Proyección
Región/País 2021 2022 2023
Mundo 5.9% 3.1% 2.2%
Estados Unidos 5.9% 1.8% 0.5%
Zona Euro 5.3% 3.3% 0.5%
Alemania 2.6% 1.8% -0.3%
Francia 0.6%
6.8% 2.6% Japón 1.6% 1.6% 1.8%
Reino Unido 7.5% 4.4% -0.4%
China 8.1% 3.3% 4.6%
India 8.7% 6.6% 5.7%
Brasil 4.9% 2.8% 1.2%
México 4.8% 2.5% 1.6%
Fuente: OCDE.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicó
esta mañana nuevos estimados de crecimiento mundial, con un aumento a sus
proyecciones para 2022, que pasaron de un crecimiento de 3.0% en PIB mundial
en septiembre pasado a un 3.1% para cerrar el año. Para 2023, la OCDE no realizó
cambios a su proyección de crecimiento del 2.2%. Sin embargo, se espera que el
crecimiento para el año 2024 sea de 2.7%. De acuerdo con la OCDE, el panorama
se está deteriorando por una incertidumbre alta, por el bajo crecimiento, por los
persistentes impactos negativos de la guerra en Ucrania y por una inflación más
generalizada que se mantendrá en niveles altos por más tiempo del esperado.
La economía global se enfrenta con retos importantes. El crecimiento ha perdido
inercia, la inflación se ha mantenido alta y persistente, la confianza ha disminuido
y existen altos niveles de incertidumbre. La guerra en Ucrania ha incrementado los
precios de manera importante, especialmente en el sector energético, agregando
presiones inflacionarias en tiempos donde los costos de vida se venían
incrementando rápidamente en el mundo. Las condiciones financieras globales se
han apretado significativamente, en medio de las vigorosas e inusuales acciones
de los bancos centrales alrededor del mundo que han elevado las tasas de interés
en los meses recientes. Además, las condiciones en el mercado laboral se
mantienen apretadas. Los incrementos salariales se ven superados por la
inflación, por lo que los ingresos reales se han debilitado pese a los esfuerzos de
los gobiernos por contener el impacto de los altos precios de los alimentos y la
energía. Europa se vería mayormente afectada en este entorno económico global
La OCDE espera que la inflación se mantenga alta en muchas economías por un
periodo más largo del esperado anteriormente, esto a pesar de los esfuerzos
hechos en política monetaria de los bancos centrales y el gradual mejoramiento
en las cadenas de suministros. La inflación anual para los miembros de la OCDE
se espera que cierre el año en 9.4%, caiga a 6.5% en 2023 y 5.1% en 2024. Estas
presiones inflacionarias comenzarán a ceder sólo hasta 2023, cuando se haga
patente un alivio de los problemas en cadenas productivas, los precios de materias
primas se moderen y la política monetaria menos acomodaticia comience a surtir
efectos. No obstante, se espera que la inflación subyacente permanezca elevada
incluso hacia finales de 2023 y la inflación objetivo de los bancos centrales se logre
alcanzar hasta 2024.
En cuanto a los riesgos, la OCDE continúa ajustando la perspectiva a la baja de
manera cada vez más aguda, debido a la incertidumbre en el panorama
económico mundial. Las proyecciones reflejan las cuotas que se han cobrado por
los altos precios de la energía durante los últimos 2 años. Por otra parte, el alza
en las tasas de interés también podría debilitar el crecimiento más de lo esperado,
debido a la dificultad de tomar decisiones de política monetaria que logren calibrar
los altos niveles de deuda con altos volúmenes de comercio exterior e inversión.
Esto también podría generar vulnerabilidades financieras debido a las altas tasas,
la apreciación del dólar y al deterioro en términos de comercio. Además, aún
existen riesgos significativos en la expansión de China con la continua debilidad
en el sector inmobiliario y las disrupciones por las políticas de cero Covid. En el
lado positivo, una disminución en la incertidumbre, condiciones financieras más
amigables o una disminución en el precio de los bienes primario podrían moderar
la desaceleración económica.
Para México, la OCDE aumentó el estimado de crecimiento de 2022 a 2.5% (vs
2.1% prev.) y espera una desaceleración en el crecimiento con un 1.6% para 2023
(1.5% prev.) que se revertiría en 2024 con un crecimiento de 2.1%. Además,
colocó el estimado de inflación en 8% para 2022 y disminuirá a 5.7% para 2023.
Para el 2024 el organismo considera que la inflación se acercará a la tasa objetivo
del Banco de México con un pronóstico de 3.3%. Para la OCDE, el crecimiento
seguirá respaldado por el consumo, el cual se verá beneficiado gracias a la mejora
del empleo aunque se verá afectado por la inflación. Las exportaciones se
seguirán beneficiando por la reconfiguración de cadenas productivas pero el
dinamismo se verá mitigado por la desaceleración económica en EE.UU. El
principal riesgo es la inflación, por lo que debe mantener una postura fuerte de
política monetaria para anclar las expectativas de inflación.
Finalmente, la OCDE resalta posibles consecuencias de mediano plazo para la
economía mundial por la guerra en Ucrania. Un conflicto extendido podría
incrementar el gasto militar de forma persistente en Europa, modificar la estructura
de los mercados de energía (con implicaciones en precios y acceso al insumo),
una potencial fragmentación de los sistemas de pago internacionales, la
reorganización de cadenas productivas y cambios en la composición de las
reservas internacionales. La OCDE teme que la fragmentación provocada por la
guerra reduzca las ganancias obtenidas en décadas previas a través de la
especialización, el libre comercio, economías de escala y la difusión de tecnología
y conocimiento.
martes, 22 de noviembre de 2022
INTERCAM BANCO. OPINIÓN ANÁLISIS Economía Perspectivas Económicas OCDE OCDE: Pronósticos de PIB
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