Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión regional de la ONU, participó hoy en una conferencia organizada
 por la CELAC y la oficina regional de la FAO para América Latina y el Caribe. 
La
 Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el 
Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena,
 instó hoy a los países de la región a implementar una cooperación 
urgente más allá de la pandemia para propiciar una mayor integración 
productiva, comercial y social, durante una conferencia virtual 
organizada por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
 Caribeños (CELAC) y la oficina regional de la Organización de las 
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para América
 Latina y el Caribe.
En el seminario
Acción Multilateral para impedir que la crisis sanitaria se convierta en crisis alimentaria
 participaron también Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones 
Exteriores de México, en su calidad de Presidente Pro Témpore ante la 
CELAC; Joseph Cox,
 Secretario General Asistente de la Comunidad del Caribe (CARICOM); 
Vinicio Cerezo, Secretario General del Sistema de Integración 
Centroamericana (SICA), y Julio Berdegué, Representante Regional de la 
FAO para América Latina y el Caribe. La moderación del evento
 estuvo a cargo de Camila Zepeda, Directora General para Temas Globales 
en la Subsecretaría para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la
 Secretaría de Relaciones Exteriores de México.
Durante
 su exposición, Alicia Bárcena subrayó que la región está en riesgo de 
una verdadera crisis
 alimentaria. Precisó que más de 96 millones de personas estarán en 
situación de pobreza extrema, 11,8% de ellas en ciudades y 29% en zonas 
rurales.
“La
 alerta es enorme, se reducen los ingresos de los hogares y su acceso a 
la canasta alimentaria.
 No es que haya falta de alimentos, es que no hay recursos para poder 
adquirirlos. Esto se suma a la baja calidad nutricional que están 
viviendo sobre todo las familias más pobres”, alertó.
Agregó que en la región estamos en una década perdida en materia social y económica.
“La
 crisis nos llevará a la peor crisis en un siglo: el PIB caerá -9,1%, la
 pobreza afectará al 37,3%
 de la población, y la desocupación llegará al 13,5%. En América Central
 y México la caída del PIB será del 8,4% con gran efecto de la recesión y
 el desempleo en Estados Unidos. América del Sur, por su parte, será la 
subregión más afectada por las bajas en
 los precios internacionales (-9,4%) debido a su especialización en la 
producción y exportación de productos básicos”, puntualizó.
Respecto
 a los países del Caribe señaló que, si bien han manejado relativamente 
mejor la crisis de
 la pandemia, evidencian un gran desplome del turismo y poseen una gran 
deuda externa (68,5% del PIB). El PIB del Caribe caerá -5,4%, precisó.
La máxima representante de las CEPAL agregó que los gobiernos han tomado medidas importantes, pero
 que estas son insuficientes para dar cuenta de la magnitud de la brecha. 
Explicó
 que para afrontar la crisis, la CEPAL propone implementar un ingreso 
básico de emergencia
 equivalente a una línea de pobreza (147 dólares) por seis meses, con un
 costo de 1,9% del PIB y un bono contra el hambre equivalente a 70% de 
una línea de pobreza extrema (57 dólares) que costaría 0,45% del PIB; 
además de mayores plazos y períodos de gracia
 en los créditos a Mipymes y cofinanciamiento parcial de la nómina 
salarial; apoyo con condicionalidad a grandes empresas en sectores 
estratégicos en riesgo; políticas fiscales y monetarias expansivas y 
progresivas, y cooperación para financiamiento en condiciones
 favorables. 
También propone un pacto político para un Estado de bienestar y políticas sociales universales, progresivas
 y distributivas con miras a desmantelar la cultura del privilegio.
Alicia
 Bárcena precisó que, para impedir que la crisis sanitaria se convierta 
en una crisis alimentaria,
 la CEPAL propone, además de complementar el ingreso básico de 
emergencia con la entrega de un bono contra el hambre, la entrega de 
subsidios, reestructuración de deuda y/o provisión de liquidez a Pymes 
agrícolas y alimentarias, y a empresas familiares para
 garantizar la cadena de producción y distribución. 
Asimismo,
 llamó a profundizar la integración regional a través de una mayor 
resiliencia en las redes
 de producción, diversificando proveedores en términos de países y 
empresas, privilegiando ubicaciones más cercanas a los mercados finales 
de consumo, y relocalizando procesos productivos y tecnológicos 
estratégicos.
La
 alta funcionaria de las Naciones Unidas advirtió sobre la fragilidad 
del multilateralismo y su
 agudización a partir de las restricciones unilaterales a la exportación
 de insumos médicos en más de 60 países. Explicó también que en la post 
pandemia no se revertirá la globalización, pero sí habrá una economía 
mundial más regionalizada en torno a 3 polos:
 Europa, América del Norte y Asia Pacífico.
Finalmente,
 la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL destacó la importancia de la CELAC 
para relevar las
 necesidades y urgencias de la región, con una sola voz, en el escenario
 internacional, principalmente en áreas como la búsqueda de apoyo 
financiero en condiciones flexibles para los países de ingreso medio, y 
garantizar el libre movimiento de alimentos, medicamentos
 y bienes. 
 
 
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