Aumenta
el interés de los productores por certificar sus huertas
En
forma gradual el limón persa jalisciense se convierte en un referente nacional
por la calidad de su fruta y por el avance en la tecnificación de sus
plantaciones y de sus empacadoras, señaló el director general de
Comercialización de la Secretaría de Desarrollo Rural de Jalisco (SEDER), René
López Ruelas.
El
funcionario estatal destacó que la demanda creciente de limón persa ha
incentivado a sus actores productivos, “cuando la cadena se junta, la cadena
del mercado y productiva, al gobierno se le ayuda más porque es más fácil la
tarea, ya no tenemos que convencerlos, ellos ya están convencidos de la
importancia del mercado externo. Pero nosotros también necesitamos que se quede
muy buen limón para el mercado interno”.
López
Ruelas subrayó que los microclimas de varias regiones de Jalisco, como en la
Ciénega de Chapala, Los Valles y Altos Sur, entre otras, han sido muy favorable
para el establecimiento de plantaciones tecnificadas de limón persa, sobre todo
las cuentan con riego (a diferencia de otro estados que son de ciclo de
temporal), cuya fruta cada vez consigue una imagen muy atractiva en el mercado
de exportación y en el ámbito doméstico.
Recordó
que hay una creciente demanda del limón persa en Norteamérica, Europa y Asia,
lugares a donde actualmente se exporta.
Ante
el interés del sector limonero en mejorar su entorno, la SEDER ha promovido
acciones de apoyo, como el curso de certificación de huertas y centros de
empaque que se impartió en Atotonilco El Alto.
Este
curso fue impartido por personal del Comité Estatal de Sanidad Vegetal de
Jalisco (CESAVEJAL) y se enfoca en exponer entre los agricultores y responsable
de las empacadoras los aspectos que deben observarse en las plantaciones y los
centros de empaque.
Con
el fin de obtener las certificaciones, dentro de las empacadoras se deben
aplicar auditorías para revisar el cumplimiento de varios protocolos exigidos
por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Alimentaria
(SENASICA).
Al
respecto, el representante de la empacadora Sociedad de la Producción Rural El
Rosario, Rubén Muñoz Trujillo, comentó que la certificación que consiguieron
fue resultado de las buenas prácticas agrícolas y del manejo de la fruta en el
empaque, lo que representó un año de trabajo intensivo.
Abundó
que la certificación de la huerta ha significado esfuerzo en tener condiciones
higiénicas, como haber instalado baños para los trabajadores, además del empleo
de productos químicos autorizados y en dosis adecuadas para la prevención de
las plagas.
Este
citricultor dijo estar muy satisfecho de la rentabilidad del limón como
negocio, dado que cada hectárea deja ingresos superiores entre cuatro y cinco
veces más en comparación de lo que deja el maíz.
Entre
los puntos que se destacan son las medidas para prevenir la infestación de
plagas agrícolas, como el llamado dragón amarillo de los cítricos (conocida
técnicamente como Huanglongbing), plaga de la que hasta el momento, la
citricultura de Jalisco ha salido bien librada, puesto que no se han tenido
efectos negativos, como en otras entidades.
EL
DATO
El
campo de Jalisco cuenta actualmente con 6 mil 200 hectáreas certificadas de
limón persa, según los recuentos del CESAVEJAL.
Los
municipios líderes en limón certificado son Atotonilco El Alto y San Martín
Hidalgo.
Otros
municipios productores de limón son Ayotlán, Degollado, Jamay, La Barca,
Autlán, El Grullo, El Limón y Villa Purificación, entre otros.
Una
hectárea tecnificada representa un costo inicial de 150 mil pesos en gastos de
las plantas y diversos insumos, como lo relacionado con el riego por goteo.
Un
reto para Jalisco es la instalación de viveros certificados de limón persa.
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