La
Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, participó hoy en la
XII sesión de la Comisión Interparlamentaria de Seguimiento a la Alianza
del Pacífico, que se realizó de manera
virtual.
(10 de agosto, 2020)
Ante
una economía mundial tan incierta y regionalizada América Latina y el
Caribe debe profundizar la cooperación y fortalecer los acuerdos
regionales,
afirmó hoy Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en el marco de la XII
sesión de la Comisión Interparlamentaria de Seguimiento a la Alianza
del Pacífico (CISAP), que se realizó de manera virtual.
La
alta funcionaria de las Naciones Unidas expuso sobre cooperación
internacional y proyecciones regionales post pandemia en un panel
encabezado por el diputado Miguel
Ángel Calisto, Presidente Pro Tempore de la CISAP; Adriana Muñoz,
Presidenta del Senado de Chile, y Diego Paulsen, Presidente de la Cámara
de Diputadas y Diputados de Chile.
Participaron
también Rodrigo Yáñez, Subsecretario de Relaciones Económicas
Internacionales de Chile; Angélica Romero, Jefa del Departamento de
Energía, Comercio y
Desarrollo Sustentable de la Dirección General de Relaciones Económicas
Internacionales; Julio Berdegué, Subdirector General y Representante
Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y
la Agricultura (FAO) para América Latina
y el Caribe, además de representantes de los parlamentos de Chile,
Colombia, México y Perú, países que componen el bloque.
Durante
su intervención, Alicia Bárcena recordó que América Latina y el Caribe
se enfrenta a la peor crisis en un siglo: el PIB se contraerá 9,1% en
2020, la pobreza
se incrementará 37,3% y alcanzará a 231 millones de personas; unas 98
millones de personas vivirán en extrema pobreza (15,5%) y correrán el
riesgo de padecer hambre porque no alcanzarán a cubrir sus necesidades
de ingesta básica alimentaria, y la desocupación
se ubicará en torno al 13,5%.
Precisó que la pandemia provocada por el coronavirus (COVID-19)
ha evidenciado los problemas estructurales del modelo de desarrollo en
la región, entre ellos, la mercantilización y fragmentación de los
sistemas de salud, la gran desigualdad que afecta a las mujeres y los
pueblos indígenas, el alto grado de urbanización
que ha potenciado los contagios en los barrios más vulnerables, una
alta informalidad laboral que alcanza al 54% de los trabajadores, además
de frágiles sistemas de protección social y un débil multilateralismo
con crecientes tensiones sociales.
Explicó
que para afrontar la crisis, la CEPAL propone implementar un ingreso
básico de emergencia equivalente a una línea de pobreza (147 dólares)
por seis meses,
con un costo de 1,9% del PIB y un bono contra el hambre equivalente a
70% de una línea de pobreza extrema (57 dólares) que costaría 0,45% del
PIB; además de mayores plazos y períodos de gracia en los créditos a
Mipymes y cofinanciamiento parcial de la nómina
salarial; políticas fiscales y monetarias expansivas que sostengan un
periodo más largo de gasto; acceso a financiamiento en condiciones
favorables para países de renta media, y pactos políticos y fiscales
para una protección social universal, progresiva y
redistributiva.
En
materia de comercio, la máxima representante de la CEPAL advirtió que
el valor de las exportaciones de bienes de América Latina y el Caribe
caería 23% en 2020,
el peor desempeño en 80 años, mientras que el valor de las
importaciones se reduciría 25%, el mayor descenso en casi 40 años.
Asimismo,
el comercio intrarregional cayó en todos los mecanismos de integración.
En el primer semestre, el comercio al interior de la Alianza del
Pacífico se desplomó.
Los sectores más golpeados fueron los de manufacturas, en especial
vehículos; textiles, confecciones y calzado; papel y cartón; y
maquinaria y equipo.
“Son
las manufacturas las que tenemos que cautelar en el bloque. El comercio
intra Alianza del Pacífico es reducido, pero es importante porque el
82% corresponde a
manufacturas. Es un comercio que contribuye a la diversificación
productiva y exportadora, el empleo calificado y la internacionalización
de las Pymes, por lo tanto, es muy importante buscar expandirlo”,
subrayó Alicia Bárcena.
Recordó
que la CEPAL apoya a la Alianza del Pacífico en 4 áreas: promover un
mayor comercio de bienes entre sus miembros, identificar posibilidades
de nuevos encadenamientos
productivos, mejorar las estadísticas sobre comercio de servicios y
desarrollar un Mercado Común Digital.
Subrayó
también la importancia de la convergencia entre la Alianza del Pacífico
y el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), que hoy es más necesaria que
nunca. Precisó
que en conjunto ambos bloques representan el 87% del PIB de América
Latina y el Caribe, el 81% de su población, el 89% de sus exportaciones
de bienes, y el 88% del stock de inversión extranjera directa de la
región.
“La
reducción de las barreras al comercio y las inversiones entre ambos
sería un enorme paso hacia un mercado latinoamericano integrado”,
expresó.
Finalmente,
Alicia Bárcena destacó que reconstruir mejor requerirá un nuevo pacto
social mundial, un mejor acuerdo regional, para ir hacia una protección
social universal.
Añadió que el rol del Estado será fundamental y para eso se va a
requerir mayor financiamiento externo y sistemas tributarios más
progresivos, eficaces y eficientes.
“Esta
pandemia nos demostró la importancia de la infraestructura de la vida,
de la salud, de la seguridad social. Necesitamos pactos y diálogos
políticos y ciudadanos
para que logremos igualar para crecer y no solo crecer para igualar”,
concluyó.