(28 de mayo, 2020) La
Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, entregó hoy a
los países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños (CELAC) las acciones, propuestas y recomendaciones de
políticas que ha elaborado la Comisión para hacer el seguimiento
y enfrentar la crisis del coronavirus, en una reunión virtual privada
de alto nivel.
La
reunión, titulada “Hacia una nueva economía global: Encuentro
universitario ministerial”, fue convocada por la Presidencia Pro Témpore
de la CELAC, a cargo del Gobierno
de México. Estuvo encabezada por el Secretario de Relaciones Exteriores
de ese país, Marcelo Ebrard, y en ella participaron representantes de
los ministerios de relaciones exteriores y otras autoridades de los 33
países de América Latina y el Caribe que integran
el organismo, así como rectores y decanos de comercio y economía de la
Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL), entre
ellos Enrique Graue Wichers, Rector de la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM), y Rodrigo Arim, Rector de la
Universidad de La República, de Uruguay.
En la ocasión Alicia Bárcena presentó el Informe sobre el impacto económico en América Latina y el Caribe de la enfermedad por coronavirus (COVID-19),
estudio
elaborado por la CEPAL en respuesta a la solicitud realizada por el
Gobierno de México en el ejercicio de la Presidencia Pro Témpore de la
CELAC durante la Reunión Ministerial Virtual sobre Asuntos de Salud para
la Atención y el Seguimiento de la Pandemia
COVID-19 en América Latina y el Caribe, celebrada el 26 de marzo de
2020.
En
su presentación, la alta funcionaria de las Naciones Unidas detalló
que, en respuesta a la solicitud de la CELAC, la CEPAL ha puesto en
marcha un Observatorio COVID-19
para contribuir al examen y seguimiento de las acciones y medidas
tomadas por los 33 países de CELAC para enfrentar la pandemia; produjo
variados informes y análisis con datos comparados en apoyo a los
encargados de formular políticas en general sobre temas
sectoriales; ha sostenido reuniones con representantes de gobierno al
más alto nivel para apoyar la construcción de soluciones e intercambio
de experiencias, encuentros que continuarán desarrollándose en las
próximas semanas; y ha efectuado recomendaciones
y propuestas de corto y mediano plazo.
“La
pandemia ha provocado una conmoción en las sociedades y economías y
obliga a ser más creativos, aumentar el intercambio de experiencias,
fortalecer el aprendizaje entre
pares y aprovechar el multilateralismo en un tiempo en que la
cooperación y la colaboración entre los actores es muy importante y en
el que nadie se salva solo”, indicó Alicia Bárcena.
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL destacó que el Observatorio
COVID-19 en América Latina y el Caribe,
implementado por la CEPAL con el apoyo de los coordinadores residentes
de las Naciones Unidas en la región, es
un espacio de comunicación regional para difundir los análisis de los
efectos económicos y sociales a nivel nacional y regional en la
situación de los sistemas de salud, la estructura laboral, el empleo, la
escolaridad, la producción, el comercio o la política
macroeconómica.
Esta
herramienta incluye un Geoportal COVID-19 que proporciona a partir de
un mapa interactivo acceso a la información sobre las acciones
implementadas por los países de
la región para enfrentar la pandemia. Esta información está desagregada
por tipo de medida: restricciones de movimientos, salud, economía,
trabajo, protección social y educación, y próximamente se incluirán las
acciones relacionadas con la dimensión de género,
explicó.
Indicó
que la CEPAL ya ha publicado tres Informes Especiales COVID-19 que
abarcan los impactos socioeconómicos de la pandemia, así como estudio
específicos sobre la elaboración
de estadísticas oficiales; recomendaciones generales para la atención a
personas mayores desde una perspectiva de derechos humanos; la crisis
de los cuidados en América Latina y el Caribe; el impacto de las
políticas restrictivas al comercio internacional
de medicamentos e insumos médicos; los impactos en el turismo; las
personas con discapacidas; los efectos sobre los sistemas alimentarios;
las oportunidades de digitalización; y la Agenda 2030 sobre el
Desarrollo Sostenible en el nuevo contexto mundial, entre
otros.
