La contracción económica en México por efecto del coronavirus, la fuerte disminución en la demanda externa proveniente de Estados Unidos, la acotada inversión privada, ausencia de una respuesta fiscal contundente, el retroceso de facto de la reforma energética, la caída en los precios del petróleo y el deterioro en la situación financiera y operativa de Pemex, son algunos de los factores que han provocado los recortes en las calificaciones crediticias de México este año.
De hecho, durante
los primeros 5 meses de 2020 hemos observado disminuciones en las
calificaciones crediticias de México por parte de las tres
principales agencias internacionales. Fitch Ratings recortó por
segunda ocasión la calificación crediticia de México el 15 de
abril de este año a BBB-, siguiendo una acción similar a la que
tomó el pasado 5 de junio de 2019. Por su parte, S&P Global
Ratings anunció el pasado 26 de marzo su primera rebaja en la
calificación crediticia de México a BBB Mientras que el 17 de abril
de 2020 Moody’s recortó su calificación crediticia de México a
Baa1. Hasta el momento,Fitch Ratings mantiene su perspectiva
Estable, mientras que Moody’s y S&P Global Ratings conservan su
perspectiva Negativa para la deuda soberana de nuestro país. Pemex
también registra acciones similares: recortes por parte de las 3
calificadoras y perspectivas Negativas en todas con excepción de
Fitch, que mantiene su perspectiva Estable.
Empresas mexicanas
Como es lógico
esperar, estas decisiones no han tardado en permearse a las empresas
mexicanas. Durante este año, 12 de las 34 compañías que cubrimos
han sufrido recortes en sus calificaciones crediticias por parte de
estas 3 agencias internacionales, mientras que 7 empresas adicionales
han experimentado cambios en sus perspectivas crediticias; de tal
forma que sólo 15 compañías bajo nuestra cobertura no han sufrido
cambios en sus calificaciones o perspectivas durante este 2020 por
parte de S&P, Moody’s o Fitch.
Calificaciones para
las 4 empresas más apalancadas
Llama la atención
el caso de Cemex que, además de ser la empresa más apalancada de
nuestra muestra, el día de ayer (31 de mayo de 2020) recibió un
recorte en su calificación crediticia por parte de Fitch en un
escalón a BB- con perspectiva Negativa. Es importante mencionar que
es la primera disminución en la calificación crediticia de Cemex
por parte de Fitch desde el 10 de marzo de 2009, ya que desde
entonces habíamos observado avances constantes. Además, la empresa
no había sufrido recortes en sus calificaciones, sino que las
agencias únicamente se habían limitado a bajar su perspectiva de
Estable a Negativa. Fitch espera que el consumo de cemento en México
decrezca a doble dígito bajo en 2020 por efecto del coronavirus. En
Estados Unidos también esperan un mercado presionado, así como en
otros países como Panamá,
Colombia, el Reino
Unido, España, Francia y Filipinas, donde los efectos para Cemex han
sido más duros. Fitch espera que el apalancamiento Deuda Neta /
EBITDA aumente a 6.0x sobre una base proforma para 2020.
Recientemente Cemex enmendó su Contrato de Crédito de 2017 con
límites de apalancamiento en 6.75x para junio 2020 y de 7.0x para el
período septiembre 2020 a marzo 2021. Por nuestra parte,
consideramos que no es probable que Cemex rompa dichos límites de
apalancamiento financiero consolidado. Por su parte, S&P quien
subió la calificación de Cemex en 2 ocasiones en 2017 hasta el
actual BB, comentó que revisó a la baja sus expectativas de
crecimiento del PIB real para Ver información importante al final de
este documento.
2020 a los mercados
claves de Cemex, lo que afectará los volúmenes y dará como
resultado un menor crecimiento en ingresos y rentabilidad,
presionando los indicadores de apalancamiento.
Alsea también
sufrió una rebaja en su calificación de largo plazo en escala
nacional a A(mex) por parte de Fitch, con perspectiva Estable. El
principal factor son las medidas tomadas por los gobiernos para
evitar la propagación del coronavirus, lo que afectará sus niveles
de ingresos y generación de flujo operativo. Su expectativa de
generación de ingresos es ligeramente más optimista que la nuestra
pero nosotros esperamos mayor presión en margen. Sin importar lo
anterior, coincidimos en que Alsea mantendrá una posición de
liquidez adecuada en 2020 al contar con una posición de caja buena y
acceso a líneas de crédito de corto plazo para hacer frente a sus
requerimientos operativos y financieros; mientras que destaca medidas
que se han tomado como reducir el Capex por debajo de los $2,000
millones y el freno en el pago de dividendos.
Otro caso es Lala,
empresa a la cual Fitch le da seguimiento. Esta calificadora ha
mantenido su calificación crediticia sin cambios y con perspectiva
Estable desde 2018. Sin embargo, no es el caso de HR Ratings, una
cuarta calificadora relevante que en este estudio no presentamos,
pero quien el pasado 31 de marzo redujo su calificación de HR AA a
HR AA- con perspectiva Estable. HR Ratings fundamenta el cambio en
el bajo crecimiento observado en ingresos durante 2019; mientras que
en relación al COVID comenta que Lala no asume un fuerte impacto en
las ventas en su escenario base por su amplia gama de productos y el
sector en el que se encuentra. Sin embargo, sí consideran en su
escenario de estrés un mayor deterioro en las economías donde la
empresa opera.
