UN LLAMADO URGENTE
Sr Presidente de la República:
A la Opinión pública:
Hoy, 5 de junio, Día Internacional de Medio Ambiente, les dirigimos esta
carta con gran pesar por lo que está pasando en nuestro país con
respecto a la política ambiental. Ya es hora de que la sociedad se
entere del gran desastre que existe y los riesgos que se están generando
a raíz de las decisiones que este gobierno está tomando o dejando de
tomar en materia ambiental.
Quienes firmamos esta carta hemos sido, desde los años 90s del siglo
pasado, Secretarios de Medio Ambiente (SEMARNAP y SEMARNAT), Presidentes
del Instituto Nacional de Ecología (INE hoy INECC), Procuradores
Federales de Protección al Ambiente (PROFEPA), Comisionados de Áreas
Naturales Protegidas (CONANP) y Directores de la Comisión Nacional
Forestal (CONAFOR) y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de
la Biodiversidad (CONABIO).
Al efecto nos hemos reunido todos en sana distancia en este día. El día
de hoy, la Comisión de Áreas Naturales Protegidas cumple 20 años de
haber sido creada. La CONABIO, PROFEPA y el INE 28 años de existencia y
la CONAFOR 19. Son instituciones que fueron construidas y fortalecidas
por casi tres décadas, con la participación de miles de personas
involucradas en el medio ambiente, expertos, organizaciones sociales de
ciudadanos, campesinos y académicos, llenos de entusiasmo, expectativas y
aportando su mejor esfuerzo. Hoy vemos con dolor y preocupación su
desmantelamiento por decisiones del gobierno federal.
Con el debido respeto a su investidura, queremos reclamarle y
conminarle, Sr. Presidente, para dejar de minar y desdibujar a las
instituciones ambientales de México, y suspender decisiones contrarias
al marco legal que nos rige en materia ambiental y a nuestras
obligaciones y compromisos internacionales.
Los aquí firmantes hemos sido servidores públicos que, de una u otra
forma, hicimos nuestro mayor esfuerzo por ir subiendo el nivel de
cumplimiento de las leyes ambientales. Hemos posiblemente tenido
aciertos y seguramente hemos también tenido errores. No queremos,sin
embargo, defender el pasado; lo que queremos es ver hacia el futuro, ya
que de eso depende el bienestar y el progreso de México.
Las instituciones ambientales del México de hoy se crearon a partir de
la Cumbre de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo de
Río de Janeiro en 1992. Se basaron en el concepto de desarrollo
sustentable, que implica lograr precisamente el bienestar de los pueblos
en lo económico y social, sin olvidarse de proteger la naturaleza y los
ecosistemas, respetando los derechos de las futuras generaciones. Este
concepto se acuñó como resultado del Informe Brundtland, llamado también
Nuestro Futuro Común. De ese tiempo data la SEMARNAP ahora SEMARNAT,
institución central en la materia y alrededor de la cual se desarrolla
la política ambiental en México y el mundo. Las demás instituciones van
naciendo a partir de ese entonces respondiendo a las necesidades de
nuestro país y, si bien faltaba mucho por hacer, México había ido
progresando relativamente en varios rubros. Aunque se requería apretar
en el cumplimiento de las leyes y modernizar diferentes cuestiones para
afrontar nuevos retos, el país venía por buen camino y con presupuesto y
voluntad política podría haber avanzado en forma adecuada.
Que no quepa la menor duda: la erosión de las instituciones ambientales
impedirá enfrentar los grandes retos globales que enfrenta la humanidad;
esto es, el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad. Nuestro
país, desde la negociación del Convenio Marco de Naciones Unidas de
Cambio Climático, luego en el Protocolo de Kyoto, seguido después en la
reunión en Cancún y después en la COP de París, ha sido sumamente activo
y siempre ha cumplido con sus compromisos y obligaciones
internacionales. Tenemos ya un marco legal en materia de Cambio
Climático de vanguardia frente a la comunidad internacional. En ello
fuimos, hasta ahora, líder internacional. En la actualidad, con las
políticas que se están impulsando, hemos retrocedido al menos 40 años.
Nuevamente se da prioridad a la producción de energía mediante
combustibles fósiles y gasolinas frenando la inversión en energías
limpias y renovables.
