Norma
Sánchez
El
futuro sigue siendo incierto para millones de mexicanos, pues aunque
el gobierno federal llamó a la normalidad para que escalondamente
regresaran algunas personas a laborar, la realidad está golpeando en
la cara al gobierno, pues el número de muertes por Covid-19 se han
multiplicado en las últimas semanas, incluso son más después del
anuncio del regreso a la normalidad; hasta la noche del jueves, en
México ya habían muerto 9 mil 44 mexicanos.
Pero
la enfermedad por Covid-19 no es el único problema que enfrentan los
mexicanos; desde antes de la pandemia ya enfrentaban desempleo, alza
en precios de productos y servicios, como la luz eléctrica. Ahora,
no hay absoluta garantía para que continuen en aislamiento total y
por lo tanto aquellos mexicanos que no tienen qué comer se ven
obligados a regresar a la normalidad para buscar empleo o bien
trabajar en el comercio informal para poder llevar algo a la mesa de
su hogar.
De acuerdo con el portal
expansión.mx
los transportistas, restauranteros, hoteleros, productores de
espectáculos, eventos deportivos y los servicios educativos
enfrentan la peor caída de ingresos desde hace 11 años y viven con
el temor de que la crisis de Covid-19 dañe aún más sus bolsillos.
Por ejemplo, en el caso del sector educativo del Estado de México,
el gobernador Alfredo del Mazo Maza no ha pagado la nómina a 702
docentes que llevan sin cobrar desde el mes de octubre del 2019.
A
pesar de ello, estos profesores siguen laborando aun durante la
pandemia pues siguen dando clases en línea a sus más de 20 mil
alumnos. Ejemplos como éste hay muchos en la república, algunos
peores que otros, pero para el gobierno federal la pandemia le “cayó
como anillo al dedo a México”.
La
presidencia municipal de Huejotzingo, Puebla -municipio gobernado por
Morena-, utilizó la fuerza pública y encarceló a tres personas que
solicitaban despensas, pues la crisis económica que viven las
personas derivada de la cuarentena, los ha dejado sin condiciones
para subsistir.
Además,
en circunstancias tan difíciles como las que estamos viviendo, la
gente que exige es reprimida, a los que alzan la voz se les silencia
para evitar más desgaste de la imagen del gobierno mexicano a nivel
internacional. Además, los impuestos suben, el desempleo crece, los
muertos aumentan, la hambruna y la necesidad persisten y mientras
tanto Andrés Manuel López Obrador continua culpando a la mafia del
poder, a los bots y a quien sea menos a su incompetencia de los
males de este país. ¿Es esta la nueva normalidad?
A
los mexicanos nos nos queda más que seguir protestando, seguir
exigiendo que el gobierno trabaje no solo para contener la pandemia
sino para que la hambruna no se generalice en todo el país y
entonces el número de muertos aumente todavía más por Covid-19 y
por falta de alimentos, ambas pueden ser combativas con inteligencia,
solo es cuestión de que voluntad política y de honrar la palabra de
aquello de “primero los pobres”.
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