Luz verde a la recuperación de uno de los palacios renacentistas más importantes de Florencia, perteneciente a la noble familia de los Serristori, fieles aliados de los Medici |
Gracias a una completa restauración, se crearán exclusivas residencias de gran lujo a la venta por parte de Lionard Luxury Real Estate |
El magnífico Palazzo Serristori (https://www.lionard.com/es/palazzo-serristori-en-venta-en-florencia.html)
de Florencia, uno de los edificios renacentistas más importantes de la
ciudad, con una ubicación única junto al Arno y cerca del puente
Vecchio, con 5500 metros cuadrados de interiores y aproximadamente 3000
metros cuadrados de jardín, será completamente restaurado después de
largos años de inactividad. La noble familia Serristori, cuyo ascenso
se inició en la Edad Media, en el siglo XVI había alcanzado ya una
posición de indiscutible riqueza y prestigio, debido especialmente a sus
relaciones con los Medici, de los que fueron fieles
aliados. La construcción del palacio se remonta a principios del siglo
XVI, cuando Lorenzo Serristori quiso construir una magnífica residencia a
orillas del Arno, donde anteriormente se situaba un pabellón de caza. A
raíz de los documentos encontrados en el archivo Serristori, se supone
que los arquitectos que diseñaron el núcleo original del edificio fueron
los célebres Giuliano y Antonio da Sangallo, junto con Benedetto da Maiano, con quien ya habían diseñado el palacio Strozzi de Florencia y la villa de los Medici de Poggio a Caiano. A lo largo de los siglos, el palacio ha estado habitado por personajes ilustres como José Bonaparte, hermano de Napoleón, rey de España y de Nápoles, que se refugió en él durante el exilio con su familia, y por los nobles rusos Demidoff. En él se han alojado el papa León X Medici, cuyo escudo de armas del siglo XVI, en pietra serena, se conserva en el atrio principal, así como intelectuales y artistas de renombre internacional, como Giacomo Puccini, Gioacchino Rossini, lord Byron y Percy Bysshe Shelley, los compositores Richard Strauss y Richard Wagner, y la reina de Italia Elena de Saboya. Al paso de los siglos y al cambio de los gustos han sobrevivido extraordinarios elementos originales del palacio, empezando por el magnífico salón de baile con frescos, el más grande y prestigioso de Florencia, con sus 250 metros cuadrados de superficie y 12 metros y medio de alto, más unos 150 metros cuadrados de vestíbulo, que se destinará a espacio común de todos los apartamentos y cuya construcción se remonta al siglo XVII, periodo en el que el palacio fue ampliado bajo la dirección del célebre arquitecto de los Medici, Buontalenti. Todavía ubicados en su lugar en el salón de baile, intactos y en funcionamiento, hay dos espléndidas lámparas de Murano del siglo XVIII, así como los suelos de madera originales, auténticas obras de arte. Lo mismo ocurre con el «Salón de los Espejos» y las chimeneas del palacio, realizadas en valioso mármol con el escudo de armas de los Serristori, o con la estufa de terracota vidriada de la fábrica Ginori, de la que solo existe otro ejemplar en el mundo. A partir de las litografías del siglo XVI se puede ver cómo el palacio estaba inicialmente equipado con dos molinos, uno de los cuales es visible todavía hoy en el sótano. Entre las muchas curiosidades que caracterizan a este edificio, merece sin duda la pena recordar la existencia de algunos pasadizos secretos, uno de los cuales, parcialmente sacado a la luz, conectaba el palacio con la otra orilla del Arno. |
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