- Existen más de 15 millones de indígenas en el país.
- Los gobiernos mantienen una política de exterminio.
- Mantienen acciones para impedir que se manifesten.
El confinamiento por la
pandemia del Covid-19 agudiza la marginación de las personas que
integran las comunidades indígenas de México, así lo consideró el Centro
de Derechos Humanos “Zeferino Ladrillero”.
José Antonio Lara Duque,
abogado del colectivo, explicó que en nuestro país existen más de 15
millones de personas que integran comunidades indígenas a lo largo y
ancho del país, pero que con la situación de confinamiento, son,
mayormente marginadas de las actividad social, política y económica.
La historia contemporánea
de México ubica que, “los gobiernos —de los tres niveles-- desde el
siglo XIX mantienen una política de exterminio en contra de las
comunidades indígenas, que impiden acciones de manifestación a pesar de
formar parte importante de la sociedad nacional”.
Lara Duque explicó que se
registran casos emblemáticos en el pasado reciente del país, como el de
“Aguas Blancas”, en Guerrero o, “Atenco”, en el estado de México. La
historia contemporánea hace pensar en el asesinato del joven Giovanni
López en Jalisco; o la imposición de obras como el Tren Maya, en el
sureste del país; o, la ampliación del aeropuerto militar de Santa
Lucia.
En los casos anteriores la
constante es —y ha sido— la violación de las garantías individuales y
colectivas de aquellas personas que integran estas comunidades indígenas
u originarias; población activa y trascendente de la cultura mexicana
que, por la situación de confinamiento vulneran sus derechos.
“Por decenas de años los
pueblos originarios se han desarrollado en la mayor parte por usos y
costumbres, eligen su forma de gobierno apegado a las costumbres
milenarias de las raíces mexicanas; sus líderes, forma de vida y
desarrollo político y social”, recordó.
Mantienen rasgos culturales
muy particulares – como su lenguaje, o sus tradiciones— que han sido
olvidados por el Estado mexicano, y que, a su vez, generan necesidades y
derechos diferenciados con el resto de la población, explicó.
Lara Duque recordó que la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoce la constitución de
más de cinco mil grupos distintos en unos 90 países, que hablan –en
conjunto– aproximadamente siete mil lenguas del mundo.
Las comunidades indígenas
del orbe están formadas por alrededor de 370 millones de personas, es
decir, más del cinco por ciento de la población total, pero se
encuentran entre las más desfavorecidas y vulnerables: representan 15
por ciento de los más pobres.
“Todos estos grupos están
asociados a fenómenos de pobreza, marginación y migración; Los pueblos
indígenas son los que asumen una identidad étnica con base en su
cultura, sus instituciones y una historia que los define como
representantes de los pueblos autóctonos, descendientes de las
sociedades originarias”, agregó.
Por este motivo, nada
menor, Lara Duque urgió al gobierno mexicano a dirigir la fuerza de la
cuarta transformación, y el proyecto de nación que promueve el
presidente López Obrador, para garantizar los derechos humanos de miles
de ciudadanos que integran las comunidades indígenas y originarias del
país.
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