desarrollo y otros
ajustes contables, que afectan los RFSP, pero no el balance público.
8Especial sobre
Producción y Servicios (IEPS) de gasolinas se proyecta un
crecimiento real
de 1.4% respecto a
la estimación de cierre de 2018. Este crecimiento considera el
efecto
neto de las
ganancias en recaudación por las medidas administrativas para
fortalecerla y
el costo fiscal de
los estímulos en la franja fronteriza. Finalmente, se estima que los
ingresos no
tributarios del Gobierno Federal disminuyan 32.1% real con respecto a
la LIF
2018 y 53.3%
respecto al cierre esperado, derivado de los elevados recursos no
recurrentes.
Dada la meta de
déficit público de 2.0% del PIB y los ingresos previstos, se
propone para
2019 un gasto neto
total pagado de 5,778.3 mmp, cifra superior en 6.1% en términos
reales respecto al
PEF 2018. A su interior, se prevé que el gasto programable pagado
ascienda a 4,086.7
mmp, superior en 4.4% real a lo aprobado en 2018, pero que se estima
disminuirá 2.4%
respecto al cierre esperado de este año. Por su parte, el gasto
programable
devengado, que considera la estimación correspondiente al
diferimiento de
pagos, se estima se
ubique en 4,122.7 mmp.
La política de
deuda pública buscará cubrir las necesidades de financiamiento del
Gobierno de forma
oportuna y en condiciones favorables y, por otro lado, mejorar,
conforme a las
condiciones del mercado, los términos de su servicio. Para ello, se
privilegiará la
emisión de instrumentos en moneda nacional, a tasa fija y con
vencimiento
de largo plazo. Lo
anterior permitirá disminuir el impacto de los choques externos
sobre
las finanzas
públicas con el fin de que episodios de volatilidad en los mercados
financieros
tengan un efecto
acotado sobre el costo financiero de la deuda.
Con el objetivo de
mantener finanzas públicas sanas ante eventos adversos, el Gobierno
Federal continuará
implementado acciones, entre las cuales destacan: (i) el programa de
coberturas
petroleras por parte del Gobierno Federal; (ii) la acumulación de
recursos en
los fondos de
estabilización 2 , los cuales al cierre de septiembre registran en
su conjunto
un saldo
históricamente alto equivalente a 341.7 mmp, lo que representa el
1.5% del PIB;
(iii) la Línea de
Crédito Flexible con el FMI por alrededor de 74 mil millones de
dólares; y
(iv) un mejoramiento
en el perfil de deuda.
En los escenarios de
finanzas públicas de mediano plazo para los años 2020-2024, que
deben ser
presentados junto con el Paquete Económico 2019, se utiliza un marco
macroeconómico
conservador consistente con las expectativas actuales de mercado. La
presente
administración revisará las estimaciones de mediano plazo una vez
que se
2 Incluye el Fondo
de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP), el Fondo de
Estabilización de los Ingresos de las Entidades
Federativas (FEIEF)
y el Fondo Mexicano del Petróleo (FMP).
9incorporen los
efectos de las nuevas políticas económicas. Las estimaciones
revisadas
serán presentadas
en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024.
Para el periodo
2020-2024, se hace el supuesto de que la inflación se situará en la
meta
del Banco de México
y que el tipo de cambio se moverá con el diferencial de inflación
de
México y Estados
Unidos de América, lo que mantendría un tipo de cambio real
constante.
Para las variables
petroleras, el precio se determina con base en los futuros de WTI
mientras que la
plataforma de producción está basada en las proyecciones
intermedias de
Pemex y la
Secretaría de Energía. En la estimación de mediano plazo se
considera una
meta fiscal
compatible con un ligero descenso de la deuda neta a partir de 2021
(0.1% del
PIB cada año). El
pronóstico del crecimiento real del PIB es de entre 2.6 y 2.8%
anual,
ligeramente por
encima de lo registrado en la economía mexicana en los últimos
años,
pero inferior a lo
proyectado por el FMI. Los ingresos tributarios resultantes son
compatibles con el
incremento en la recaudación que se ha registrado en los últimos
años.
No obstante, este
ejercicio conservador muestra que para mantener niveles elevados de
inversión pública
se requiere de un fortalecimiento de los ingresos.
El Paquete Económico
2019 refleja el compromiso del Gobierno de México con hacer del
presupuesto público
una herramienta para el desarrollo económico, la reducción de la
pobreza y de las
brechas de desigualdad. Asimismo, la disciplina fiscal propuesta en
este
paquete se logrará
sin incrementar impuestos y promoviendo un gasto austero y eficiente,
con base en los
principios de equilibrio presupuestario que señala la Ley Federal de
Presupuesto y
Responsabilidad Hacendaria. Lo anterior, bajo los ejes transversales
de
austeridad,
honestidad y combate a la corrupción que guiarán el quehacer de las
políticas
públicas del país.
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