martes, 30 de septiembre de 2025

PERROS DE RESCATE: EL CUIDADO INVISIBLE DETRÁS DE CADA MISIÓN


La ONU ha establecido el 13 de octubre como el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres a fin de crear conciencia global sobre la prevención, mitigación y preparación ante los desastres y promover una cultura de reducción de riesgos a nivel local. 

Actualmente resulta imposible imaginar un desastre sin la presencia de los binomios K9. Estas unidades conformadas por perros de rescate y sus guías humanos —conocidas como K9, abreviatura de “canine” (canino en inglés), término que surgió durante la Segunda Guerra Mundial para diferenciar a las unidades caninas entrenadas— se han convertido en un símbolo de heroísmo, lealtad y esperanza. Su labor los ha posicionado como figuras entrañables y profundamente queridas por la sociedad.

Los perros, de por sí capaces de despertar empatía de manera casi inmediata, generan aún mayor admiración cuando están dedicados al rescate. Son percibidos como seres nobles, valientes y desinteresados que arriesgan su vida por salvar la de los humanos. Su misión conecta con una fibra emocional muy profunda: representan la idea del servicio público en su forma más pura, sin ego ni intereses personales. Junto a sus guías, conforman un binomio que encarna la perfecta unión entre humano y animal, una alianza que actúa con precisión, confianza y sincronía. Los K9 de rescate son, en esencia, la posibilidad de un milagro: encontrar vida entre los escombros y mantener encendida la esperanza entre rescatistas, familiares y sobrevivientes.

Aunque no hay un registro mundial centralizado sobre cuántos binomios K9 existen, la IRO (Organización Internacional de Perros de Rescate), que tiene el mejor prestigio a nivel internacional, cuenta con 4,000 perros de búsqueda y rescate certificados, sin embargo, no mantiene un padrón público al respecto. Considerando información publicada por diferentes fuentes, en Latinoamérica los 3 países con más binomios certificados por esta institución son: Brasil con 26 binomios en unidades estatales de bomberos; México con 12 binomios (pertenecientes a Unidad de Perros de Búsqueda y Rescate de la UNAM y a la Cruz Roja); y, Argentina con 8 binomios (provenientes de varias brigadas de bomberos voluntarios y diferentes dependencias públicas). En todos los casos el número de binomios podría incrementarse si se considera aquellos que cuentan con certificaciones nacionales u otras certificaciones diferentes a IRO.

En México buena parte de los binomios K9 proceden de organizaciones voluntarias que requieren de apoyo continuo. Por tal razón la Fundación Royal Canin, a nivel internacional, redireccionó a BREC K9 Quintana Roo los medios para contribuir con alimento, equipos y entrenamiento para que puedan seguir con esta misión invaluable; mientras que, Royal Canin México otorga en donativo el alimento para los perros de la Unidad de Búsqueda y Rescate de la UNAM.

 

¿Cómo trabajan los binomios K9?

La capacidad de trabajo de un perro de rescate depende de múltiples factores: la temperatura, el tipo de terreno, la intensidad de la búsqueda, el nivel de riesgo, la edad del animal y la experiencia del binomio. En promedio, pueden participar de dos a cuatro horas por jornada, distribuidas en sesiones cortas de 20 a 30 minutos de búsqueda activa. Entre cada sesión, el descanso es obligatorio: sombra o un lugar fresco, agua, masaje, revisión médica básica y recuperación emocional. En condiciones extremas —calor intenso, polvo, humo o zonas de alto riesgo— un perro no debería trabajar más de 30 o 40 minutos continuos sin pausa.

Julio Velázquez, coordinador general de la Unidad de Perros de Búsqueda y Rescate de la UNAM, advierte que sobre exigir a un K9 durante una misión puede tener consecuencias graves: pérdida de enfoque, desobediencia por agotamiento, deshidratación o golpe de calor —potencialmente mortales—, desorientación, miedo, lesiones e incluso errores críticos como falsos positivos o la omisión de alertas, con el consecuente riesgo para vidas humanas. “En desastres prolongados, el exceso de trabajo puede dejar al binomio fuera de servicio por días o, en casos extremos, llevar al retiro anticipado del perro. La IRO establece con claridad que el bienestar del perro es prioridad absoluta y que no se debe rebasar su límite físico o mental”, señaló.