Además, la producción de gasolina en las refinerías existentes y en la
que se construye en Dos Bocas con el petróleo pesado mexicano, con un
gran contenido de azufre, implica acumular como residuo enormes
cantidades de combustóleo, el cual será quemado en las termoeléctricas
de la CFE, haciendo a un lado al gas natural, combustible mucho más
limpio. Ya lo estamos sufriendo incluso ahora con la termoeléctrica de
Tula (Hidalgo) operando con combustóleo y su impacto en la calidad del
aire en la CDMX y los estados de Hidalgo, México, Morelos y Querétaro.
Esto provocará daños directos en la salud pública, en la calidad de vida
y, a fin de cuentas, en el bienestar de muchos millones de mexicanos.
Las medidas que la Secretaría de Energía ha tomado con las últimas
decisiones del Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) para
favorecer a la CFE en la producción de la energía eléctrica y de la
Comisión Reguladora de Energía (CRE) para aumentar los cobros de
transmisión a las empresas de energías limpias, impedirán el
cumplimiento de nuestra legislación y del compromiso internacional de
llegar a tener el 35% de energías limpias para el 2030. Además, los
amparos promovidos contra estas decisiones por las empresas energéticas
que ya estaban establecidas, enfrascarán al gobierno en demandas
millonarias, con costos muy elevados para las finanzas públicas.
Las medidas mencionadas desincentivarán a la necesaria inversión privada
en energías limpias en el futuro próximo, y el gobierno ha disminuido
su inversión en ellas al no tener los recursos ni las tecnologías
necesarias. En este sentido, sería muy lamentable que, como resultado de
todas estas políticas inadecuadas y del consecuente aumento de las
emisiones de gases de efecto invernadero del país, México tuviera que
renegociar las metas de reducción de dichos gases dentro del Convenio de
Cambio Climático y poner límites a otras actividades económicas
prioritarias.
La CONAFOR, por su parte, perdió más del 65% de su presupuesto, lo que
ha limitado drásticamente su capacidad de atención de incendios
forestales y la reforestación. Sembrando Vida no es un programa de
reforestación por lo que esta acción necesaria está quedando sin
atenderse. Los recortes presupuestales en la CONAFOR obligaron a
disminuir programas de incentivos para la conservación y el apoyo a las
comunidades campesinas forestales y al sector productivo forestal en
general. México tiene un gran potencial de recursos forestales y las
políticas de fomento forestal se han visto afectadas por no contar con
los recursos financieros.
Hoy como nunca vemos con preocupación el desmoronamiento de la
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) por recortes
presupuestales. Esta situación ha limitado en forma ya escandalosa la
efectividad de esta institución para proteger la gran riqueza natural de
nuestra nación y el control de las emisiones contaminantes. Hoy a la
PROFEPA se le percibe ausente para atender y manifestarse, como le
corresponde, ante irregularidades y para frenar la tala de selvas y
bosques. Este desmantelamiento ha llegado a tal grado que la institución
parecería negligente en la protección del patrimonio natural de México.
El instrumento de Impacto Ambiental es, quizás, la más importante
herramienta en nuestro marco jurídico para prevenir que los proyectos
tengan efectos negativos en el medio ambiente. No es perfecto, pero ha
mejorado al paso del tiempo y se debería seguir afinando. Debería por
tanto aplicarse en los proyectos de inversión pública con toda
pulcritud, e igual debemos hacer con los programas de ordenamiento
ecológico del territorio y con las normas ambientales. Nos preocupa en
especial que los principales proyectos del actual periodo de gobierno
hayan iniciado sin las debidas autorizaciones de impacto ambiental, o
con estudios improvisados y sin aplicar correctamente las normas
ambientales. Con esto se está enviando la lamentable señal al resto de
la sociedad de que la normatividad puede eludirse o incumplirse en una
invitación hacia la impunidad. Además, las consultas a la población y,
sobre todo, a los pueblos originarios se han distorsionado, violando
derechos establecidos, como ocurre, entre otros, en el caso del proyecto
"Tren Maya".
