El crecimiento económico de este sexenio posiblemente termine siendo el más bajo que se tenga desde la administración del expresidente Miguel de la Madrid Hurtado. Si consideramos las cifras reales al primer trimestre del 2024 y nuestros estimados para el resto del año, estimamos que la economía creció 1.0% promedio anual compuesto (CAGR 6 años), que se compara con el 1.9% de Enrique Peña, 1.4% de Felipe Calderón, 1.8% de Vicente Fox, 3.5% de Ernesto Zedillo, 4.0% de Carlos Salinas y 0.1% de Miguel de la Madrid. Ahora, estimamos el PIB per cápita, una medida sencilla que indica cuánto dinero le tocaría a cada mexicano si dividimos el PIB en partes iguales, para nuestro país. Encontramos todavía más interesantes las cifras de los sexenios, pues la administración actual apenas logrará que el PIB per cápita crezca en 0.14% durante todo el sexenio, sólo por arriba de la caída que tuvo Calderón en -0.13% y Miguel de la Madrid en -2.09%. Los resultados en materia de crecimiento sugieren que podríamos llamarlo el sexenio perdido, pues el PIB per cápita no creció y además el crecimiento sexenal, es inferior al crecimiento del empleo (1.6%) y de la población económicamente activa (1.5%), sugiriendo que la productividad total de los factores fue negativa durante todo el sexenio.
Inflación Al revisar la inflación, debemos tomar en cuenta un parteaguas estructural de la economía mexicana y es que antes de 1994 el Banco de México no era autónomo y por lo tanto México vivía una situación de dominancia fiscal, en la cual, entre otras cosas, el gobierno federal usaba al banco central para financiar sus operaciones, y además el tipo de cambio era fijo. Por lo tanto, las inflaciones de Miguel de la Madrid, Carlos de Salinas y Ernesto Zedillo incorporan efectos de devaluación cambiaria y algunas crisis de salidas de capitales, de ahí que sean mayores al doble dígito. Al comparar los últimos sexenios, de Vicente Fox a Andrés Manuel, el manejo de la política monetaria es más parecido, el tipo de cambio es flexible, México tiene grado de inversión y durante el sexenio de Fox el Banco de México incorporó el objetivo de 3.0% de inflación como su meta única, por lo tanto las inflaciones son similares, sin embargo, en ningún sexenio se alcanza dicho objetivo e incluso en el último la inflación fue mayor (5.0% CAGR 6 años), rompiendo tres sexenios de una ligera tendencia a la baja. Tipo de cambio Como se mencionó para la inflación, el tipo de cambio debe dividirse en dos periodos, para los sexenios de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo en el tipo de cambio fijo (y sus variantes) y para Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña y Andrés López en el tipo de cambio flexible. Nos centraremos este último grupo. Algo que nos llama la atención es que si la paridad cambiaria pesos por dólar se mantiene en los niveles actuales, posiblemente será el primer sexenio que termine su administración con una apreciación del peso mexicano y en una magnitud considerable en -8.7%. Históricamente en todos los sexenios el peso mexicano se deprecia, lo cual podría ser reflejar un cambio estructural en la economía, sobre todo en la cuenta corriente, pues la fuerte entrada de remesas, la mayor entrada de ingresos por turismo y la continua captación de entrada de Inversión Extranjera Directa posiblemente están generando una sobreoferta de dólares en la economía. Recordemos que los dólares que recibe Pemex y el gobierno federal por concepto de sus operaciones (exportaciones, importaciones o pagos de cupones/principal) no llegan al mercado, pues deben venderlos/comprarlos al Banco de México (así está previsto en la Ley del Banxico) y únicamente los dólares de los “privados” llegan al mercado. En suma, los fundamentales del peso que se observan en la posición financiera neta del país, es decir la cuenta corriente, podrían ser estructuralmente más pequeños que lo que normalmente eran (cerca de -2.0% del PIB) a lo cual si añadimos una coyuntura de tasas en México que se esperan sigan muy altas seguirá influyendo a una paridad fuerte para el peso mexicano. Finanzas Públicas Con respecto al manejo de las finanzas públicas, es una realidad que hasta el 2023 el gobierno había mantenido la prudencia en el gasto. El balance primario del sexenio en promedio resulta en equilibrio mostrando 0.04% de déficit del PIB hasta el 2023, y tomando en cuenta el 2024, el déficit es del -0.2%. Este año el manejo de las finanzas públicas dio un revés siendo que la política fiscal originará un déficit de 1.4% en el balance primario y 5% en el balance público tradicional, muy diferente a la prudencia observada en los primeros cinco años. Los números del balance primario no resulta sustancialmente diferentes de los promedios de los sexenios anteriores ya que para EPN el déficit fue 0.1% para FCH un superávit de 0.3% En cuanto al balance público tradicional, el deterioro es mucho mayor ya que esta administración presenta el nivel más elevado desde la administración de Zedillo con un déficit de 3.1%. Ello refleja las vulnerabilidades de cara a la siguiente administración. La SCHP ha propuesto una reducción en el gasto de casi 3 puntos del PIB, que se verán reflejados en un menor balance público tradicional. Esto ha sucedido en ocasiones muy excepcionales, principalmente ante la caída en la inversión. Si bien es cierto que en este sexenio no pareciera encaminarse