Volvemos a ver un ajuste de más de 1.0% en los mercados de equity. Los factores de riesgo siguen muy presentes: la incertidumbre sobre el rumbo de las tasas, la velocidad que muestran aún algunos rubros en la economía y los factores de tensión en el tema geopolítico. Anticipamos posibles retrocesos en los siguientes días ante la información que esta por publicarse.
1.- Después de varios días de optimismo los mercados vuelven a mostrar moderación y una baja el día de ayer, ante la persistencia de factores de riesgo que no pueden pasar inadvertidos.
2.- Un primer factor, y tal vez el mas relevante, es que los miembros del Comité de Mercados Abiertos de la FED siguen haciendo señalamientos sobre la complacencia de las estimaciones con respecto a las tasas el próximo año por parte de los inversionistas. Tres participaciones de miembros importantes señalaron en resumen tal subestimación y la necesidad del instituto central de trabajar más ante una inflación donde sigue habiendo señales de presión.
Esta semana hay una intervención del presidente Jerome Powell que, centrará la atención de los inversionistas a la espera de que se valide la conclusión de un menor ritmo de alza de tasas a partir de la siguiente reunión y un escenario de estabilidad en los siguientes meses.
3.- La fortaleza de los datos económicos es otro tema que provoca una narrativa adversa. Se especula que la dinámica del consumo en el fin de semana de acción de gracias fue mejor a la del año anterior. Esto se añade a los datos de ventas al menudeo que resultaron mejor de lo esperado en octubre.
Esta semana es relevante dados los datos sobre la inflación del índice del deflactor del consumo personal. El mercado de tasas estará muy atento a este resultado del mes de octubre, así como a la revisión de la creación de empleos, variación de los salarios y los indicadores PMI del sector manufacturero global. Los indicios de mayor fortaleza solo alimentaran la inquietud del mercado con respecto a la postura de la FED en cuanto a los riesgos de persistencia de la inflación elevada y la permanencia de la tendencia de alza de tasas por más tiempo.
4.- Un tercer factor es el tema geopolítico. Las protestas en China, aunque no supongan una escalada, tienen implicaciones directas sobre la expectativa de recuperación del crecimiento en la región y han tenido un impacto en el comportamiento de los mercados.
5.- No hemos librado la etapa de volatilidad relacionada con la definición de nuevas tendencias. Si 2023 va a mostrar la confirmación de puntos de inflexión en los mercados, aun le faltan muchas pruebas para demostrarlo.
6.- Con una semana corta en los Estados Unidos, las tasas registraron de nuevo un rally, con los participantes montados en la idea de que el ciclo de alza de tasas esta más cercano a terminar. Sin embargo, los riesgos inflacionarios siguen presentes ya que los datos de ventas al menudeo, excluyendo autos y gasolina, tuvieron un incremento mensual superior al esperado y los bienes durables también; lo que implica que las presiones por el lado de la demanda se mantienen vigentes.
En suma, seguimos pensando que las tasas de interés se encuentran sobre un piso, principalmente las de corto plazo. El riesgo de rebote esta latente, los intermediarios mostraron sensibilidad, los diversos miembros de la FED hablando de los riesgos que aun persisten en la inflación y de que el ciclo de restricción monetaria se alargue.
En términos de inversión nos mantenemos con cautela, bajas duraciones, tasas revisables y baja exposición al riesgo de crédito.
7.- En México, los datos de inflación de la primera quincena de noviembre plantean un comportamiento de alza en la parte subyacente (que excluye tarifas de gobierno y precios de energía, así como bienes agropecuarios) que parece no frenarse y mucho menos tener un punto de inflexión.
Las tasas de los Mbonos siguieron el comportamiento de sus pares en dólares, así como la lectura de una inflación general influida, menores precios en los energéticos y agropecuarios, componentes que pueden revertir su comportamiento en cualquier momento y generar nuevas presiones adicionales.
La situación de riesgo se traduce en el potencial alargamiento del ciclo de alza de tasas por parte del Banxico, consideramos que los niveles actuales de la curva son un piso y se podría dar un regreso. También dependerá de los comunicados de política monetaria, tanto de la FED, como del Banxico, en el mes de diciembre sobre su visión del escenario inflacionario y las condiciones para alcanzar los objetivos de inflación.
Bajo esta visión, la inversión en deuda gubernamental se mantiene sin cambios: duraciones por debajo de las referencias, tasas revisables, renovación constante de papeles de muy corto plazo y cuidando el riesgo de crédito a través de la diversificación de papeles.
