Ciudad de México, 11 de febrero de 2022.- Hoy, las apps de citas son la herramienta más utilizada
para conocer personas nuevas. Con la pandemia, su uso creció
exponencialmente, convirtiéndose en una de las principales alternativas
—sino la única— para crear nuevas conexiones. En 2021, con 67 millones
de descargas, Tinder se posicionó como la app más utilizada de su
categoría; seguida de Badoo con 35 millones y Bumble con 22 millones*.
Sin embargo, la experiencia que brindan aún tiene áreas de
mejora, específicamente en la seguridad y confianza de las personas que
las utilizan. Un estudio reciente de Kaspersky confirma que 65% de las
personas teme ser estafada, aunque solo 15% vivió experiencias como la
que narra el popular documental ‘El Estafador de Tinder’.
Otro dato revelador del mismo estudio tiene que ver con la
pandemia por COVID-19. Ya que 47% de las personas encuestadas en
Latinoamérica preferiría salir solo con personas vacunadas*. Apps
como Bumble ya incluyen en el formulario datos como preferir salidas al
aire libre o en espacios cerrados o qué tan dispuestas están las citas a
utilizar cubrebocas.
En frog*, consultora líder en diseño e innovación estratégica, trabajamos con este tipo de insights para mejorar la
experiencia de las personas al interactuar con productos o servicios
físicos y digitales.
En el caso de las apps de citas, es fundamental comprender
el comportamiento y expectativas de quienes buscan conectar en apps.
Esta es nuestra perspectiva sobre cómo podrían mejorar, con
base en los principios del diseño centrado en las personas.
1. Poner a las personas en el centro significa
entenderlas
Es importante conocer a las personas usuarias a profundidad,
así como entender sus necesidades y malestares al interactuar con el
servicio, para saber hacia dónde debe evolucionar la oferta de una app de
citas. Por ejemplo, el estudio de Kaspersky nos dice que el 72% prefiere
tener una videollamada con la persona antes de conocerla, lo que quiere
decir que facilitar esto de manera segura podría convertirse en una
ventaja competitiva.
Entender las necesidades de quienes usan las apps de citas
puede abrir la puerta a crear mayor valor a largo plazo, y permitirá
pulir una experiencia de usuario significativa para la audiencia
objetivo.
2. Monitorear la calidad y percepción de la
experiencia
Es importante saber cómo se sienten las personas al
interactuar con las apps de citas. Muchas manifiestan desconfianza, pero
según el estudio, la mayoría las usa para conocer y conectar con otras
personas. Al entender esto, las apps deben diseñar una experiencia que de
principio a fin acote los factores de temor y facilite a las personas
encontrar lo que buscan. Es importante tener en cuenta que la experiencia
de usuario (mejor conocida por sus siglas en inglés, UX) siempre debe
conducir las decisiones tecnológicas.
3. Probar y aprender una y otra vez
Si la app ya fue lanzada, someterla a pruebas constantes es
clave para poder encontrar nuevos aprendizajes, así como datos
cualitativos y cuantitativos necesarios para desarrollar mejoras
pertinentes. Las pruebas validan si un producto va en el camino correcto,
y ayuda a que los responsables de diseñar nuevas funcionalidades tengan
puntos confiables para crear una oferta de valor en línea con lo que
desean las audiencias.
El futuro de las citas recae en el terreno digital y la pandemia
lo dejó muy claro. El 2020 fue el año más agitado para Tinder* y los
datos revelan que las personas buscan conexiones reales y no solo un
match efímero, así que los responsables de diseñar estos productos
digitales deberán prestar mayor atención a estos cambios y poner en el
centro a las personas que las utilizan si desean ganar terreno mediante
mejores experiencias.
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