miércoles, 27 de mayo de 2020

INTERCAM BANCO: OPINIÓN ANÁLISIS Santiago Fernández 27 de mayo de 2020. Informe Trimestral de Inflación, Banxico


El Banco de México publicó este medio día su Informe Trimestral de Inflación para el periodo enero- arzo 2020, en el que ajustó sus expectativas de crecimiento e inflación para la economía mexicana.
Banxico considera que aún existe un alto grado de incertidumbre sobre la duración y profundidad de la pandemia y su impacto económico, por lo que no emite una proyección única para la economía mexicana, sino una serie de escenarios posibles. Las trayectorias posibles presentadas por el banco son las siguientes:
1. Escenario de afectación tipo V: los daños económicos se concentran en el 1er semestre de 2020, pero se supone una recuperación rápida de la actividad económica a partir del segundo semestre del año y hacia 2021. Ello resultaría en una contracción de PIB de (-) 4.6% en 2020 y una fuerte recuperación de
4% en 2021.
2. Escenario de V profunda: las afectaciones son más intensas y se extienden al 3T20, y hay una reactivación económica relativamente rápida hasta finales de año y hacia 2021. Bajo estos supuestos se proyecta una caída de (-) 8.8% del PIB en 2020 y una recuperación de 4.1% en 2021.
3. Escenario de afectación tipo U profunda: la debilidad de la actividad económica se extiende por todo el año y hay una recuperación lenta en 2021. Esto provocaría una contracción de -8.3% en 2020 y (-) 0.5% en 2021. El banco considera que, conforme se conozca más información sobre el desarrollo del virus y su impacto económico, podrá irse determinando el tipo de escenario en el que nos encontramos. No se descartan trayectorias de la economía superiores o inferiores a las presentadas. Ello se debe a la gran incertidumbre que domina por la falta de conocimiento sobre profundidad y duración del virus, su impacto económico, el desarrollo de vacunas y tratamientos, y la velocidad de reactivación en el consumo y producción una vez superado. En cuanto al empleo, Banxico cree que podría observarse una pérdida de entre 1 millón y 800 mil puestos de trabajo en 2020; y entre -200 y +400 puestos en 2021, según el escenario que se materialice. Los riesgos a la baja para el crecimiento dominan en la perspectiva y son: la posible prolongación de medidas de distanciamiento social, afectaciones a los flujos de financiamiento disponibles para economías emergentes (volatilidad en mercados financieros por rebrote de COViD-19, eventos geopolíticos, elecciones en EE.UU.), medidas de apoyo económico insuficientes (global y localmente), afectaciones permanentes de la pandemia sobre la economía (proteccionismo, reorganización de cadenas de valor), deterioros en la calificación crediticia de PEMEX y México, y persistente debilidad en inversión o consumo por falta de confianza. Como riesgos al alza destacan el control rápido del virus y una recuperación económica rápida, ayudas económicas efectivas para mantener empleo, cadenas de valor, producción y confianza, y que la entrada en vigor del T-MEC propicie mayor inversión.
En cuanto a la inflación, hubo ajustes al alza tanto para 2020 (3.5% vs 3.2% prev.) como 2021. Se espera una desaceleración más marcada de los precios en el 2T20 a 2.7% y un rebote a 3.5% en el 3T20 y 4T20. La inflación se mantendría alta en la primera mitad de 2021 (3.4% en 1T20 y 4% en 2T20) para converger a la meta del banco al cierre de 2021. El alza de la inflación a principios de 2021 respondería a la baja base de comparación después de la fuerte caída de energéticos este año. Para la inflación subyacente, la mayor holgura de la economía ayudaría a que ésta caiga fuertemente a partir del 2T21. El banco mantiene un balance de riesgos incierto para los precios de la economía, con los riesgos a la baja centrados en una mayor holgura de la economía nacional yglobal, permanencia de precios bajos de la energía y apreciación del tipo de cambio que lo coloque por debajo de lo esperado (abaratando importaciones). Mientras que al alza subraya la posibilidad de mayor depreciación del tipo de cambio, disrupciones en cadenas productivas y de distribución de bienes, y mayor demanda relativa por bienes específicos durante la contingencia. El tono del Gobernador del Banco de México sugiere que es de esperarse mayor relajación monetaria. Las estimaciones de crecimiento incorporan ahora escenarios más pesimistas para la economía mexicana y se mantienen los riesgos sesgados a la baja, lo que inclina la balanza hacia un probable mayor estímulo monetario necesario. Además, su balance de riesgos para la inflación sigue incierto, pero en sus proyecciones se decantan por una expectativa de tendencia de baja en los precios, a medida que la actividad económica es afectada por el virus (especialmente en los precios subyacentes). Ello le da margen de maniobra suficiente para continuar recortando las tasas de interés. Mantenemos nuestra expectativa de ver un recorte de 50pb en la reunión de junio, y un posible recorte adicional en agosto de 25pb. Hacia finales del año, mayores recortes podrían darse si se materializan los escenarios más negativos de actividad económica en México.
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