hacia un crisis de fin de la administración la fragilidad en el 2025 y hacia adelante es un punto de dolor para los mercados y las agencias calificadoras. A pesar de lo anterior, los ingresos tributarios han aumentado en 1.5 puntos del PIB, a través de mayor recaudación de 1 punto de ISR y de 0.5 puntos del IVA. Aunque, el espacio es todavía importante tomando en cuenta el promedio de los países miembros de la OCDE que se sitúa en 34.2 por ciento y el de México en 14.6 por ciento. En la parte de los gastos, la redistribución de los programas sociales puede originar una bomba de tiempo. De acuerdo con las cifras del cierre del 2023, los servicios personales (burocracia) representaron el 4.8% del PIB o 19% del gasto total) y a pesar de los topes en los salarios, solo han disminuido 0.2 puntos porcentuales desde que inició este gobierno. El siguiente rubro, que es más preocupante, es el de pensiones y jubilaciones que además de que muestra una tendencia franca de alza, representa el 4.1% del PIB o el 16% del gasto total. Los programas sociales, contenidos en el rubro de subsidios y transferencias son el 3.7% y 14% del PIB y del gasto total respectivamente, y también van en ascenso. La inversión física y el gasto de capital suman el 3.6% y 14% por ciento del gasto total. Todos estos rubros suman el 64% del gasto. Y si añadimos el costo financiero asciende al 73% del gasto. El costo financiero, que por cierto es de los más elevados entre la muestra de emergentes, no disminuirá en el 2025; las pensiones y jubilaciones, las transferencias y la burocracia, no tienen por donde disminuir, sino todo lo contrario. Para darnos una idea más clara, el gasto que ya está etiquetado ha aumentado 5 puntos porcentuales desde la administración de Ernesto Zedillo. A la fecha, la razón deuda a PIB se mantiene por debajo del 50%, un nivel particularmente cómodo, más aun al compararlo con otras economías emergentes. Pero esta administración ha adquirido deuda por el orden de 6.25 billones de pesos, con una emisión de deuda interna que ha aumentado 69%, en tanto ha reducido las vulnerabilidades hacia el exterior, al reducir 8% la deuda externa. Esto es el incremento más moderado en términos de porcentaje en la emisión de deuda, sin embargo en monto es el más elevado en los últimos tres sexenios.
PEMEX La producción de petróleo de Pemex ha caído significativamente a pesar de los constantes apoyos del gobierno federal. De 2019 a abril de 2024 en promedio se han producido 1,573 miles de barriles diarios (mbd), sin considerar condensados, lo cual representa una disminución de 28% con respecto al sexenio pasado, donde se produjeron en promedio 2,182 mdb. Cabe señalar que a partir del sexenio de Felipe Calderón se observó una marcada tendencia de caída en producción, sobre todo por el agotamiento del complejo Cantarell. El sexenio con la mayor producción promedio fue el de Vicente Fox. En el período (2019-2024e), considerando las estimaciones de Pemex para 2024, el Capex total sería de 1,018 miles de millones de pesos (mmdp), de los cuales un 83% se habría destinado a Exploración y Producción (E&P); un 13% a Transformación Industrial (TI) y el resto a otros negocios. El Capex total representa una disminución de 9.6% respecto a lo invertido en 2013-2018, aunque cabe señalar dos cosas: se revirtió la tendencia de baja en inversiones observada desde 2014 (reforma energética) y estas cifras no consideran los cerca de 300 mmdp invertidos en la refinería de Dos Bocas, Tabasco.
Por otro lado, Pemex continuó acumulando pérdidas. De 2019 a 2023, la pérdida neta de la compañía fue por un monto de $871 mil millones de pesos, cifra menor a la pérdida del sexenio anterior, aunque mayor a la observada durante 2007- 2012. Por subsidiaria, históricamente, E&P ha sido un segmento rentable, antes de impuestos. En 2023, el costo promedio de producción de hidrocarburos fue de EUA$ 14.50 por barril de petróleo crudo equivalente, mientras que el precio promedio por barril de la mezcla mexicana fue de EUA$ 71.0 por barril, lo que nos da una idea de la rentabilidad de la subsidiaria. En el período de 2019 a 2023, E&P acumula una utilidad operativa de 1,431 mmdp y una pérdida neta de 75 mmdp. En contraste, el segmento de TI ha observado pérdidas en los últimos años. Pese a lo anterior, en el sexenio actual se han incrementado las inversiones en el mismo a manera de incrementar la producción de petrolíferos. Con datos al 1T24, la producción total de petrolíferos creció 63% comparada con el promedio de 2018. Por tipo de producto, los crecimientos para el período son: Gasolina +58%; Combustóleo +73% y Diésel +64%. De 2019 a 2023, TI acumula una pérdida operativa de 828 mmdp. Por otro lado, la deuda de Pemex se mantiene elevada, al 1T24 el saldo de la deuda era de 1,787 mmdp, cifra menor a la deuda al inicio del sexenio aunque alta en la comparación histórica. Al 1T24, 82% de la deuda se denominaba en monedas distintas al peso (72% se denomina en dólares), por lo que la reducción en el saldo de la deuda reconoce un efecto por la apreciación del peso. Finalmente, hay que señalar dos cosas: los apoyos del gobierno en disminuciones del DUC y aportaciones de capital totalizan 2.2 billones de pesos, en tanto en esta administración y hasta el 1T24 Pemex ha perdido cerca de 800 mil millones de pesos en refinación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario