Esta semana México comenzó el proceso de reintegración del sector minero, siguiendo dinámicas similares a las observadas en otros países Latinoamericanos con fuerte producción minera. Sin embargo, hay que recordar que la reapertura del sector mexicano tiene un importante rezago respecto de lo que se observa en otros países competidores.
Análisis
comparativo
En Latinoamérica,
Perú y Chile lideran en producción de metales, particularmente en
cobre.
En el caso de Perú
(segundo mayor productor de cobre del mundo) el 15 de marzo se
decretó el Estado de Emergencia Nacional con el cual se suspendió
el ejercicio de derechos constitucionales y se decretó un toque de
queda que limitó la circulación de la gente en las calles. A pesar
de lo anterior, se dispuso que habría sectores productivos e
industriales que podrían mantener operaciones, de tal forma que dos
días después, el 17 de marzo, el Ministerio de Economía y Finanzas
peruano anunció la continuidad de las operaciones del sector minero.
Es decir, Perú
decretó la continuidad del sector casi 2 meses antes que México.
En el caso de Chile
(primer productor de cobre del mundo con una cuota de mercado de 28%)
las medidas fueron aplicándose paulatinamente pero, finalmente, el
18 de marzo el presidente Sebastián Piñera, decretó el Estado de
Excepción Constitucional de Catástrofe en todo el territorio
nacional y, posteriormente, el 22 de marzo, un toque de queda
nacional. A pesar de lo anterior, la minería en Chile siguió
operando respaldado, en buena parte, por su concentración de
operaciones en la zona norte del país.
En consecuencia, si
bien las actividades mineras en México presentan un rezago frente a
estos países mineros, es destacable mencionar que las tendencias del
virus en nuestro país son menores y el gobierno mexicano no ha
aplicado un toque de queda nacional. Hasta el último corte, México
registró 59,567 casos confirmados por coronavirus, Chile 61,857 y
Perú 108,769. Además, en México el número de casos de la pandemia
activa (últimos 14 días) es 40% y 17% menor que la de Perú y
Chile, respectivamente, lo que le dará mayor holgura al sector
minero para retomar actividades. Situación en México Algunas de las
actividades en las empresas mineras en México se limitaron, anterior
a esta semana, a la realización de trabajos esenciales como la
electrorrefinación y de electroobtención para la producción de
placas de metales. En concreto, procesos químicos, manejo de
residuos y medidas medioambientales que necesitaban seguir en
operación. Por otro lado, es relevante mencionar que la industria
metalúrgica en México no tenía restricciones para operar previo al
18 de mayo, como sí lo tuvo la extracción de minerales y metales,
ya que los procesos metalúrgicos constituyen un área esencial de la
industria química.
En el caso
específico de los hornos de fundición es pertinente recordar que
apagar un horno es un proceso complicado, y reactivarlos sería
costoso para las empresas y sumamente tardado. Un horno tarda de 2 a
3 meses en alcanzar la temperatura requerida para fundir, lo que
además es una de las actividades más peligrosas para la industria.
Es destacable mencionar, entonces, que haber mantenido al mínimo las
actividades de fundición permitirá que la producción minera se
retome con mayor prontitud, y México no se rezague más respecto de
la minería de otros países. Esto no sólo es relevante sino que
resulta decisivo si México quiere cumplir con lo dispuesto en el
TMEC desde el primero de julio. La minería es una actividad
transversal que suministra de insumos a muchas industrias, como la
automotriz, por lo que el abastecimiento de metalesmexicanos resulta
indispensable si se quiere cumplir con los porcentajes de contenido
regional del nuevo tratado.
Esta semana, las
empresas mineras que entreguen protocolos podrán retomar sus
actividades de manera paulatina. En el caso de Grupo México
esperamos que la empresa retome sus actividades ordinarias de manera
gradual en México durante las siguientes semanas, atendiendo el
nuevo nivel de demanda de cobre. El precio del cobre ha retrocedido
de diciembre del año pasado a la fecha casi -15% hasta el actual
$2.37 dólares la libra, sin embargo, es importante recordar que en
marzo el cobre alcanzó un mínimo de $2.11 dólares. Dado que Grupo
México tiene un costo operativo en efectivo por libra de cobre de
$0.93 dólares, altas reservas, y apalancamiento controlado en 1.4x
Deuda Neta / EBITDA, consideramos que su negocio permanecerá
defensivo y, gracias al anuncio del gobierno federal, a partir de
esta semana tendrá mayor margen de maniobra para operar.
En el caso de
Peñoles, la empresa realizó paros anuales por mantenimiento en sus
actividades de fundición de plomo; mientras que en zinc Peñoles
llevó a cabo un paro programado para la interconexión del proyecto
de recuperación de plata II. Hacia adelante es posible que las
actividades de Peñoles comiencen a normalizarse de la mano de los
protocolos que la empresa ya ha desarrollado. En cuanto al precio del
oro, éste ha aumentado de valor +15% de diciembre a la fecha a
$1,737 dólares la onza; mientras que la plata ha descendido -4% a
$17.2 dólares la onza, dado que este metal tiene un importante uso
industrial que de momento se ha visto perjudicado por el coronavirus.
Consideramos que para próximos trimestres, los volúmenes de metales
afinados deberían comenzar a normalizarse, con la única excepción
de zinc donde apenas comenzaremos a ver las afectaciones por el
cierre de la unidad Madero. En el largo plazo, la producción de
Madero será sustituida con la producción de Capela. En general,
seguimos viendo una empresa defensiva, con proyectos de crecimiento
interesantes y controlado nivel de apalancamiento en 2.2x Deuda Neta
/ EBITDA.
Conclusión
Los siguientes días
serán muy importantes para el sector, para retomar producción y
nivelar actividades frente al resto de los países, los cuales ahora
enfrentan un entorno más retador que México en temas de salud. El
mayor reto para el sector, a partir de ahora, será la debilidad
generalizada de la demanda de metales. Sin importar lo anterior, la
minería de minerales metálicos y no metálicos jugará un papel
relevante, no sólo por su peso en el PIB (aproximadamente 1.0%
excluyendo petróleo y gas) sino porque, al tratarse de una industria
que cruza la economía de manera horizontal y representa una
actividad primaria, tendrá un papel esencial para el suministro de
insumos para el resto de las empresas. Respecto a Grupo México y
Peñoles, creemos que se tienen protocolos adecuados y, por su
naturaleza, alto nivel de tecnificación y baja concentración
personal en espacios reducidos. Derivado de lo anterior, pensamos que
ambas empresas tienen camino por recuperar y valuaciones con
potencial de mejora, por lo que vemos positiva la inversión en
empresas del sector.
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