La crisis económica mundial acelerada por el actual contexto de pandemia trajo diversos aprendizajes en rubros de ciberseguridad, reputación corporativa o prevención del fraude en las distintas industrias, empresas y sectores del gobierno durante este año.
Por: Kroll, una división de Duff & Phelps.
Estas tendencias se mantuvieron principalmente en 2020, porque en las crisis se conjugan con mayor frecuencia los detonantes del fraude, evidenciando una correlación entre las presiones económicas y laborales con la mayor probabilidad de que se cometan actos fraudulentos. Esto se ha llamado el triángulo del fraude, que incluye los siguientes factores: 1) las oportunidades que una persona pueda encontrar para cometer un delito, porque al estar en teletrabajo hay menor control de los procesos; 2) las presiones del entorno, como por ejemplo la necesidad de conseguir dinero por la dinámica misma de la crisis; y 3) la racionalización de los motivos para cometer los ilícitos, al pensar que si se hace fraude, se está retribuyendo el trabajo que normalmente la persona considera que no es reconocido.
La Ciberseguridad llegó para quedarse
El teletrabajó modificó la manera tradicional de laborar en el mundo. Este cambio evidenció la falta de capacidades tecnológicas con las que cuentan las organizaciones, así como las faltas de protocolos de prevención en el trabajo remoto, trayendo nuevos retos en materia de seguridad y prevención. Durante estos meses, las empresas han aprendido que mejorar sus sistemas de ciberseguridad para el trabajo a distancia permite evitar fugas de información o mal uso de las mismas. Es vital que el siguiente año las empresas continúen apostando en estrategias en ciberseguridad.
Las áreas de auditoría y control interno ¡Sí funcionan!
A pesar de que el estudio publicado el 15 de septiembre de 2020 por Kroll y la Fundación Latinoamericana de Auditores Internos (FLAI) revelara diversos problemas y carencias en los auditores durante 2020, como la falta de personal para lograr una gestión adecuada del riesgo de fraude en una compañía (80%) o las barreras de ejecución para la participación de la auditoría interna en la gestión del riesgo de fraude (80%), también se concluyó que los esfuerzos conjuntos de las áreas internas de auditoría sumada a los procesos adecuados y el personal suficiente, pueden hacer la diferencia y cambiar una tendencia creciente sobre casos de fraude, cada vez más importantes, más mediáticos y más costosos dentro de las organizaciones, así que en 2021 invierte más en estas áreas.
Prepara una estrategia real para hacer frente a los fraudes
Dado que los riesgos de seguridad están interconectados y en constante evolución, es necesario que los negocios y el gobierno en momentos de crisis cuenten con una estrategia efectiva que les ayude a prevenir y combatir los problemas, entre ellos los ocasionados por el fraude. Apoyarse en estrategias de mitigación de riesgos y seguridad de la información pueden ayudar a que sectores de alta vulnerabilidad puedan ahorrar tiempo, dinero y recursos. A partir de la pandemia y hacia el siguiente año, las empresas y el gobierno deberán ser más conscientes en realizar acciones estratégicas que permitan robustecer políticas y normas de control interno, fomentar una mayor ética entre los empleados, invertir en seguridad informática escalable que les ayude a proteger la información confidencial y sensible, así como desarrollar una visión más amplia de los peligros que puedan dañar la reputación y crecimiento del negocio o sector.
Expertos antifraudes, tus mejores aliados
El 2020 ha demostrado que las empresas más preparadas son las que sobrevivirán a los embates de una crisis cualquiera. Sin embargo, muchos de los negocios, sin importar el tamaño que sean o del sector empresarial al que pertenezcan, aún desconocen de ciertas áreas de vulnerabilidad o peligro, lo que se vuelve una oportunidad para ser presas de ataques cibernéticos, fuga de información, phishing o actos fraudulentos por parte de sus empleados. Por ello durante el 2021 es importante que se asesoren con expertos internos o externos que les ayuden a visibilizar las áreas de oportunidad, de vulnerabilidad y de mejoramiento en sus áreas internas de negocio, operaciones, proveedores, etc., así como del reconocimiento de fuentes de peligro provenientes del mundo digital, ya que durante 2020 crecieron los delitos de este tipo.
El 2020 deja diversos aprendizajes en materia de prevención y fortalecimiento de acciones frente actos de corrupción y fraude. Es importante que las empresas continúen reforzando sus estrategias de mitigación de riesgos y fortalezcan sus áreas digitales, ya que el 2021 traerá diversos retos principalmente en esta área. También, es importante apoyarse en asesores expertos que les brinden una solución efectiva a sus problemas, ya que mientras continúe los efectos de la pandemia, las empresas y sectores de gobierno seguirán vulnerables a diversos factores que pueden desencadenar una mala reputación, la pérdida de información sensible, o en casos más avanzados, la quiebra del negocio o demandas legales hacia los funcionarios, como lo hemos visto en los últimos años.
Duff & Phelps es el asesor global que protege, restaura y maximiza el valor para sus clientes en las áreas de valuación, finanzas corporativas, disputas e investigaciones, asuntos de cumplimiento y regulación, y otras cuestiones relacionadas con la gobernanza. Nuestros clientes incluyen empresas cotizadas y empresas privadas, bufetes de abogados, entidades gubernamentales y organizaciones de inversión tales como empresas de capital privado y fondos de cobertura. También asesoramos a los organismos de normalización más importantes del mundo sobre las mejores prácticas de evaluación y gobernanza. Casi 4,000 profesionales de la empresa se encuentran localizados en más de 25 países alrededor del mundo. Para mayor información visite www.duffandphelps.com.
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