La Comisión Nacional del Agua, institución indispensable para el
bienestar de la población y para la protección de nuestros recursos
hídricos, ha sufrido también una disminución de su presupuesto en más de
dos terceras partes y ha perdido una parte importante en su personal
especializado. Los recortes presupuestales dejan prácticamente sin
dinero a los municipios y a los organismos operadores de agua que, de
acuerdo con el Artículo 115 de la Constitución, dependen de los
municipios y están encargados de los servicios de agua potable y
saneamiento. A pesar de lo complicado de la situación de la gran mayoría
de los operadores de agua del país, la CFE les aumentó las tarifas
haciendo más precaria su situación financiera. El Secretario de la
SEMARNAT, ha identificado lo que él llama “infiernos ambientales” en
varias cuencas y subcuencas, levantando la conciencia de la opinión
pública sobre los impactos que esto tiene en la salud pública. Sin
embargo, contrasta con esto que no cuenten con presupuesto ni con planes
concretos para atender ni resolver vergonzosos hechos que la propia
SEMARNAT denuncia.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, que como dijimos,
cumple hoy 20 años de existencia, es fundamental para conservar nuestros
muy variados y valiosos ecosistemas y para proteger nuestra
biodiversidad, sin embargo, está en una gran crisis de supervivencia. En
el documento “Agenda de Medio Ambiente 2018-2024” que presentó en su
campaña, Sr. Presidente, reconoció la importancia de las Áreas Naturales
Protegidas como una “poderosa y extraordinaria herramienta para la
conservación de la biodiversidad”. Ahora se está abandonando y
desmantelando la institución que se ha construido con esfuerzo de dos
décadasininterrumpidas. La CONANP ha ido perdiendo presupuesto
indispensable para su operación y, en estos últimos días, nuevos
recortes prácticamente la han paralizado. Se ha reducido a su mínima
expresión el programa de SINERGIA que la CONANP operaba con el apoyo del
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD. Este programa
sostiene a más de 250 profesionistas y técnicos que desarrollan en
comunidades rurales, particularmente indígenas, proyectos de
conservación y desarrollo comunitario, con visión integral de manejo de
recursos naturales y enfoque de paisaje y adaptación al cambio
climático. Estas plazas se van a perder. Se va a despedir a la gente
porque no se dispone de ¡20 millones de pesos! que no fueron autorizados
en el presupuesto de egresos de la Federación. Estos recursos no son
nada frente a la importancia que tienen estas actividades en el campo y
su impacto en la gente que vive en las Áreas Naturales Protegidas.
La CONABIO es otra institución que no solo está abandonada sino
castigada. La CONABIO es ejemplo de generación y sistematización del
conocimiento de la biodiversidad, básico para la toma de decisiones
sobre las políticas ambientales nacionales, y es reconocida como la
institución mundial más importante en su género; es un referente
internacional. Además, es ejemplo de la aplicación de la investigación
en el uso de nuestra diversidad biológica. A la CONABIO se le ha cortado
el presupuesto poniendo su propia existencia en alto riesgo. La
comunidad nacional e internacional está sumamente preocupada por su
posible desaparición.
Somos el 4to país de mayor biodiversidad del planeta, todavía. Tenemos
un marco legal sólido, millones de mexicanos queremos conservar nuestro
patrimonio natural, pero sin instituciones sólidas y vigorosas no
podremos lograrlo. No heredemos a los jóvenes un México con una
naturaleza sucia y pobre e instituciones incapaces de responder a los
retos que tenemos frente a nosotros.
Estamos convencidos que proteger el medio ambiente es fundamental para
lograr el bienestar de la gente más vulnerable, la más pobre. En estos
momentos de crisis sanitaria, con mayor razón, medio ambiente,
sostenibilidad y combate al Cambio Climático deben ser complementarios y
ser uno de los grandes ejes rectores para impulsar la recuperación
económica, a través de un Plan Verde, enmarcado en la Agenda 2030 de
nuestra gran nación.
Sr. Presidente, lo conminamos a darle prioridad al tema ambiental, la
pérdida del patrimonio natural de México afectará a los más vulnerables y
a los jóvenes, que son el futuro de México.
RESPETUOSAMENTE
COMPROMETIDOS CON MEXICO, SU GENTE Y SU MEDIO AMBIENTE
LISTA POR ORDEN ALFABETICO DE LOS FIRMANTES: Antonio Azuela de la Cueva,
Francisco Barnés Regueiro, José Ignacio Campillo García, Julia Carabias
Lillo, Alberto Cárdenas Jiménez, José Cibrián Tovar, Javier de la Maza
Elvira, Alejandro del Mazo Maza, Juan Rafael Elvira Quesada, Ernesto
Enkerlin Hoeflich, Adrián Fernández Bremauntz, Luis Fueyo Mac Donald,
Hernando Rodolfo Guerrero Cázares, Guillermo Haro Belchez, Víctor
Lichtinger Waisman, Miguel Limón Rojas, Ignacio Loyola Vera, José Luis
Luege Tamargo, Santiago Oñate Laborde, Enrique Provencio Durazo, Gabriel
Quadri de la Torre, Manuel Agustín Reed Segovia, Sergio Reyes Lujan,
Jorge Soberón Mainero
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