martes, 19 de mayo de 2020

Apertura, Covid-19 y pobreza



Brasil Acosta Peña

Tal parece que al gobierno federal le importa más la economía capitalista de un neoliberalismo desaparecido sólo en su mente, que la vida y la salud de los mexicanos más humildes. No resiste las presiones que le vienen de nuestro vecino país del norte, pues Trump y los intereses de la industria norteamericana están ligados en buena medida a la economía mexicana de exportación y presionan a México a que abra sus ensambladoras y empresas de materias primas para que abastezcan a las armadoras norteamericanas y puedan así realizarse las ganancias capitalistas que, por lo visto, están por encima de la salud de la población.
Desde el pasado 3 de mayo algunas armadoras de Estados Unidos comenzaron a producir vehículos aún bajo la emergencia sanitaria por el COVID-19, pero especialistas y líderes de la industria consultados por El Financiero señalaron que, si las autopartes mexicanas no regresan a trabajar, esto limitará a las armadoras en Estado Unidos”. Por ende, la presión de Estados Unidos ya se deja sentir en las verdades a medias del modelo matemático mal aplicado por el gobierno federal que subestima, según especialistas, 30 veces la realidad de lo que está sucediendo y en el reciente anuncio de la apertura en parte de la economía según el Consejo de Salubridad General que en su Twetter anunció las siguientes cuatro medidas:
1. Se incorporan a la lista de actividades esenciales la construcción, minería y fabricación de equipo de transporte por lo que podrán reanudar operaciones.
2. Se liberan restricciones para las actividades escolares y laborales en municipios sin contagio que tengan vecindad con municipios también libres de contagio.
3. Todas las empresas y establecimientos aplicarán medidas sanitarias de manear obligatoria en el entorno laboral, las cuales serán emitidas por la Secretaría de Salud, el IMSS y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
4. A partir del 1 de junio de 2020 la Secretaría de Salud definirá un semáforo semanal para cada entidad federativa. Cada color permitirá ciertas actividades económicas, educativas y sociales con niveles de intensidad específicos.
Pero en lugar de poner en riesgo a la población, como será el caso al abrir la economía, con o sin semáforos, debería el gobierno federal atender a los grupos más vulnerables dándoles la oportunidad de seguir la cuarentena en casa pero con alimentos, es decir, debería hacer caso al llamado ciudadano hecho por el Movimiento Antorchista Nacional de instrumentar un plan nacional de distribución de alimentos para que la gente se quede en casa y no corra riesgo de contagio; o bien, de distribuir eficaz y efectivamente recursos económicos a todos los mexicanos en situación de vulnerabilidad; sin embargo, eso no está sucediendo. Lo que sí está sucediendo es que México está cediendo a las presiones de los intereses económicos de los Estados Unidos; lanza un decreto para darle facultades al ejército para hacerse cargo de la seguridad pública, es decir, estamos ante la militarización del país a la que tanto se oponía el ahora Mario Delgado y el presidente, y que en campaña, incluso, dijo que sacaría a los militares de las calles para llevarlos a los cuarteles; sin embargo, como Morena y el presidente Andrés Manuel López Obrador perciben una situación de riesgo por el descontento social y el poco apoyo que han recibido de su gobierno, antes de que se revele la población, Morena saca al ejército a las calles para combatir cualquier brote de inconformidad social.
En efecto, Natalia Ix Chel Vázquez, coordinadora de la maestría en Estudios de Paz de la UAEM en una nota publicada en el diario Impulso del Estado de México, en su edición del 12 de mayo del 2020 , señaló que el Covid-19 ponía en riesgo la estabilidad social: “la inconformidad ante la falta de recursos para respetar la cuarentena y la falta de información en la población, pueden derivarse en más hechos violentos en la entidad mexiquense, como los acontecidos en cuatro municipios el fin de semana”. Esos brotes representan, aún en una escala pequeña, pero significativa, el sentir de la población ante la falta de alimentos. Pero los gobiernos, federal y estatal, lejos de escuchar estos llamados y las alertas oportunas hechas por el Movimiento Antorchista Nacional, prefieren sacar a las calles al ejército vestido de Guardia Nacional para reprimir inconformidades.
Pero, para evitarse la fatiga y la responsabilidad de distribuir alimentos, presionados por el gobierno norteamericanos e importantes sectores capitalistas mexicanos, el gobierno mexicano prefiere abrir la economía, pese al riesgo social, aprovechando el hambre de la gente que, si le dicen si prefiere ir a trabajar o quedarse en casa, para recibir un poco de dinero y saldrán de sus casas arriesgando su vida y la de sus familias.
Un gobierno que se preocupe profundamente por la vida y la salud de sus ciudadanos pondría por encima los intereses del pueblo y no los de la empresa privada, nacional o extranjera. Un gobierno del pueblo pondría por encima de todo, el interés del propio pueblo como le hizo China: cerró definitivamente las ciudades en riesgo, construyó hospitales en tiempo récord y entregó a la población recursos suficientes para que estuviera en casa para combatir con eficiencia el Covid-19. Estados Unidos, Italia, España, México, que no pusieron atención a tiempo a las restricciones recomendadas por la Organización Mundial de la Salud, que menospreciaron las indicaciones por estar por encima de la vida de su gente el sacrosanto interés privado por obtener la máxima ganancia, hoy sufren las consecuencias.
El resultado de este proceso será devastador, en la medida en que el gobierno mexicano de Morena, de la 4ª T, no ha puesto atención a las recomendaciones hechas por el propio pueblo que sufre, como la distribución de alimentos. La necedad vuelta ideología está golpeando a los más pobres con un discurso de que las cosas ya no son como antes y de que “vamos bien”; sin embargo, en el fondo las cosas no han cambiado sustancialmente: el escándalo de corrupción del hijo de Manuel Bartlett en las narices de AMLO; el doble discurso del gobierno federal que se oponía a la militarización del país y que ahora la promueve; las acciones precisas del gobierno tendientes a levantar las restricciones para promover los intereses económicos de unos cuantos y no de las mayorías, son algunas de las muestras de que las cosas no han cambiado.
Según la página (https://www.endcoronavirus.org/countries), México está entre los países que aún debe tomar acciones enérgicas para combatir la pandemia, lejos de estar pensando en abrir la economía; sin embargo, el gobierno de México, con tantos datos lanzados como verdades a medias; quitando a hospitales tan importantes como el ABC la posibilidad de hacer pruebas, porque parece que exponen la verdad y, como dijo una doctora amiga mía: “está más agresivo el gobierno que el virus”, porque no les gusta que les digan la verdad, está preparando el terreno para abrir la economía y dejar que el pueblo se contagie y se muera.
Pueblo de México, no queda de otra más que unirse, organizarse y educarse para gobernar esta patria. Seguirlo dejando en manos de quienes no se preocupan profundamente por los más humildes seguirá golpeándonos. Esta pandemia, por la falta de apoyo del gobierno federal y estatal, según el Coneval, dejará 10 millones de pobres más. Lamentable. Estos datos son duros, pero ciertos.

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