Alfa, la cuarta
empresa más apalancada de nuestra muestra, no ha tenido cambios en
su calificación crediticia este año, pero S&P Global Ratings sí
bajó su perspectiva de Estable a Negativa, al igual que en Sigma y
Alpek. La calificación de riesgo crediticio en escala global de Alfa
ha sido BBB desde el año 2014 por parte de esta agencia
calificadora; S&P comentó el 19 marzo que el impacto por
expectativas de un menor crecimiento a nivel global relacionado con
el COVID-19 se estaba extendiendo a México y otros mercados clave
donde opera Alfa, lo que presionaría sus indicadores crediticios. En
el caso de Nemak S&P mantuvo perspectiva Estable pero Fitch bajó
su perspectiva en esta subsidiaria a Negativa y Moody’s la puso En
Revisión para bajarla. Para Fitch la perspectiva de Nemak refleja el
margen de calificación más limitado de la compañía frente al
cierre de sus plantas en términos de apalancamiento, en medio de la
caída en picada de la demanda de autopartes de vehículos nuevos
durante 2020 y la incertidumbre que rodea la velocidad y el alcance
de la recuperación en las ventas de vehículos nuevos, una vez que
se levanten las medidas de contención de la pandemia de la
COVID-19.
Cambios en
Calificación
Dentro de los
cambios en las calificaciones crediticias destaca por mucho el sector
de bancos e instituciones financieras (Bbajio, BSMX, Creal, Gentera y
Gfnorte recibieron recortes en sus calificaciones este año). Gfnorte
es uno de los casos relevantes, Moody’s bajó en abril la
calificación de Banco Mercantil del Norte para sus depósitos de
Largo Plazo en moneda extranjera a Baa1. S&P recortó la
calificación de largo plazo en moneda extranjera de Banco Mercantil
del Norte a BBB en marzo. Mientras que Fitch pasó en abril a BBB- la
calificación de riesgo emisor en escala internacional (IDRs) de
Gfnorte. Es muy relevante mencionar que para las tres calificadoras
la perspectiva se quedó en Negativa para esta empresa.
El desempeño del
sector financiero es relativamente simple de explicar y hay una razón
para que hayan ocurrido en bloque. En la mayoría de los casos los
recortes son razonables, porque hay una alta interrelación entre las
calificaciones de los bancos mexicanos y las del soberano, a través
de tenencias de bonos del gobierno con fines de liquidez, o de
préstamos a empresas estatales o gobiernos locales y regionales que
se benefician de flujos de efectivo del gobierno federal.
Por tanto, como ya
comentamos, México recibió este año una rebaja de calificación de
las tres agencias, y el efecto se permeó a este sector.
Por otro lado, el
sector de tiendas departamentales (Liverpool) también recibió
recortes en calificación. Destaca el recorte de S&P, dado que la
mayor parte de sus ingresos se generan en el país, sus productos son
discrecionales en su naturaleza y su dinámica de negocios es
altamente sensible a la crisis económica. Posterior a este cambio se
anunció el cierre de tiendas hasta mayo y, ya en junio, se entrará
a un mecanismo de semáforos. S&P consideró que Liverpool podría
soportar un cierre de unidades, pero si éste se prolongaba podría
presionar su perfil crediticio individual.
Finalmente, en el
caso de Amx y Kof las rebajas de S&P se dieron como consecuencia
de una acción similar sobre la calificación soberana de México, ya
que consideraron que ambas empresas solamente pueden estar un nivel
por encima de la calificación soberana en moneda extranjera debido a
su exposición al riesgo país. Lo mismo sucede en el caso de
Kimbely-Clark de México, aunque la calificadora reconoce que sus
productos son resilientes a las crisis y tiene flexibilidad para
ajustar Capex y el pago de dividendos en caso de ser necesario. El
último caso es Gap, empresa a la cual Moody’s le bajó su
calificación crediticia y su perspectiva a Negativa. Lo anterior
surge a partir de la baja de calificación de bonos soberanos del
Gobierno de México. De acuerdo con ellos, GAP ha implementado
medidas para contener la severa caída de pasajeros como el
aplazamiento del pago de dividendos y del gasto de capital, sin
embargo, esperan una contracción fuerte en pasajeros a diciembre de
2020 como resultado de una disminución dramática esperada entre
marzo y junio, y una recuperación muy gradual en la segunda mitad de
2020.
Cambios en
Perspectiva
Dentro de las
empresas que mantuvieron sus calificaciones pero cuyas perspectivas
pasaron a Negativa por parte de alguna de estas 3 calificadoras
fueron: AC, Alfa, Alpek, Femsa, Funo, Nemak y Orbia. En esencia son
empresas de bebidas, conglomerados y fibras. Llama la atención el
caso de bebidas y fibras porque son sectores defensivos, sin embargo,
en el caso de Arca Continental y Femsa el cambio se asocia con un
cambio en el soberano, ya que Moody’s comenta que AC se seguirá
beneficiando del papel clave que juega en el sistema Coca-Cola,
mientras que S&P comenta que Femsa tiene capacidad para generar
un flujo de efectivo fuerte, tiene un desempeño financiero sólido,
endeudamiento manejable y amplia liquidez. En el caso de Fibra Uno la
perspectiva Negativa se relaciona con un deterioro en su
apalancamiento financiero neto, desafíos en su estructura de capital
posterior a la contingencia por COVID-19 y situación económica.
Mientras que, para Orbia, el cambio que recibió en su perspectiva a
Negativa este año está relacionada con los retos queenfrentará la
empresa durante 2020 y 2021, como resultado de la contracción
económica en los países donde opera.
+++
No hay comentarios:
Publicar un comentario