La ONU ha establecido el 13 de
octubre como el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres a
fin de crear conciencia global sobre la prevención, mitigación y preparación
ante los desastres y promover una cultura de reducción de riesgos a nivel
local.
Actualmente resulta imposible
imaginar un desastre sin la presencia de los binomios K9. Estas unidades
conformadas por perros de rescate y sus guías humanos —conocidas como K9,
abreviatura de “canine” (canino en inglés), término que surgió durante la
Segunda Guerra Mundial para diferenciar a las unidades caninas entrenadas— se
han convertido en un símbolo de heroísmo, lealtad y esperanza. Su labor los ha
posicionado como figuras entrañables y profundamente queridas por la sociedad.
Los perros, de por sí capaces de
despertar empatía de manera casi inmediata, generan aún mayor admiración cuando
están dedicados al rescate. Son percibidos como seres nobles, valientes y
desinteresados que arriesgan su vida por salvar la de los humanos. Su misión
conecta con una fibra emocional muy profunda: representan la idea del servicio
público en su forma más pura, sin ego ni intereses personales. Junto a sus
guías, conforman un binomio que encarna la perfecta unión entre humano y
animal, una alianza que actúa con precisión, confianza y sincronía. Los K9 de
rescate son, en esencia, la posibilidad de un milagro: encontrar vida entre los
escombros y mantener encendida la esperanza entre rescatistas, familiares y
sobrevivientes.
Aunque no hay un registro mundial
centralizado sobre cuántos binomios K9 existen, la IRO (Organización
Internacional de Perros de Rescate), que tiene el mejor prestigio a nivel
internacional, cuenta con 4,000 perros de búsqueda y rescate certificados, sin
embargo, no mantiene un padrón público al respecto. Considerando información
publicada por diferentes fuentes, en Latinoamérica los 3 países con más
binomios certificados por esta institución son: Brasil con 26 binomios en
unidades estatales de bomberos; México con 12 binomios (pertenecientes a Unidad
de Perros de Búsqueda y Rescate de la UNAM y a la Cruz Roja); y, Argentina con
8 binomios (provenientes de varias brigadas de bomberos voluntarios y
diferentes dependencias públicas). En todos los casos el número de binomios
podría incrementarse si se considera aquellos que cuentan con certificaciones
nacionales u otras certificaciones diferentes a IRO.
En México buena parte de los
binomios K9 proceden de organizaciones voluntarias que requieren de apoyo
continuo. Por tal razón la Fundación Royal Canin, a nivel internacional, redireccionó
a BREC K9 Quintana Roo los medios para contribuir con alimento, equipos y
entrenamiento para que puedan seguir con esta misión invaluable; mientras que,
Royal Canin México otorga en donativo el alimento para los perros de la Unidad
de Búsqueda y Rescate de la UNAM.
¿Cómo trabajan los binomios K9?
La capacidad de trabajo de un
perro de rescate depende de múltiples factores: la temperatura, el tipo de
terreno, la intensidad de la búsqueda, el nivel de riesgo, la edad del animal y
la experiencia del binomio. En promedio, pueden participar de dos a cuatro
horas por jornada, distribuidas en sesiones cortas de 20 a 30 minutos de
búsqueda activa. Entre cada sesión, el descanso es obligatorio: sombra o un
lugar fresco, agua, masaje, revisión médica básica y recuperación emocional. En
condiciones extremas —calor intenso, polvo, humo o zonas de alto riesgo— un
perro no debería trabajar más de 30 o 40 minutos continuos sin pausa.
Julio Velázquez, coordinador
general de la Unidad de Perros de Búsqueda y Rescate de la UNAM, advierte que sobre
exigir a un K9 durante una misión puede tener consecuencias graves: pérdida de
enfoque, desobediencia por agotamiento, deshidratación o golpe de calor
—potencialmente mortales—, desorientación, miedo, lesiones e incluso errores
críticos como falsos positivos o la omisión de alertas, con el consecuente
riesgo para vidas humanas. “En desastres prolongados, el exceso de trabajo
puede dejar al binomio fuera de servicio por días o, en casos extremos, llevar
al retiro anticipado del perro. La IRO establece con claridad que el bienestar
del perro es prioridad absoluta y que no se debe rebasar su límite físico o
mental”, señaló.
El cuidado también aplica al guía
humano. “Si el rescatista está exhausto, el perro puede desorientarse o
reaccionar mal a las órdenes”, subrayó Velázquez. Por ello, en muchos países se
entrena a los guías para identificar los signos de fatiga tanto en su compañero
de cuatro patas como en ellos mismos.
