El Banco de México publicó este medio día su Informe Trimestral de Inflación para el periodo enero- arzo 2020, en el que ajustó sus expectativas de crecimiento e inflación para la economía mexicana.
Banxico considera
que aún existe un alto grado de incertidumbre sobre la duración y
profundidad de la pandemia y su impacto económico, por lo que no
emite una proyección única para la economía mexicana, sino una
serie de escenarios posibles. Las trayectorias posibles presentadas
por el banco son las siguientes:
1. Escenario de
afectación tipo V: los daños económicos se concentran en el 1er
semestre de 2020, pero se supone una recuperación rápida de la
actividad económica a partir del segundo semestre del año y hacia
2021. Ello resultaría en una contracción de PIB de (-) 4.6% en 2020
y una fuerte recuperación de
4% en 2021.
2. Escenario de V
profunda: las afectaciones son más intensas y se extienden al 3T20,
y hay una reactivación económica relativamente rápida hasta
finales de año y hacia 2021. Bajo estos supuestos se proyecta una
caída de (-) 8.8% del PIB en 2020 y una recuperación de 4.1% en
2021.
3. Escenario de
afectación tipo U profunda: la debilidad de la actividad económica
se extiende por todo el año y hay una recuperación lenta en 2021.
Esto provocaría una contracción de -8.3% en 2020 y (-) 0.5% en
2021. El banco considera que, conforme se conozca más información
sobre el desarrollo del virus y su impacto económico, podrá irse
determinando el tipo de escenario en el que nos encontramos. No se
descartan trayectorias de la economía superiores o inferiores a las
presentadas. Ello se debe a la gran incertidumbre que domina por la
falta de conocimiento sobre profundidad y duración del virus, su
impacto económico, el desarrollo de vacunas y tratamientos, y la
velocidad de reactivación en el consumo y producción una vez
superado. En cuanto al empleo, Banxico cree que podría observarse
una pérdida de entre 1 millón y 800 mil puestos de trabajo en 2020;
y entre -200 y +400 puestos en 2021, según el escenario que se
materialice. Los riesgos a la baja para el crecimiento dominan en la
perspectiva y son: la posible prolongación de medidas de
distanciamiento social, afectaciones a los flujos de financiamiento
disponibles para economías emergentes (volatilidad en mercados
financieros por rebrote de COViD-19, eventos geopolíticos,
elecciones en EE.UU.), medidas de apoyo económico insuficientes
(global y localmente), afectaciones permanentes de la pandemia sobre
la economía (proteccionismo, reorganización de cadenas de valor),
deterioros en la calificación crediticia de PEMEX y México, y
persistente debilidad en inversión o consumo por falta de confianza.
Como riesgos al alza destacan el control rápido del virus y una
recuperación económica rápida, ayudas económicas efectivas para
mantener empleo, cadenas de valor, producción y confianza, y que la
entrada en vigor del T-MEC propicie mayor inversión.
En cuanto a la
inflación, hubo ajustes al alza tanto para 2020 (3.5% vs 3.2% prev.)
como 2021. Se espera una desaceleración más marcada de los precios
en el 2T20 a 2.7% y un rebote a 3.5% en el 3T20 y 4T20. La inflación
se mantendría alta en la primera mitad de 2021 (3.4% en 1T20 y 4% en
2T20) para converger a la meta del banco al cierre de 2021. El alza
de la inflación a principios de 2021 respondería a la baja base de
comparación después de la fuerte caída de energéticos este año.
Para la inflación subyacente, la mayor holgura de la economía
ayudaría a que ésta caiga fuertemente a partir del 2T21. El banco
mantiene un balance de riesgos incierto para los precios de la
economía, con los riesgos a la baja centrados en una mayor holgura
de la economía nacional yglobal, permanencia de precios bajos de la
energía y apreciación del tipo de cambio que lo coloque por debajo
de lo esperado (abaratando importaciones). Mientras que al alza
subraya la posibilidad de mayor depreciación del tipo de cambio,
disrupciones en cadenas productivas y de distribución de bienes, y
mayor demanda relativa por bienes específicos durante la
contingencia. El tono del Gobernador del Banco de México sugiere que
es de esperarse mayor relajación monetaria. Las estimaciones de
crecimiento incorporan ahora escenarios más pesimistas para la
economía mexicana y se mantienen los riesgos sesgados a la baja, lo
que inclina la balanza hacia un probable mayor estímulo monetario
necesario. Además, su balance de riesgos para la inflación sigue
incierto, pero en sus proyecciones se decantan por una expectativa de
tendencia de baja en los precios, a medida que la actividad económica
es afectada por el virus (especialmente en los precios subyacentes).
Ello le da margen de maniobra suficiente para continuar recortando
las tasas de interés. Mantenemos nuestra expectativa de ver un
recorte de 50pb en la reunión de junio, y un posible recorte
adicional en agosto de 25pb. Hacia finales del año, mayores recortes
podrían darse si se materializan los escenarios más negativos de
actividad económica en México.
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