Nicolás
Romero, México.- El nuevo decálogo de Andrés Manuel López Obrador para
enfrentar la nueva realidad para muchos ha sido una burla, para otros una tragicomedia,
pero para los 12 millones de personas que perderán su empleo, los 80 millones
de personas que pasan hambre y para los familiares de los más de 150 mil
contagiados y de los 17 mil 580 personas que han perdido la vida por el
coronavirus, significa desesperanza y pobreza, subrayó Héctor Javier Álvarez
Ortiz, dirigente del Movimiento Antorchista en el noroeste mexiquense.
Así con “salir con seguridad y optimismo
a la calle, darle la espalda al egoísmo, ser más solidarios y humanos, no tener
actitudes racistas, clasistas, discriminatorias ni sexistas, alejarse del
consumismo, dejar atrás el materialismo” y demás preceptos, López Obrador hace
a un lado las muertes, contagios, desempleo y hambre que hay en el país para
dejarle el libre albedrío al pueblo de México en la decisión de “retomar” su
vida y labores o quedarse en casa para no contagiarse, cualquiera de las
resoluciones significa, dolor, incertidumbre y, en el peor de los casos, la
muerte, indicó.
La encuesta de Seguimiento de los
Efectos del Covid-19 en el Bienestar de los Hogares Mexicanos (ENCOVID-19)
aplicada en mayo pasado por la Universidad Iberoamericana y Acción Ciudadana
Frente a la Pobreza, arrojó que el 75.3 por ciento de los hogares en México
reportó no recibir ningún apoyo social o ayuda del gobierno, solo el 10.8 y el
7.1 por ciento de los hogares declaró recibir Pensiones para el Bienestar y las
becas Benito Juárez. Lo anterior nos da una perspectiva de cómo el gobierno de
México olvidó apoyar en esta pandemia a la clase trabajadora del país.
Para ayudar -afirmó- verdaderamente al
pueblo, en corto plazo, es necesario que el gobierno federal, junto con los
gobiernos estatales y locales, implementen apoyos a las chicas y medianas
empresas para evitar que quiebren y con ello aumente el desempleo en el país,
así como un plan nacional de sueldos emergentes y distribución de apoyos
alimentarios para todas las personas vulnerables, puesto que el estudio del
ENCOVID-19 indicó que el 76.2 por ciento de la población puede haber caído en
pobreza al perder su empleo, ingresos y seguridad alimentaria, esto es que 95.2
millones de personas pueden caer en pobreza.
Pero lo anterior no es suficiente, otra
de las medidas que impulsa el Movimiento Antorchista, desde hace cinco años
para combatir la desigualdad y la pobreza que existe en el país, es el cambio
de sistema económico en el que prepondere la creación de fuentes de empleo para
todo el que esté en edad de trabajar; que los salarios que reciben los obreros
sean bien remunerados, al grado de que les alcance a cubrir la canasta básica
que ronda en los 470 pesos diarios; que se instaure una política fiscal
progresiva en la que el que gane menos pague menos e inclusive que no pague,
mientras que el que gane más pague más impuestos; y por último que todo lo
recaudado se aplique en su mayoría en la construcción de obras y servicios para
el pueblo de México. Estos cuatro puntos no son utopía, al contrario, pueden
ser realidad, solo se necesita el apoyo del pueblo para instaurarlos, aseguró.
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