miércoles, 20 de mayo de 2020

Kellogg: Más de 100 años de liderazgo







El mercado de Latinoamérica es muy importante para Kellogg, particularmente México representa un desarrollo significativo para la compañía, con un consumo per cápita de alrededor de 600 gr. de cereal en el desayuno al año, según Statista. En todo el mundo, según la estimación de la FAO sobre la producción de cereales, en 2019 la cifra ascendió a 2,719 millones de toneladas anuales.
Mientras examinan la caja de cereal, miran por encima del tazón y agarran una cucharada, pocos consumidores saben que dos hombres crearon estas famosas, crujientes y doradas hojuelas. John Harvey Kellogg, uno de los médicos más famosos de Estados Unidos, y su hermano Will Keith Kellogg, introdujeron y comercializaron el concepto de "bienestar".
Nuestra Visión, desde hace más de 100 años ha sido enriquecer y deleitar al mundo a través de alimentos y marcas importantes, con el firme propósito de nutrir a las familias para que puedan prosperar. Nuestros personajes son nuestro apoyo porque se identifican con cada uno de nuestros consumidores y los acompañan en aprendizajes o momentos para disfrutar solos o con su familia; nuestro compromiso será que éstos sigan en los hogares del país” expresó Nicolás Amaya, Presidente de Kellogg Latinoamérica.
Cuando la compañía se fundó, su primer producto fue Corn Flakes. Una mujer que sostenía una mata de maíz conocida como "el amor del maíz” hizo su debut en la publicidad impresa de la marca en 1907. Sin embargo, era más un personaje que una mascota. A medida que Corn Flakes comenzó a aumentar en popularidad en todo el mundo, Kellogg buscó una agencia de publicidad para crear una mascota de marca para cada uno de sus cereales; fue así como nacieron los ya conocidos Sam el Tucán, Melvin el Elefante y el Tigre Toño.
Siendo este último, el Tigre Toño, uno de los primeros integrantes de la familia Kellogg al aparecer en los años 50’s para acompañar en las aventuras a los consumidores de Zucaritas. Después llegó Sam el Tucán para acompañar a los consumidores que gustan de los cereales Froot Loops en la década de los 60. Años más tarde, en 1970, Melvin el Elefante se sumaría al gran equipo de Choco Krispis para hacer divertidos los diferentes momentos del día.
Ellos son más que una imagen en una caja de cereal, son cómplices de nuestros consumidores con los que aprenden juegos, retos, explorar temas interesantes o simplemente disfrutar un momento delicioso al consumir alguno de los cereales.


Desde entonces la multinacional sigue apostando por la innovación, invirtiendo en marcas tan reconocidas como All-Bran, Special K, Choco Krispis y Corn Flakes, mismas que forman parte de los recuerdos de nuestra infancia y de los hábitos de alimentación diarios de los mexicanos.
En 2012, la compañía fortaleció su cartera de marcas con la compra de Pringles, lo que le permitió entrar en la categoría de snacks salados, un negocio que ha llegado a crecer con porcentajes de doble dígito durante los últimos dos años, según Statista.
En la actualidad, Kellogg sigue manteniendo con orgullo los valores que W.K. Kellogg promovió hace más de 100 años, pero ahora lo hace en 180 países; continúa llevando hasta la mesa de muchas familias los mejores desayunos para que su día sea perfecto y, a la par, sigue produciendo los productos de la misma forma que W.K. Kellogg lo hizo en el año 1898. Naturalmente, porque así sabe mejor.

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