Anticiparse y recuperarse rápidamente son dos de los pilares de
la ciberresiliencia, y van de la mano con una estrategia de
ciberseguridad, tal como cuenta en esta entrevista Ariel Dubra, Arquitecto de Seguridad y Resiliencia de Kyndryl Argentina
“La ciberresiliencia se define como la capacidad que tienen las
organizaciones de anticipar, proteger, resistir y recuperarse
rápidamente tras haber sufrido una disrupción en uno sus servicios”, comparte el directivo.
Para Dubra esta disrupción puede ser ocasionada por un ataque de
ciberdelincuentes, un desastre natural u otro factor que deje a la
organización sin la capacidad de proveer sus servicios.
Es por ello que “Un punto importante a considerar cuando hablamos
de ciberseguridad y ciberresiliencia, es poder evolucionar frente a
cada vulnerabilidad, es decir, aprender de los eventos pasados”, asegura.
De esta manera, el directivo afirma que el principal objetivo de la
ciberresiliencia es garantizar que una organización pueda continuar
funcionando ante ciberataques, desastres naturales y otros eventos
disruptivos. “Esto incluye mantener el acceso a los sistemas y datos
críticos, preservando las operaciones comerciales, minimizando el
impacto y volviendo rápidamente a operar de manera normal”, agrega.
Cómo armar una estrategia de ciberresiliencia
Un punto que señala Dubra es que n sólo hay varias maneras de
desarrollar una buena estrategia en este sentido, sino que depende de
cada organización, más allá de cómo uno quiera enfocar el desarrollo de
la misma.
“Mi recomendación es siempre poner foco en la idea de que no
importa qué tan bien se proteja una organización, en algún momento se
tendrá que lidiar con un ciberataque y esto muy probablemente pondrá a
prueba el trabajo que se estuvo desarrollando en el tiempo”, indica el directivo.
Estos son algunos puntos importantes que, según Dubra, pueden ser de utilidad para desarrollar parte de la estrategia.
- Realizar una “Evaluación de Riesgos”. Esto le permitirá comprender
las posibles amenazas y vulnerabilidades a las que se enfrenta como
organización y priorizarlas en función de su probabilidad de impacto.
También se debe tener en cuenta los riesgos que pueden representar los
diferentes proveedores (riesgos de terceros) para implementar varios
tipos de controles.
- Desarrollar un “Plan de Continuidad de Negocio”. Esto implica
identificar qué sistemas y datos son críticos para la organización desde
el punto de vista del negocio y cómo restaurarlos rápidamente en caso
de una interrupción.
- Establecer procesos y procedimientos adecuados para la “Respuesta
ante Incidentes”. Una compañía debe tener la capacidad de identificarlos
rápidamente, para responder cuanto antes y comenzar con la
recuperación.
- Educar y concientizar. Definitivamente esto va a marcar la
diferencia de su empresa. Desarrollar diferentes tipos de entrenamientos
sobre cómo reconocer y prevenir amenazas, así como cuál es el papel de
cada empleado en el momento y durante el evento, será clave para la
continuidad de su negocio.
- Desarrollar diferentes estrategias para ejecutar pruebas y
monitorear. Cuestionarse sobre cómo la organización está preparada de
cara a un evento disruptivo simulando un ciberataque. Este ejercicio
puede acercarte a la realidad, donde podrás observar fortalezas y
debilidades.
Retos y desafíos para armar una estrategia de ciberresiliencia
Lo primero a remarcar es que los desafíos pueden variar dependiendo de la industria en la que se esté desarrollando el caso.
“Algunos puntos en común podrían ser la desalineación entre las
áreas de negocio (la de tecnología y la de ciberseguridad), la falta de
recursos y habilidades dentro de la organización para responder a un
incidente complejo o la falta de herramientas de automatización, sin
olvidar que uno de los desafíos más importante que tenemos actualmente
postpandemia es el trabajo hibrido, el cual requiere un mayor control y
monitoreo de los datos fuera del perímetro controlado por la
organización”, enumera Dubra.
Teniendo esto en cuenta, es menester decir que toda la organización debe estar comprometida con la ciberresiliencia.
“El CISO tiene la responsabilidad de establecer el lineamiento
sobre los planes de continuidad de negocio y recuperación de desastres,
como así también el equipo de Tecnología es quien tiene el control sobre
los diferentes componentes tecnológicos de la compañía”, apunta el directivo.
“Ambos son facilitadores para que, ante un evento de seguridad,
la organización pueda volver a la operación normal lo antes posible”, agrega.
Otro de los desafíos que surgen de lo anterior, es que las
organizaciones tengan en claro que la ciberresiliencia es fundamental
para la continuidad del negocio, “ya que ayuda a las organizaciones a
prepararse, resistir y recuperarse de las amenazas y los ciberataques
que pueden interrumpir las operaciones, comprometer los datos y dañar la
reputación de una compañía. Una organización ciberresiliente tiene la
capacidad de detectar, responder y recuperarse rápidamente de estas
amenazas, minimizando el impacto en las operaciones comerciales y
maximizando las posibilidades de una recuperación exitosa”, sostiene Dubra.
El rol de Kyndryl
Los servicios de Seguridad y Resiliencia de Kyndryl ayudan a las
organizaciones a integrar la ciberresiliencia como parte de la
estrategia operativa de una manera mucho más amplia.
“Nuestro framework integrado de ciberresiliencia permite
administrar los riesgos operativos que evolucionan rápidamente, proteger
de manera efectiva la infraestructura crítica para el negocio y mitigar
el impacto comercial de los incidentes”, comparte el directivo.
Desde Kyndryl también acompañan con servicios consultivos. Mediante
la realización de una evaluación de madurez, proporcionan una
perspectiva a alto nivel de la organización, utilizando diferentes
metodologías, donde el resultado de este ejercicio brindará el perfil de
riesgo, el plan de tratamiento, las recomendaciones y un roadmap de
implementación que debe seguir la organización.
“También con servicios gestionados, tenemos una amplia gama de
soluciones y tecnologías para la protección y recuperación de datos, que
incluyen copia de seguridad como servicio (BaaS), recuperación de
desastres como servicio (DRaaS), servicio de ciberresiliencia y
orquestación de la resiliencia (CRO), desarrollo y soporte de planes de
continuidad y recuperación, como así también la capacidad de alojar de
manera física en nuestro datacenter los dispositivos que la organización
pudiera requerir”, concluye Dubra.