+ En el
Aeropuerto Internacional de San Luis Potosí, se aseguró una tarántula
veracruzana y se presentó denuncia penal contra quien resulte
responsable.
+ En la capital del país, se aseguraron cornamentas, bases de cráneo y pieles de antílope indio y de guajolote silvestre.
Las acciones de coordinación
institucional se mantienen entre la Procuraduría Federal de Protección
al Ambiente (Profepa) y la Guardia Nacional. En los últimos días, se
aseguraron ejemplares, productos y subproductos de
vida silvestre en la Ciudad de México y S.L.P.
El pasado 28 de mayo, la Guardia
Nacional notificó que en el Aeropuerto Internacional de San Luis Potosí
se detectó un paquete que contenía en su interior un ejemplar de vida
silvestre.
La Profepa realizó la visita de
inspección en el sitio señalado, y verificaron que en el paquete había
un ejemplar de la especie de tarántula veracruzana
sin documentos que demostraran su legal procedencia.
La tarántula veracruzana fue
asegurada por la Profepa hasta que se determine lo conducente. Se inició
el procedimiento administrativo contra quien resulte responsable por no
acreditar la legal procedencia y también se presentó
la denuncia penal correspondiente.
Las tarántulas son parte de los
grupos de animales silvestres más susceptibles al tráfico ilegal
nacional e internacional. De 2015 a la fecha, la Profepa ha asegurado
256 ejemplares de tarántula, del total, el género más
destacado es Brachypelma, con 109 aseguramientos.
Dos días antes, elementos de la
Guardia Nacional reportaron a la Profepa la aparición de varios
productos y subproductos de vida silvestre dentro de un paquete en la
Central Camionera del Norte de la Ciudad de México.
Al acudir al sitio, personal de la Procuraduría identificó
4 cornamentas, 2 bases de cráneo y dos pieles de antílope indio cuello negro, así como
piel de guajolote silvestre, sin
sistema de marcaje y en aparente regular estado físico, mismos que no
contaban con algún documento con el cual se acreditara su legal
procedencia, por lo que se aseguraron precautoriamente,
quedando bajo la depositaría de esta Procuraduría.
Los productos y subproductos de
vida silvestre se canalizarán a alguna institución de investigación o
educativa que cuente con el registro correspondiente ante la Semarnat
como Unidad de Manejo para la Conservación de la
Vida Silvestre (UMA), en la que se mantengan en buenas condiciones
hasta emitir su destino final.
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