10
de junio del 2020, Ciudad de México, México- Es evidente que vivimos en
una guerra de talento. El cuartel de los Recursos Humanos se enfrenta
diariamente al reto de encontrar candidatos adecuados para sus
posiciones, cada vez con requisitos más exigentes.
En
promedio, la rotación de personal en nuestro país es de 17 por ciento.
Lo cual significa que hay que reemplazar a esos empleados con talento
nuevo. Ahora la pregunta del millón: ¿Es mejor buscar talento
externamente o dar la oportunidad a los colaboradores a participar
internamente?
Esto
es un dilema para cualquier encargado de reclutamiento. Aunque varias
empresas tienen un sistema de ascenso o promoción interna, otras optan
por buscar candidatos externos para llenar una posición.
Veamos las ventajas y desventajas de cada modelo.
Por
un lado, si se decidiera reclutar internamente, esto incrementaría la
retención y mejoraría la productividad de los empleados en un corto
plazo. ¿Por qué? Es muy sencillo, al ver que un compañero fue
recompensado y tuvo oportunidades de crecimiento, el resto trabajará aún
más y mejor, con la esperanza de también ser promovido y obtener un
mejor puesto. Otro de sus grandes beneficios es que existe un notable
ahorro en promoción de la vacante (ya sea en redes sociales, portales de
búsqueda de trabajo, agencias de contratación u outsourcing). Y
finalmente, la empresa ya conocerá tanto las fortalezas como las
debilidades de los candidatos, por lo que será más fácil brindarle las
herramientas necesarias para que haga el nuevo trabajo de una manera
inigualable.
Los
“contras” de contratar alguien dentro de la compañía es que te
encontrarás en un “efecto dominó”, es decir, si promueves a una persona,
tendrás que llenar el hueco que dejó (por lo que eminentemente tendrás
que reclutar a alguien de fuera).
Por
otro lado, aunque contratar internamente significa ofrecer incentivos y
motivar a los empleados, esto también puede conflicto y podrá afectar
el desempeño de algunos.
“La
promoción interna es una muy buena opción para empresas que cuentan con
áreas de desarrollo organizacional. Será su responsabilidad tener
programas sólidos para definir planes de carrera y sucesión para el
talento clave.”, afirma Andrea Vargas, directora de Potentor, plataforma especializada en Desarrollo Organizacional.
¿Y
qué hay de la contratación externa? Por un lado, traer un candidato de
fuera significa que traerá consigo nuevas habilidades y experiencias que
complementarán su rol. Por ende, proveerá a la empresa nuevas
perspectivas que apoyarán el crecimiento de ésta. Por otro lado, al
contrario de la contratación interna, existirá menos resentimiento,
competición y conflicto entre los empleados.
Los
“cons” de contratar externamente es que éste podría ser un proceso más
caro y un poco más largo. ¿Por qué? Por que el área de Recursos Humanos
tendrá que publicar la vacante, entrevistar a los candidatos y en
algunos casos, checar pruebas psicométricas (el plazo total puede tardar
de 1-2 meses). Además, es difícil saber si la persona se “mezclará”
correctamente con el resto del equipo, es importante que conozca otros
miembros del equipo antes de empezar a trabajar.
En
conclusión, las dos opciones son buenas cuando se trata de contratar a
alguien. Incorporar una mezcla de candidatos internos y externos a tu
embudo de talento es una de las mejores prácticas que puedes tener, ya
que depender de solo de una fuente de candidatos exclusivamente no es
productivo. Si aprovechamos el talento interno y el externo tendremos la
mezcla perfecta.
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