El cuidado también aplica al guía humano. “Si el rescatista está exhausto, el perro puede desorientarse o reaccionar mal a las órdenes”, subrayó Velázquez. Por ello, en muchos países se entrena a los guías para identificar los signos de fatiga tanto en su compañero de cuatro patas como en ellos mismos.

El entrenamiento tan especializado de este binomio bajo el programa intensivo de la IRO dura entre 2 y 3 años y puede alcanzar un costo aproximado de 420 mil pesos, que incluye alimentación, veterinario, equipamiento y cientos de horas de entrenamiento continuo.

 

Cuidados generales para los binomios K9

Como parte esencial de la respuesta de protección civil, los perros de los binomios K9 requieren cuidados muy específicos para mantenerse sanos, fuertes y con el máximo rendimiento. Al tratarse de animales de trabajo altamente entrenados, cada aspecto de su bienestar está directamente ligado a su desempeño en el rescate.

Alimentación. La nutrición es clave para su resistencia física, concentración y recuperación. Sus raciones deben ser controladas y adaptadas al peso, raza, edad y nivel de actividad. “El alimento debe ser de calidad excepcional: rico en proteínas, grasas saludables, carbohidratos complejos moderados, vitaminas y minerales y, ácidos grasos omega 3 y 6”, explicó la veterinaria Fabiola Rocha, gerente de Comunicación Científica de Royal Canin, quien supervisa la dieta de los perros de la Unidad de Búsqueda y Rescate de la UNAM. “En algunos casos, se podría añadir a su dieta suplementos como glucosamina y condroitina —para proteger las articulaciones—, así como probióticos y enzimas digestivas que ayudan en condiciones de estrés o cambios de entorno”, comentó. La hidratación es igualmente crítica: durante operativos, deben recibir agua cada 30 a 45 minutos.

Entrenamiento. Su preparación combina trabajo físico, estimulación mental y juegos de motivación, con recompensas que van desde juguetes hasta caricias o comida. Debe ser progresivo, constante y sin sobrecargas, abarcando obediencia, rastreo, agilidad, socialización y búsqueda en diferentes terrenos: desde bosques hasta escombros y zonas con ruido o presencia de multitudes.

Descanso. Un perro K9 necesita entre 12 y 14 horas de reposo al día, no necesariamente continuas, en un espacio tranquilo, limpio y seguro para recuperarse del esfuerzo.

Salud veterinaria. Requiere revisiones generales cada seis meses o más frecuentes tras operativos activos. Estos chequeos incluyen control dental —para prevenir infecciones que afecten el desempeño—, revisión de patas y almohadillas por la exposición a superficies ásperas, desparasitaciones internas y externas periódicas, así como vacunación según protocolos locales, con refuerzos anuales o bianuales. El cuidado dermatológico también es esencial, con cepillado frecuente y baños adaptados a sus necesidades.

Bienestar emocional. La relación con su guía es la base de todo. El perro debe sentirse seguro, motivado y querido para dar lo mejor de sí en emergencias. El vínculo de confianza con su manejador es determinante, así como una socialización equilibrada que le permita trabajar en equipo y en presencia de extraños. El juego y el afecto son tan importantes como el entrenamiento, ya que liberan el estrés y refuerzan la motivación.

La importancia de los K9 en desastres es crítica y, en muchos casos, insustituible. Estos perros, junto con sus guías, tienen la extraordinaria capacidad de localizar personas entre escombros, estructuras colapsadas, zonas inundadas, avalanchas u otros escenarios extremos con rapidez y precisión, incluso en condiciones límite. Su heroísmo no solo se mide en las vidas que salvan, sino también en lo que inspiran: son un recordatorio de que, aun en medio del caos, siempre hay lugar para la lealtad, la esperanza y la posibilidad de un milagro.

 

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Royal Canin®, empresa de grupo Mars, tiene presencia internacional y cuenta con 50 años de experiencia en investigación y desarrollo de fórmulas para mejorar la Nutrición-Salud de las mascotas. Royal Canin® produce más de 100 fórmulas nutricionales adaptadas a etapa de vida, talla, estilo de vida, raza o padecimiento considerando más de 50 nutrientes que ayudan a obtener un equilibrio en las necesidades específicas de gatos y perros.   

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