El entrenamiento tan
especializado de este binomio bajo el programa intensivo de la IRO dura entre 2
y 3 años y puede alcanzar un costo aproximado de 420 mil pesos, que incluye
alimentación, veterinario, equipamiento y cientos de horas de entrenamiento
continuo.
Cuidados generales para los binomios K9
Como parte esencial
de la respuesta de protección civil, los perros de los binomios K9 requieren
cuidados muy específicos para mantenerse sanos, fuertes y con el máximo
rendimiento. Al tratarse de animales de trabajo altamente entrenados, cada
aspecto de su bienestar está directamente ligado a su desempeño en el rescate.
Alimentación. La nutrición es clave para su resistencia física,
concentración y recuperación. Sus raciones deben ser controladas y adaptadas al
peso, raza, edad y nivel de actividad. “El alimento debe ser de calidad
excepcional: rico en proteínas, grasas saludables, carbohidratos complejos
moderados, vitaminas y minerales y, ácidos grasos omega 3 y 6”, explicó la
veterinaria Fabiola Rocha, gerente de Comunicación Científica de Royal Canin,
quien supervisa la dieta de los perros de la Unidad de Búsqueda y Rescate de la
UNAM. “En algunos casos, se podría añadir a su dieta suplementos como
glucosamina y condroitina —para proteger las articulaciones—, así como
probióticos y enzimas digestivas que ayudan en condiciones de estrés o cambios
de entorno”, comentó. La hidratación es igualmente crítica: durante operativos,
deben recibir agua cada 30 a 45 minutos.
Entrenamiento. Su preparación combina trabajo físico,
estimulación mental y juegos de motivación, con recompensas que van desde
juguetes hasta caricias o comida. Debe ser progresivo, constante y sin
sobrecargas, abarcando obediencia, rastreo, agilidad, socialización y búsqueda
en diferentes terrenos: desde bosques hasta escombros y zonas con ruido o
presencia de multitudes.
Descanso. Un perro K9 necesita entre 12 y 14 horas de
reposo al día, no necesariamente continuas, en un espacio tranquilo, limpio y
seguro para recuperarse del esfuerzo.
Salud veterinaria. Requiere revisiones generales cada seis meses o
más frecuentes tras operativos activos. Estos chequeos incluyen control dental
—para prevenir infecciones que afecten el desempeño—, revisión de patas y
almohadillas por la exposición a superficies ásperas, desparasitaciones
internas y externas periódicas, así como vacunación según protocolos locales,
con refuerzos anuales o bianuales. El cuidado dermatológico también es
esencial, con cepillado frecuente y baños adaptados a sus necesidades.
Bienestar emocional. La relación con su
guía es la base de todo. El perro debe sentirse seguro, motivado y querido para
dar lo mejor de sí en emergencias. El vínculo de confianza con su manejador es
determinante, así como una socialización equilibrada que le permita trabajar en
equipo y en presencia de extraños. El juego y el afecto son tan importantes
como el entrenamiento, ya que liberan el estrés y refuerzan la motivación.
La importancia de los K9 en
desastres es crítica y, en muchos casos, insustituible. Estos perros, junto con
sus guías, tienen la extraordinaria capacidad de localizar personas entre
escombros, estructuras colapsadas, zonas inundadas, avalanchas u otros escenarios
extremos con rapidez y precisión, incluso en condiciones límite. Su heroísmo no
solo se mide en las vidas que salvan, sino también en lo que inspiran: son un
recordatorio de que, aun en medio del caos, siempre hay lugar para la lealtad,
la esperanza y la posibilidad de un milagro.
Sobre
Royal Canin®
Royal
Canin®, empresa de grupo Mars, tiene presencia
internacional y cuenta con 50 años de experiencia en investigación y desarrollo
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perros.
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snacks de calidad,
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productos líderes en el cuidado de mascotas que beneficia a los animales de
compañía con marcas líderes como PEDIGREE®, WHISKAS®, CESAR®, SHEBA®, CHAMP®,
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de investigación científica ROYAL CANIN® y EUKANUBA®. Además, contamos con el
Hospital Veterinario UNAM-BanfieldTM, en Ciudad de México.
Los Cinco Principios de Mars—Calidad, Responsabilidad,
Mutualidad, Eficiencia y Libertad—inspiran a nuestros Asociados a tomar acción
cada día para ayudar a crear un mundo mejor para las personas, las mascotas y
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