Asimismo,
la Comisión ha realizado reuniones virtuales con representantes de
gobierno al más alto nivel vinculadas a los temas de su plan de trabajo,
el quehacer de los
órganos subsidiarios de la CEPAL y la crisis del COVID-19. En ellas han
participado también funcionarios de organismos, fondos y programas de
Naciones Unidas, así como los coordinadores residentes, actores clave en
la implementación de las acciones sobre el
terreno. A la fecha se han efectuado reuniones con autoridades de
organismos nacionales de estadísticas; ministros de desarrollo social;
ministras y altas autoridades de los mecanismos para el adelanto de la
mujer de América Latina y el Caribe; ministras y
ministros de finanzas de la región; ministros, ministras y altas
autoridades de los ministerios y órganos rectores de ciencia, tecnología
e innovación; embajadores y representantes de las misiones permanentes
de países de la región ante las Naciones Unidas;
organizaciones de la sociedad civil; y responsables de medio ambiente y
de cambio climático de varios países. En el corto plazo, ya se
encuentran programadas reuniones virtuales con ministros y autoridades
de planificación de América latina y el Caribe, y
con autoridades en materia de envejecimiento y personas mayores en la
región.
En
su exposición, Alicia Bárcena recordó a los miembros de la CELAC y
autoridades universitarias que previo al COVID-19, América Latina y el
Caribe ya mostraba bajo crecimiento,
limitado espacio monetario y fiscal y niveles de pobreza y desigualdad
incrementándose. Agregó que la pandemia generará la recesión más grande
que ha sufrido la región, con una contracción estimada de -5,3% en 2020,
un desplome del comercio en -15%, y aumentos
en el desempleo, pobreza y desigualdad.
La
CEPAL ha propuesto a los países implementar en lo inmediato un ingreso
básico de emergencia (IBE) equivalente a una línea de pobreza y, en el
corto plazo, aumentar el
espacio fiscal para diseñar medidas efectivas, y fortalecer mecanismos
para apoyar a los ingresos, empleo y MiPYME. En tanto, en el mediano
plazo, se requerirá formular respuestas para un mundo post COVID que
traerá cambios de modelo, de la estructura productiva
con mayor igualdad y sostenibilidad, advirtió Bárcena.
“Se
requiere un Estado de Bienestar con base en un nuevo pacto social
(fiscal, social y productivo) que incluya la universalización de acceso a
los derechos, ingreso básico
universal y un sistema de cuidados. Debemos impulsar la integración
regional en una nueva geografía económica”, insistió.
“Necesitamos
mayor integración productiva, comercial y tecnológica para incidir en
la nueva geografía económica internacional. Generar políticas
industriales y tecnológicas
para crear y fortalecer las capacidades productivas e impulsar la
productividad, el empleo y el crecimiento sostenible. Todo esto para ir
hacia una reactivación verde y una recuperación vía un gran impulso por
la sostenibilidad”, declaró.
“Se
requieren pactos fiscales progresivos con mayores impuestos directos
sobre la renta personal, especialmente del 1% más rico, con el fin de
avanzar hacia un modelo de
desarrollo más inclusivo y sostenible basado en una nueva relación
entre el Estado, la sociedad y el mercado”, enfatizó Alicia Bárcena.
Más información:
- Documento completo de la CEPAL presentado ante la CELAC: Informe sobre el impacto económico en América Latina y el Caribe de la enfermedad por coronavirus (COVID-19).
- Presentación de la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, ante la CELAC.
- Observatorio COVID-19 en América Latina y el Caribe, con acceso al Geoportal COVID-19, los Informes Especiales COVID-19 N⁰ 1, 2 y 3, publicaciones sectoriales y otros recursos de información sobre la pandemia.
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