8.- El tipo de cambio se mantiene en el rango del $19.30 al $19.50 pesos por dólar, con una cotización mucho más recargada en la parte baja del intervalo de operación. El dólar se ha debilitado frente a la mayoría de las monedas. En el caso del cruce frente al peso, los futuros crecieron en favor de la moneda nacional y además, los datos de inversión extranjera directa fueros sólidos, ante la tendencia del reacomodo de empresas manufactureras a nivel global (nearshoring).
En términos de inversión, las valuaciones de deuda global están poco favorecidas por la fortaleza del dólar, pero el tipo de cambio se posiciona para tomar posiciones largas de dólares con un objetivo de venta cerca o por arriba de los $19.50 pesos.
9.- Las bolsas lucen un tanto cansadas, parece que buscan soportar los niveles que alcanzaron con el rally a finales de octubre, más que extenderlo. Pero, en una semana que tendrá una importante agenda económica, la volatilidad podría regresar.
Los datos económicos han sido mixtos, aquellos que revelan la fragilidad del entorno son tomados de forma positiva por el mercado al soportar la tesis de que los bancos centrales deberán moderar su postura restrictiva para evitar dañar más la economía; pero, deberían ser también un presagio de que los resultados de las empresas se verán mermados.
Este podría ser el nuevo foco de atención, del que ya hemos advertido previamente: las utilidades de las empresas en 2023 se verán afectadas por un menor crecimiento y existe espacio para recortes en las proyecciones de los analistas conforme se revelen las guías del próximo año. El consenso de Refinitiv en agosto proyectaba un crecimiento de 8.0% en las utilidades del S&P 500 el próximo año, por debajo del 9.3% de la estimación de julio.
Con una semana de poca operación por los feriados en Estados Unidos, se experimentó una tendencia con poca fuerza los días anteriores y en donde los principales movimientos dentro del S&P 500 los tuvieron los sectores de Servicios Públicos (con una ganancia semanal de +3.0%) y Materiales (+2.9%).
Nuestra Cartera global se vio parcialmente favorecida por este movimiento considerando nuestra apuesta temática en el ETF de dividendos DVY, el cual tiene un componente importante en Utilities. Pero, fue en especial la sub-ponderación en Tecnología y en China lo que sumó al portafolio. En contraste, restó valor el desempeño contenido de Energía (que avanzó 0.3%) ante noticias entorno a la producción que han inyectado volatilidad al precio del petróleo; nos parece que sigue existiendo valor en este segmento y una oferta inferior a la demanda en los próximos meses podría continuar apoyando al commodity. En la semana que finalizó el 25 de noviembre la Cartera fue mejor que el benchmark en 20 puntos base.
Redujimos nuestra apuesta activa en Reino Unido ante un panorama menos favorable por la reforma fiscal que incidiría en el sector energético (uno de los principales componentes) y en las ganancias en bolsa. La liquidez generada por este movimiento, decidimos invertirla en Brasil y China. En el caso de Brasil, nos gusta la composición del índice en materias primas, el panorama económico mejora y la composición del gobierno tras las elecciones dejaría poco espacio de maniobra para grandes cambios. En China, los retos prevalecen (política de cero tolerancias al COVID-19, menor crecimiento, campo regulatorio y crisis inmobiliaria); pero, cualquier mejora en la percepción de los factores antes mencionados podría permitir un mejor desempeño del referente.
10.- El referente S&PBMV IPC ronda los 51,000 puntos al inicio de la semana, luego de haber superado los 52,000 en días previos. No existen muchos elementos fundamentales para pensar en que este nivel sea sostenible, más allá de valuaciones relativas castigadas y compras de oportunidad; pero, nos parece que estas han llevado a las cotizaciones de algunas emisoras a niveles adelantados que ameritan cautela.
Sin duda existen argumentos positivos asociados a un mejor entorno económico y con el interés que ha desatado en nuestro mercado la narrativa cada vez más fuerte sobre el nearshoring, en momentos en donde nos acercamos al cierre del año que tradicionalmente revela un impulso en el mercado local por el famoso window dressing. Pero, reiteramos cautela ante un sentimiento que parece soportado en una percepción de mercado, más que en los fundamentales de las empresas.
En la semana que finalizó el 25 de noviembre nuestro Portafolio tuvo un mejor desempeño que la referencia; en lo que incidió no tener PEÑOLES y GFINBUR (la cual anunció su salida en el proceso de compra de Citi-Banamex), así como la sobe-ponderación en TLEVISA (que vio cierta recuperación al poner fin a una disputa legal de varios años).
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